Faltaban dos horas para que iniciara el tan esperado reencuentro de Menudo y afuera de la Arena de Monterrey los fans del grupo compraban playeras, mochilas, llaveros, pulseras, gorras, fotografías y todo accesorio que fuera alusivo al anhelado grupo musical.
“Mira cómo se ve, tan lindo en la foto”, dice una mujer que tiene alrededor de 40 años –edad promedio de la mayoría de mujeres que asistieron al concierto- y que con emoción compra artículos.
Algunas madres de familia optaron por diseñar sus propias blusas con la foto del grupo Menudo, otras aprovechaban para comprar fotografías de los integrantes con poca ropa.
Conforme transcurría el tiempo fueron llegando más féminas al lugar, algunas acompañadas por sus esposos e hijos, como el caso de Oralia Cantú, quien desde su juventud ha asistido a casi todos los conciertos y quien confiesa que conserva cajas llenas de revistas de Menudo y que en alguna ocasión llenó su cuarto con imágenes de los jóvenes.
Otras, como Beatriz Ruelas, se conformaron con comprar blusas de varios colores pues no pudo asistir al concierto, pero aún tenía la esperanza de que al regresar a su hogar su esposo le tuviera un boleto.
“Tener otra vez a Menudo en Monterrey es recordar bellos momentos de la juventud”, dice una madre de familia y explica que este tipo de grupos musicales son sanos a comparación de los actuales.
Quienes no estaban tan emocionados por el grupo Menudo eran algunos adolescentes que también se encontraban afuera de las instalaciones de la Arena Monterrey, pues ellos han esperado desde el 31 de mayo al grupo RBD.
El deseo de estos jóvenes por ganar boletos gratis para el evento los ha llevado a dormir en el lugar durante tres semanas y aseguran que vale la pena hacerlo.
Sin embargo, mientras más se acercaba el momento del concierto de Menudo, la emoción de los fans de este legendario grupo crecía, las risas inundaban el lugar y los comerciantes hacían su venta del año.