Ni ella misma lo sabía. La conductora de televisión local, Ana Valdés, descubrió que canta y baila desde que fue elegida para ser la Nana de la familia Capuleto en el musical Romeo y Julieta que se presenta en la carpa Verona dentro del Parque Fundidora.
“Vi el anuncio en el periódico donde estaban buscando cantantes y bailarines, pero al verlo -pensé en mi ignorancia- que también estarían buscando actores que no necesariamente cantaran y bailaran; entonces fui al casting y me dieron las canciones que me tenía que aprender.
“Estaba nerviosísima porque yo había estudiado teatro desde que tenía cinco o seis años y me siento muy cómoda en esa área, pero ya cantar y bailar pues imagínate qué nervios”, relató la compañera de Fernando Lozano en Gente Regia.
Reveló que nunca había tenido una experiencia similar, pero recuerda que hace años cuando trabajaba en un diario local, su ex jefe, Xardiel Padilla (actual director de La Rocka) tenía un grupo y la invitó como vocalista.
“Nunca en la vida había cantado así. Alguna vez cuando Xardiel era mi jefe en el periódico El Norte él tenía un grupo de heavy metal y me hizo el favor de invitarme. Canté con ellos pero fue algo que no duró mucho”, recordó antes de entrar a escena.
Ana Valdés, quien protagoniza a la Nana, comentó en broma que cantaba para arrullar a sus hijos cuando eran bebés, pero nunca pensó en hacerlo profesionalmente. Por ello le da mucho gusto que algunos televidentes la feliciten en esta nueva faceta, desconocida para muchos.
“Creo que la gente me quiere mucho para que me digan que les gusta, porque en realidad yo nunca había cantado más que arrullando a mis hijos y fuera de aquella experiencia rockera nunca antes lo había hecho en ningún otro lugar.
“Cuando la gente me dice: `no sabía que cantabas´ mi respuesta es: `yo tampoco´. Lo hice porque así era el requerimiento del casting, pero me siento muy contenta de no hacerlo tan mal y, sobre todo muy afortunada, porque dentro de la misma compañía hay compañeras que podrían hacerlo excelentemente bien”, indicó.
Dijo que originalmente había audicionado para la señora Capuleto y para la Nana. Finalmente se quedó con este último y al principio se sintió tranquila porque creyó que no aparecería mucho, pero cuando supo que eran cinco intervenciones empezó a preocuparse en serio.
“Son cinco temas que canto; uno yo sola y las cuatro más acompañada. Por eso cuando me dieron el libreto pensé: ´claro, una canción me la `macheteo´ para que salga a todo dar, pero al darme cuenta de toda la participación que tiene la Nana me preocupé mucho porque no quería olvidar las canciones, me ponía muy nerviosa y no dormía, pero eso ya pasó”, agregó.
En cambio como actriz, señaló, no sentía ningún temor, ya que ella inició sus pininos en teatro, cuando era estudiante de primaria.
“Estaba en la Pablo Cantú Villarreal que era la anexa a la Normal (Miguel F.Martínez) y mi maestra de teatro se llama Irma Guadalupe Olivares, a quien le agradezco que me haya venido a ver en el estreno”, destacó.
EN BUSCA DE OPORTUNIDADES
Así como para el musical Romeo y Julieta, Ana Valdés ya había experimentado el proceso de un casting cuando hizo su debut en cine, hace siete años, en la película de Angel Mario Huerta, Inspiración, en donde fue la mamá de la Bárbara Mori, quien fuera la protagonista del filme realizado totalmente en Monterrey.
Aclaró que nunca ha utilizado su imagen de conductora de televisión para ocupar un sitio privilegiado, pues acude como los demás aspirantes a audicionar, porque está convencida que hay que ganarse lo mismo el protagónico, el rol secundario o una participación especial, ya sea en teatro, cine e incluso la pantalla chica.
“Uno tiene que pagar su derecho de piso. Y creo en la posibilidad de continuar y que mi talento, poquito o mucho, sea del ancho que se requiera para determinado papel en teatro, en cine, en la televisión misma, etcétera, y que Dios me siga iluminando para hacer trabajos como éste”, reflexionó.
La “Nana” de Julieta tiene una familia compuesta por su esposo y tres hijos que se sienten orgullosos de su faceta artística, lo que la hace sentir feliz y realizada.
“Me siento súper afortunada de poder estar haciendo esto. Teniendo 35 años, tres hijos y un marido que atender y además dos programas: uno semanal y otro diario, por lo que para mí es como un regalo poder hacer lo que me apasiona”, expresó.
La conductora de Monterrey Televisión dijo estar especialmente agradecida con su esposo Leonardo, por todo el apoyo brindado al participar en el musical.
ES GENTE REGIA
Antes de formar parte del programa matutino Gente Regia, Ana Valdés estuvo como comentarista de la sección de espectáculos, primero en el noticiero Buenos Días, con Gilberto Marcos, y hasta hace un par de años en Las Noticias, en compañía de Miguel Charles.
“Cuando tenía 17 años fue la primera vez que colaboré con el licenciado Marcos, luego me fui a tomar el curso del periódico El Norte y me quedé por unos dos años. Luego trabajé de manera independiente hasta que regresé nuevamente a Televisa y ya son nueve años que tengo en la empresa”, precisó.
Mencionó que con motivo del 50 aniversario de la televisora, tuvo la oportunidad de convivir con quienes le abrieron el camino a las nuevas generaciones de conductores, animadores, reporteros y comentaristas.
“Me siento muy contenta porque me tocó parte de aquella época. En los nueve años que tengo trabajando-en el canal- no me había tocado que hubiera esa camaradería, esa buena onda, buena vibra en general y nos llevamos muy bien todos los compañeros”, aseguró Ana.
Por ejemplo, señaló que en su caso el resto de los conductores de Gente Regia también estuvieron al pendiente de su participación en el musical, en especial, Fernando Lozano, con quien lo une una amistad de 20 años.
“Me han apoyado muchísimo todos: Chivis, Chilinflas, Botello, Petra, Fer y hasta el licenciado (Eugenio) Azcárraga, pero particularmente quien ha entendido todo este proceso del nervio y todo, pues es Fernando, porque él ya lo ha pasado un montón de veces”, afirmó.
Por último Ana reiteró sentirse muy feliz de esta oportunidad y espera que en un futuro vengan otras de igual o mayor magnitud para desarrollarse como cantante, bailarina y reafirmarse como actriz, actividad que realiza desde los cinco años.