Adentro del Mercado Juárez huele a un rico cabrito y al peculiar aroma de la ruda y la albahaca, se escucha el trinar de un ave al mismo tiempo que el sonido de videojuegos, aquí es un lugar de tradición y de contrastes.
En este 2009 cumple 100 años de tener sus puertas abiertas a los nuevoleoneses ofreciendo productos de todo el país, está ubicado en la manzana cero por lo que es considerado el corazón de Monterrey.
Los pasillos son estrechos, el piso es de mosaico color café, todos los locales están ocupados y a donde quiera que se observe hay personas platicando, comiendo, comprando o bien comerciantes diciendo: “¿qué va a llevar?, ¿qué buscaba?, ¿pásele, qué quiere comer?
Además de una variedad de artículos también hay gente trabajadora que con esfuerzo han logrado tener su negocio, un ejemplo es don Eleno Gamboa quien comenzó vendiendo fruta y desde hace 51 años atiende junto con su esposa Paulina Martínez y algunos hijos su comercio de artículos para el hogar.
“Mi papá fue comerciante tenía una frutería, somos originarios de Zacatecas y cuando tenía 12 años mi padre agarró un puesto y después me hice del mío, había como ciento y pico de fruterías, ahora sólo queda una. Era muy bonito el mercado, era muy campechano, había mucha gente y estaba muy barato todo
Su esposa Paulina también guarda recuerdos del mercado y del Monterrey de hace más de 50 años, uno de ellos es la falta de drenaje pues durante las lluvias fuertes las calles se inundaban, otras memorias son más gratas.
“Nosotros nos casamos y estábamos en el negocio, no nos interesaba si nos íbamos a la casa a dormir, nos quedábamos aquí porque se trabajaba de día y de noche y cuando nos llegaba el sueño poníamos unas cajas mexicanas con una lona arriba y dormíamos.
“Después mi esposo compró una bicicleta, le puso una parrilla y de aquí nos íbamos al cine Florida, a veces me iba en el camión y él se iba en la bicicleta agarrado de la ventanilla donde estaba sentada hasta la casa”, explica doña Paulina entre risas.
LA ÚNICA FRUTERÍA
En la primera planta de este edificio se encuentra la única frutería del Mercado Juárez que antoja con coloridos pliegos de papel china a tomar una rica manzana o un jugoso guanábano, el dueño es José Guadalupe Rentería quien desde los cinco años ayudó a su padre en este negocio.
“El primer mercado no era todo de madera, tenía láminas aceradas que fueron hechas en Estados Unidos y no las podía penetrar un clavo de cuatro pulgadas, recuerdo que algunas paredes eran de piedra azul.
“Antes la calle Guerrero era la principal, no era la avenida Juárez y por Guerrero vendían leña, marranos, gallinas, patos, la gente podía escoger el animal para que lo mataran y prepararan; se usaban mucho las vitrinas con hielo y ahora hay más frigoríficos”, apunta José Rentería.
DESDE OAXACA
Juan Antonio Vázquez Cruz es originario de Oaxaca y en sus dos locales se pueden apreciar artesanías como juguetes, sandalias, maracas, bolsas e instrumentos musicales provenientes principalmente del estado de Michoacán. Su vida es una muestra de esfuerzo que puede disfrutar a sus casi 70 años.
“Tengo aquí desde 1950, empecé a trabajar de mandadero y recadero a los 16 años, me vine desde Oaxaca con un primo a Monterrey donde a través del tiempo y del esfuerzo empecé a ahorrar los pesitos para hacerme de mi local.
“Mi fuerte eran las artesanías porque desde chamaco estoy en esto y mi primer local lo compré allá por 1966 en la inauguración del segundo de edificio.
PEZ O ALIEN
Abunda más el comercio de hierberías y arreglos florales además de los artículos de origen chino que abarrotan la mayoría de los comercios.
Aquí lo que menos se imagina lo encuentra ya que entre los artículos menos usuales está el peculiar pez diablo que por su apariencia disecada alguna vez creyeron que se trataba de un alien pero de acuerdo a la señora Lázara Nerváez tiene un uso medicinal.
“La gente lo utiliza como una novedad, lo muelen para el cáncer aunque depende de las personas para qué lo vayan a utilizar”, señala la vendedora de hierbas y agrega que hace 25 años este lugar era folclórico y los objetos tradiciones se han ido reemplazando por los de origen chino.
Uno de los personajes conocidos en este mercado es Genaro Rodríguez llamado el “Brujo Mayor”, quien se ha ganado su fama por los pronósticos sobre futbol.
“Durante 25 años he dado pronósticos y a veces vienen niñas que apoyan al equipo Tigres y me dicen: `señor, no sea malo, ayúdeme para que ganen mis Tigres´; hay gente arraigada que quiere que gane su equipo”, dice Genaro Rodríguez quien viste una playera del equipo Rayados.
Además de la afición al futbol también hay quienes acuden con fe para probar su suerte y acuden por un billete de la lotería con José Gerardo Rodríguez quien durante más de 40 ha permanecido en este local.
“Empezamos con el pie derecho vendimos un premio mayor con el 2878 en noviembre de 1962 y en diciembre de 1996 tuvimos un premio mayor con 100 millones de pesos y también ha habido otros afortunados.
“Creo que va a seguir funcionando el mercado porque está hecho para funcionar muchos años porque aquí se puede encontrar muchas cosas típicas de Monterrey”, explica el vendedor de lotería.
PIPIRIPAU
Si de comer se trata una de las especialidades es el cabrito que se consume en el restaurante Pípiripau, fundado por los integrantes del grupo Los Plebeyos que durante la década de los 80 fueron famosos y aún en la actualidad son recordados por sus temas.
José Juan Caballero es uno de los elementos de este grupo y actualmente tiene un negocio de cuadros de pintura en el segundo piso.
“Nosotros tuvimos un éxito internacional con las canciones: el pípiripao y el zancudito loco; viajamos por muchos lugares pero nunca dejamos nuestras tradiciones. Los hermanos hicimos negocios aquí y pusimos un restaurante de cabrito (Pípiripau) que ahora trabajan mis sobrinos.
“Nuestro papá nos enseñó a trabajar en el Mercado Juárez con el cabrito, tengo muchas anécdotas porque en este lugar nos criamos, aquí jugábamos, estudiamos, trabajábamos, convivíamos con mucha gente importante como alcaldes, era un lugar municipal”, recuerda Caballero.
El integrante de los Plebeyos apunta que siente amor por este mercado pues aquí fue donde compraron sus primeros instrumentos musicales.
UN EDIFICIO MODERNO
Francisco Cantú es el administrador del Mercado Juárez quien explica que este mercado ha tenido tres remodelaciones, cuenta con 162 locatarios y en un principio era una construcción municipal.
“Con el entonces gobernador Benjamín Reyes Retana se promovió la privatización para que dejara de ser una carga económica para el municipio y se convirtiera en generador de impuestos para el municipio
“Fue un trato de ´ganar ganar´ para el municipio por impuestos y para los locatarios porque al ser del municipio corría el riesgo de que por una decisión política los pudiera desalojar”, menciona el administrador.
Además de los comercios el edificio cuenta con estacionamiento para 500 móviles, un salón de fiestas, baños públicos y un elevador. Cada locatario paga una cuota por mantenimiento que representa un seis por ciento de lo que cuesta mantener el mercado.
Comida, trajes típicos, sandalias, flores, canastas, hierbas, amuletos, revistas, instrumentos musicales, renta de computadoras, de todo se encuentra en el Mercado Juárez el lugar que ha nacido para ser el lugar de reunión para las familias nuevoleonesas. v