Túneles del tiempo, agujeros negros, cometas, planetas anillados y la soledad del ser humano frente a la vastedad del universo, todo cabe en un concierto doble ofrecido por Yes y Asia como tripulantes de una nave espacial.
Poco mas de 4 mil seguidores integraron la audiencia que se entregó a cabalidad ante monstruos sagrados del rock progresivo, en la apertura de una breve gira de dos fechas por tierras mexicanas.
Sueños Salvajes (Wild Dreams), sexto corte del primer disco de Asia de 1981 abrió la velada, mostrando de manera inmediata la técnica y experiencia de cada uno de los músicos.
La formación original de Asia, integrada por Steve Howe en la guitarra, Carl Palmer en la batería, John Whetton en el bajo y cantante principal, y Geoffrey Downes en los teclados, ofreció en total 11 temas durante su recital de hora y media de duración.
El clásico Sólo el tiempo lo dirá (Only time will tell) del álbum homónimo de la banda, seguido de Creo (I Believe) de su más reciente producción, Phoenix, continuaron casi sin pausas.
La ejecución en piano y voz de “No llores” (Don´t cry) del disco Alpha, permitió lucir la voz de Wetton a la par de la precisión de Downes.
“La sonrisa ha dejado tus ojos” (The smile has left your eyes), también presentada a capela por el vocalista, acompañado por el teclado de Geoffrey Downes (conocido también en México por ser el compositor del tema Video kills the radio star con The Buggles), contó con un coro de cientos de voces que interpretaron frase a frase, hasta la irrupción del resto de la banda.
“Abre tus ojos” (Open yogur eyes), tema final del disco multiplatino Alpha de 1983, sirvió de puente para la interpretación de “Una vida extraordinaria” (An extraordinary life), tema que cierra el penúltimo álbum Phoenix, lanzado en el 2008, con poca respuesta del público y de los fans de Asia.
La presentación del cuarteto ya estaba por concluir cerca de las 22:00 horas cuando las notas de El calor sigue (The heat goes on), con una batería potentísima aporreada por el legendario Carl Palmer, hizo brincar a un gran parte del público.
Sólo un superviviente (Sole Survivor) sirvió como despedida en falso del escenario de la agrupación, para regresar con su mayor éxito musical, Al calor del momento (Heat of the momento); tema emblemático de la década de los 80.
Asia estuvo en Monterrey en el 2004 para promover el álbum Silent Nation, teniendo como invitado especial a Rick Wakeman, fundador y tecladista de la banda Yes, en ese mismo año.
YES, TERCERA VEZ
Con más de 40 años de existencia, el quinteto Yes (del cual surgiría Asia a principios de los años 80), arribó por tercera ocasión a la ciudad de Monterrey, la primera en 1996 en el Auditorio Coca Cola Fundidora, la segunda en el 2004 en la Arena Monterrey acompañado de Dream Theater como banda telonera.
Siete años después tres integrantes de la banda original, Alan White, en el bajo, Steve Howe en las guitarras. Chris Squire en el bajo, acompañados por el canadiense Benoit David en las vocales, y Oliver Wakeman quien sustituye a su padre en los teclados.
La banda abrió su recital con Paralelos (Parallels) del disco Going del álbum Going for The One de 1977; destacando Steve Howe con sus solos de guitarra; para después continuar con Tiempo fugaz (Tempus Fugit) de su producción de 1980, Drama.
El vocalista Benoit David logró superar el reto de interpretar a la perfección los temas de Yes, haciendo que la audiencia bien se pudiera olvidar de Jon Anderson, uno de los fundadores del grupo.
Tres canciones del Yes Álbum fueron integradas al set entre ellos Lo tuyo no es una desgracia (Yours is no disfrace) y He visto gente buena, (I´ve seen godo people) y Tropas estelares (Starship tropel) con el cual cerraron la noche para un regreso triunfal a petición de los espectadores.
Steve Howe, quien primero participó con Asia y después cerró con Yes una noche mágica, interpretó To be Over en un set acústico.
La pesada y apocalíptica Machine Messiah, perteneciente al disco Drama, mostró la integración de los cinco músicos con sus instrumentos, primero, y con el resto del conjunto tanto en sus partes en solitario, como en las de mayor complejidad técnica.
Dueño de un corazón solitario (Owner of a lonely heartm del disco 90125), fue el único tema de los discos de los años 80, en donde alcanzaron sus mayores ventas.
Con 40 años cumplidos desde que fue integrado al álbum Fragile , Larga distancia (Long Distance runaround) mostró que el tiempo se puede detener.
Para despedir la noche, el grupo ejecutó en su totalidad Tropas Estelares (Starship Troopers) del Yes Álbum, con sus tres partes, Life Seeker, Disillusion y Würm, antes de despedirse del público.
Minutos después de las 23:00 horas el quinteto regresó al escenario para la interpretación final, Roundabout, tema con 39 años de existencia y que aún mantiene su fuerza lírica convirtiéndola en uno de los mayores clásicos del rock.
Con un simple gracias en español de Benoit David, la banda se despidió en definitiva.