Shanghái es la joya de la corona en China. Una ciudad tan alejada del comunismo como de la Gran Muralla y las restricciones sociales que tiene Pekín.
Con sus cerca de 23 millones de habitantes, es la ciudad más poblada y el pilar económico de la nación asiática.
Se estima que en 2012 en China se gasten 14 mil 600 millones de dólares en bolsas, mascadas, portafolios, plumas y relojes de marcas de prestigio, rebasando a Japón como el mayor mercado del mundo en artículos de lujo, según predice la World Luxury Association.
En las atestadas calles de Shanghái se pueden ver por igual los anuncios conmemorativos del 90 aniversario del Partido Comunista (el más antiguo del mundo, por encima del PRI mexicano) que la gigantesca tienda de Louis Vuitton o modernos autos BMW deslizándose entre el impresionante tráfico.
Aunque sufrió altibajos y a partir de la guerra del Pacífico, en 1941, la población occidental empezó a abandonarla, a partir de los 90 Shanghái inició un impresionante crecimiento truístico y financiero y hoy, junto con Singapur, es el primer puerto del mundo por el volumen de mercancías que maneja.
Se considera esta ciudad como la pieza estrella de la economía de mayor crecimiento del mundo, inmersa en una competición con Hong Kong por convertirse en la mayor urbe de China.
Uno de las atracciones turísticas de la ciudad es su histórico paseo bordeando el río Huangpu, el Bund, donde se sitúan 24 edificios que evidencian los restos del poder colonial británico y que conforman todo un abanico de estilos arquitectónicos tales como románico, gótico, renacentista, barroco, neoclásico, beaux-arts o art decó.
Frente a ellos, cruzando el río construido por el hombre, se encuentra el moderno y futurista distrito de Pudong, en el que emergen arrogantes rascacielos, como la imponente Torre de Televisión Perla de Oriente y el Centro Financiero Mundial de Shanghái, el más alto de todo el país. En Pudong se construirá el parque de atracciones Shanghai Disneyland Resort. Como otras muchas áreas en China, Shanghái vive un boom de la construcción.
La mítica y peatonal calle Nanjing alberga numerosas tiendas y comercios, haciendo de ella uno de los principales atractivos para el turismo exterior de Shanghái.
En la actualidad, Shanghái dispone de una amplia oferta cultural en la que destacan la Compañía de Ballet de Shanghái, la Orquesta Sinfónica de Shanghái, la Orquesta Filarmónica de Shanghái y la Shanghai Municipal Performance Company.
En cooperación con la municipalidad de Shanghái y SMT (Shanghai Maglev Transportation Development Co.), los alemanes de Transrapid construyeron el Shanghai Maglev, este el primer tren de levitación magnética o Maglev comercial del mundo en 2002, alcanzando una velocidad máxima de 431 kilómetros por hora.
Antes de la década de los 90, la bicicleta era el medio de transporte más popular de Shanghái, pero la ciudad ha prohibido que transiten en las calles principales para aliviar la congestión de tráfico. Shanghái también tiene el sistema de autobús más grande del mundo con casi mil líneas de autobuses y ante el crecimiento en la compra de autos particulares, se ha limitado su número mediante la subasta pública de las matrículas. v