
Leugo de tres años de no presentarse en Monterrey, Alejandro Sanz se reencontró con sus admiradoras regias en la Arena Monterrey para presentarles su “Tour Paraíso”. Con dos fechas en la ciudad, y 11 en México; el español confirmó que ni el paso del tiempo hace a las mexicanas olvidarse de su romanticismo.
En su primera presentación el pasado 6 de marzo, el cantautor se hizo acompañar de Marco Di Mauro, quien con su éxito Nada de Nada calentó los ánimos de las más de 15 mil almas que se dieron cita en el recinto.
Momentos después el plato fuerte de la noche apareció sobre el escenario ataviado en color negro y con su guitarra para interpretar Mi Peter Punk, seguido de Lo que fui es lo que soy y su más reciente éxito Desde cuando.
Tras estas primeras melodías el español no se aguantó las ganas de dirigirse con su público. “Monterrey, recuerdo mucho cuando pisé por primera vez México y vine aquí, recibí siempre su cariño, por eso, venir a esta ciudad es como volver a casa”, dijo tan sólo unos minutos después de arrancar la velada.
Viviendo deprisa, Nuestro amor será leyenda, Se apagó la luz, Pero esta tarde no te vas y Corazón Partío, siguieron en el repertorio que conforme avanzaba hacía que los asistentes se le entregarán por completo.
En varias ocasiones tras terminar alguna interpretación, Sanz no desaprovechó la oportunidad de agradecer a sus seguidoras el haberlo acompañado esa noche. Una banda de nueve músicos bajo la dirección de Mike Ciro, acompañaron al cantante en cada una de las melodías.
Cuando nadie me ve, Si hay Dios, Quisiera Ser, No es lo mismo, Looking for Paradaise, no pudieron faltar en su repertorio de interpretaciones. Con el romanticismo que lo caracteriza, el piano fue indispensable durante su actuación para interpretar Lo ves, Tú no tienes la culpa, Tu letra podré acariciar y Aquello que me diste.
Tras dos intentos de despedida, el español regreso para complacer a su público con un popurrí que incluyó sus éxitos A la primera persona, Mi amiga soledad y yo, Amiga Mía, Y si fuera ella. Tras dos horas de romanticismo y 22 melodías, el espectáculo concluyó dejando satisfechos a los seguidores que lo acompañaron durante la primera actuación, y que muy seguramente no resistieron la tentación de repetir el show al día siguiente.