
El director del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Monterrey, Alfonso Martínez Muñoz, confirmó a Hora Cero lo que parecía una broma: prender el carbón para asar carne eleva los niveles de contaminación. Mientras el neumólogo Erik Longoria Alvarado dijo que la población más vulnerable son los menores de cinco años.
Por Fernanda Alvarado
En los últimos días Monterrey y su área metropolitana se han visto afectados por una mala calidad del aire que ha cubierto el cielo con una densa nube de contaminantes. Y de acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Sustentable, Nuevo León está a punto de entrar en una contingencia ambiental debido a la quema de pirotecnia y de basura, al uso excesivo del automóvil y a la actividad industrial.
En último mes del 2018 se registraron altos niveles de partículas PM2.5 y PM10 que, de acuerdo a Alfonso Martínez Muñoz, director del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Monterrey (OCCAMM), se tratan de contaminantes que afectan la salud de los regiomontanos a corto y largo plazo.
“Las partículas PM2.5 provienen de la quema de combustibles fósiles como la gasolina, diesel, carbono y azufre. Mientras que las partículas PM10 se generan por el polvo que producen las empresas extractoras de caliza, por la tierra que levantan los vehículos y los terrenos abandonados.
“Comúnmente las partículas PM10 llegan hasta el tracto respiratorio, pero las PM2.5 pasan a la sangre y afectan a órganos del cuerpo, como el cerebro y corazón”, indicó el ambientalista.
Martínez Muñoz informó que en Nuevo León prevalecen los altos niveles de PM2.5 durante casi todo el año.
“La media anual que es tolerable respirar de PM2.5 es de 12 micras por metro cúbico de aire, pero en las últimas mediciones se encontró que el nivel es de 26. Respirar estas partículas por encima de la media anual puede causar infartos al miocardio y al cerebro”, indicó.
Las principales causas de la contaminación durante el mes de diciembre fueron la quema de pirotecnia y las carnes asadas.
“Normalmente es un mito que el humo de las carnes asadas contaminan el ambiente, pero debemos de considerar que el 24 de diciembre y el 31 de enero, cientos de miles de personas estuvieron asando carne de forma simultánea, y en estos casos sí es un factor importante de contaminación”, reveló el director de OCCAMM.
Durante la madrugada del 1 de enero el OCCAMM registró valores atípicos de concentración de partículas PM10 en cinco municipios del área metropolitana de Monterrey, causados principalmente por la quema de pirotecnia.
El municipio de Santa Catarina alcanzó un nivel de 597 microgramos por metro cúbico; Apodaca y García llegaron a 533 microgramos; y Juárez y San Nicolás a los 468 microgramos.
“Otro factor importante para que prevalezca la contaminación es la estabilidad atmosférica, pues prácticamente en los esos días no hubo viento y no se movió la contaminación, se quedó estancada”, señaló Alfonso Martínez.
Gracias a una encuesta realizada por el OCCAMM se reveló que durante el 31 de diciembre y 1 de enero algunas personas presentaron reacciones alérgicas a causa de la contaminación excesiva.
“Se registraron casos de rinitis, asma, irritación en la garganta, infecciones en la vías respiratorias, dolor de cabeza y conjuntivitis”, indicó Martínez Muñoz.
Otro factor de contaminación son las pedreras. De acuerdo a un estudio de “Pro Aire Nuevo León” realizado en el 2016, esta actividad provoca el 11 por ciento de la contaminación total en el Estado.
En el municipio de Santa Catarina se encuentran seis empresas extractoras de piedra caliza, de las cuales dos fueron clausuradas de forma temporal por el alcalde Héctor Castillo en 2017, quien en más de una ocasión ha pedido al gobierno de Nuevo León retirarlas de forma definitiva.
El panista dijo durante la campaña de junio pasado que uno de sus principales proyectos es alejar a las pedreras del municipio, pues contaminan el ambiente y afectan la salud de los habitantes de Santa Catarina.
“Dos de las seis pedreras sí están cerradas, pero las otras cuatro están operando. Sabemos que genera trabajo y una cascada económica la actividad de las pedreras, pero puedo decir que la salud de los ciudadanos no puede estar dependiendo de eso”, aseguró Castillo Olivares.
UNA MOLESTIA PARA LOS VECINOS DE SANTA CATARINA
Yahir Ramírez es un habitante de la colonia Rincón de las Palmas del municipio de Santa Catarina; a diario tiene que lidiar con el polvo excesivo que se mete a su hogar y ensucia sus muebles.
Esa zona habitacional fue construida cerca de una empresa extractora de caliza que diariamente genera emisiones de partículas PM10 en el ambiente. El joven de 22 años asegura que constantemente él y su familia sufren de reacciones alérgicas por el polvo que emite la pedrera.
“Siempre tengo tos, ojos llorosos y escurrimiento nasal. Lo mismo le pasa a mis papás y a mis hermanos menores. Mi colonia no es la única que se encuentra en el área, habemos muchas familias que diariamente tenemos que lidiar con la suciedad y enfermedades”, expresó.
Y es que para los vecinos del sector, resulta “una misión imposible” hacer las labores de limpieza del hogar.
“Todos los días barremos la calle y al siguiente ya hay kilos de tierra sobre la banqueta, y la ropa que tendemos para secar queda blanca de polvo. Varios vecinos y yo tapamos los carros con plástico para que duren limpios.
“Es una misión imposible poder mantener la limpia la casa. La tierra se nos mete por las orillas de las puertas y las ventanas”, explicó Ramírez.
Por su parte el especialista dijo que las pedreras afectan principalmente de forma local, a las zonas aledañas.
“La gente que vive cerca respira un aire lleno de partículas PM10 en todo momento”, comentó.
Asimismo señaló que en Nuevo León, a comparación de Ciudad de México y Jalisco, se manejan niveles más elevados para medir las contingencias ambientales.
“En Monterrey se declara contingencia ambiental cuando tenemos 185 IMECA (Índice Metropolitano de la Calidad del Aire), mientras que en otras ciudades basta tener 150 IMECA para decir que hay una contingencia ambiental. Aquí manejamos niveles muy altos”, dijo.
Para contar con una mejor calidad de aire el experto recomendó las siguientes medidas: implementar un transporte menos contaminante, aplicar un política de vivienda que reduzca el crecimiento horizontal, hogares con eficiencia energética, generación de energía e industria limpia, y una gestión de los residuos municipales previniendo la quema de basura.
DAÑOS A LA SALUD
De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren más de un millón de personas a causa de la contaminación ambiental en todo el mundo.
Los habitantes de las grandes ciudades están expuestos a enfermedades causadas por la contaminación, aseguró el neumólogo Erik Longoria Alvarado.
Las enfermedades más comunes son las respiratorias, tales como fibrosis pulmonar, asma y bronquitis. Sin embargo hay otras afecciones al sistema nervioso y al sistema cardiovascular, tales como infartos al miocardio e infartos cerebrales.
“Las partículas PM2.5 son tan pequeñas que pueden llegar a zonas como el corazón o el cerebro, y bloquear venas y arterias importantes provocando infartos”, señaló Longoria Alvarado.
Según el especialista, el dolor de cabeza, ardor de garganta, sangrado nasal, tos con flema, mucosidad y resequedad, son reacciones alérgicas “agudas” (reacciones a corto plazo) que aparecen por la contaminación.
Y señaló que existen consecuencias graves que pueden derivar en enfermedades crónicas por la exposición prolongada a los contaminantes.
“Está comprobado científicamente que respirar aire contaminado puede provocar cáncer de pulmón. Los habitantes de las grandes urbes están respirando constantemente partículas PM2.5 y PM10 que afectan sus órganos.
“Se trata de una exposición tan prolongada y exagerada que, al paso de los años, deteriora la salud de las personas con facilidad”, señaló Longoria Alvarado.
Los más vulnerables son los niños menores de cinco años, pues su sistema respiratorio es incapaz de protegerse de los daños del exterior.
“Un niño que nace en una ciudad que siempre está en contingencia ambiental no se desarrolla igual que alguien que vivió en el campo durante sus primeros años de vida. El sistema respiratorio del infante que nació en la ciudad y que respira todos los días aire impuro no logra alcanzar una madurez pulmonar. Esto puede afectar a largo plazo volviéndolo enfermizo”, aseguró el neumólogo.
Los grupos más susceptibles de presentar síntomas adversos a la contaminación son: niños menores de cinco años, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, personas con enfermedades en las vías respiratorias, personas con hipertensión y personas con diabetes.
El neumólogo recomendó no realizar ejercicio al aire libre durante los días de contingencia ambiental, y comer verduras verdes que poseen antioxidantes que el cuerpo necesita para combatir los efectos de la contaminación.