Este primero de septiembre entró en vigor una ley para evitar la interrupción de la gestación humana tan pronto se detecte el latido cardiaco fetal. Eso contempla un periodo de seis semanas de gestación sin excepciones para casos de violación o incesto.
Dicha ley fue promulgada por el gobernador republicano, Greg Abbott, y sancionará a clínicas y consultorios particulares que participen a favor del aborto.
Sin embargo, algunas organizaciones civiles ya se pronunciaron en contra como el Instituto Nacional de Latinas por la Justicia Reproductiva y aseguraron que apelarán la nueva ley ante la Corte Suprema.
Se espera que en las próximas semanas se suscite una oleada de manifestaciones y demandas de quienes están a favor o en contra de la interrupción del embarazo en territorio estatal.
Por José Manuel Meza