La primera noche del último mes del año fue la indicada para disfrutar una vez más del clásico navideño El Cascanueces de Tchaikovsky, pero con la magistral interpretación del Ballet de San Petersburgo en su única presentación en el Auditorio Luis Elizondo .
Los integrantes de la escuela rusa ofrecieron un espectáculo de lujo, en el que transportaron a los asistentes a vivir el tradicional cuento que año con año se representa en todos los países del mundo por diferentes compañías de ballet.
Si bien la escenografía fue sobria, apoyada por telones decorativos de fondo y en medio como el elemento indispensable el árbol de Navidad, el vestuario de los bailarines brindó el regocijo visual que realza el desempeño de los artistas.
Durante el primer acto vemos como el mago Drosselmeier entretiene a los invitados de la fiesta y representa un teatro con marionetas. Clara se siente fascinada con el relato y le pide al mago que le regale el muñeco Cascanueces, pero su hermano lo rompe.
Drosselmeier lo repara y lo deja al pie del árbol. Una vez que se marcharon los invitados, Clara va en busca de su soldadito de madera pero se encuentra que los juguetes cobran vida y se enfrentan a la batalla de ratones liderados por el Rey Ratón.
Hasta ese momento el público se mantuvo reservado y un tanto frío. No fue hasta el segundo acto que se mostró complacido y efusivo, sobre todo en el Vals de las Flores, uno de los mejores momentos de esta obra que se mantiene vigente desde que fue representada la primera vez el 5 de diciembre de 1892 en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo.
También fueron notables los pax de deux de (paso de dos) por parte de cuatro parejas de la compañía rusa que deleitaron con sus respectivas participaciones divididas en danza árabe, china, española y rusa.
Al finalizar su presentación los integrantes del Ballet de San Petersburgo fueron ovacionados esa noche del 1 de diciembre en la que el Auditorio Luis Elizondo estuvo ocupado al 90 por ciento de su capacidad.
Originalmente la actuación de esta compañía que obtuvo el título “La Máscara de Oro” en 2003 , estaba programada para el jueves 26 de noviembre, mismo día que el Ballet de Monterrey inició su temporada con su versión de “El Cascanueces”.