Hace años esta familia decidió dejar de usar el automóvil para utilizar la bicicleta como su principal medio de transporte, la hacerlo han enfrentado retos, peligros y hasta el dolor de perder a varios amigos en accidentes viales, pero están seguros que, a la larga, su decisión beneficia a la ciudad.
Llegar al hogar de los Torres Cruz es adentrarse al mundo “bicicletero”; ver su colección y objetos relacionados con este vehículo dejan en descubierto el amor por este medio de transporte amigable y noble con el medio ambiente.
La familia de Salvador Torres y Verónica Cruz Salvador es una de las pocas que ha optado por implementar la bicicleta como su principal transporte.
Desde muy jóvenes, ambos pertenecían a causas en lucha del bienestar político, participaron en manifestaciones como en la del Movimiento Yo Soy 132 , que buscaba la democratización de los medios de comunicación y la creación de un tercer debate entre los candidatos presidenciales (Enrique Peña, Andrés Manuel López, Josefina Vázquez y Gabriel Quadri).
El embarazo de Vero los hizo “aflojar el paso en ciertas causas”, e integrarse a otros movimientos más nobles en donde pudieran involucrar a su hija.
Cuando Natalia tenía 3 años, Chava y Vero decidieron ir a su primer recorrido con Pueblo Bicicletero,
“Al principio no lo veíamos como una forma de transportarnos, al ser papás conversamos en aflojar un poquito el paso en ciertas causas en las que habíamos estado muy inmersos y tomar otras más nobles en donde pudiéramos involucrar a nuestra hija,
“Natalia empezó en una silla de bebe que la llevaba Salvador y de ahí empezamos ir todos los domingos con Pueblo Bicicletero, pero lo veíamos como algo activo y no como una manera de utilizarlo como transporte, hasta que Salvador empezó a tomar más seguridad y empezó a moverse en bici.
“Yo si me tarde un poco más, Chava me acompañaba para perderle miedo a ciertas calles o avenidas hasta que ya la integramos por completo como medio de transporte porque antes hacíamos lo que mucha gente hace, ir a darnos vueltas a Fundidora en bicicleta en la ciclo vía del Rio Santa Catarina, que desapareció con el Huracán Alex”, dijo Vero.
“Desde que nació Natalia nos dedicamos más tiempo a ser papas y a involucrar a la niña con temas que tuvieran que ver con salud, conciencia ecológica y nos metimos de lleno al colectivo Pueblo Bicicletero”, agregó Chava.
REINICIAN EL ACTIVISMO
Pueblo Bicicletero es un colectivo ciudadano que desde 2009 promueve la bicicleta como medio de transporte y realiza acciones para tener una movilidad sostenible en el área metropolitana de Monterrey.
“Con Pueblo Bicicletero, es una lucha más ‘light’ de las que estábamos acostumbrados, sin embargo creo que es parte de la pacificación de la ciudad, conseguir una movilidad más sustentable y bajarle a la contaminación que nos está matando, tenemos una de las áreas metropolitanas más contaminadas del América Latina, y decidimos entrarle de lleno al tema de la bici”, dijo Chava.
Al involucrarse al colectivo, Chava y Vero ahora son parte del staff, y su lucha se ha convertido en contra de los gobiernos que apuestan por hacer pasos viales que entorpecen las vías para los ciclistas.
El colectivo actualmente trabajar en un “bici-plan” para el área metropolitana de Monterrey, donde falta que la actual legislatura asigne recursos para su construcción.
“Es una red de movilidad de bicicleta para toda el área metropolitana de Monterrey, donde se incluyan los municipios metropolitanos para que haya ciclovias confinadas que son con unas barreras para que sea un carril exclusivo, otras son solo vías alimentadoras o carril compartido y son limitadas con pintura.
También se necesita una red de bicis, un estacionamiento en las paradas del metro o de la Ecovia para poder con ello generar una movilidad incluyente y alguien que pueda ir en bicicleta pueda dejar su bici con seguridad para continuar sus viaje en metro o eco vía o camión y de regreso hacer lo mismo o incluso gente más de pedal que pueda mover su bicicleta en toda la ciudad con seguridad”.
Pero Chava dice que lo más complicado ha sido la lucha con los gobiernos, porque esté apuesta por hacer paso viales y puentes peatonales que segregan en lugar de ayudar además que entorpece el proceso de limpiar la ciudad y hacerla más ágil.
LOS PELIGROS
Un conteo realizado por el mismo colectivo, muestra que durante este año han muerto 6 ciclistas; en el 2018 se registraron 12 muertes; en el 2017 cinco.
Y de 1997 a 2016, según datos del INEGI, han muerto 172 ciclistas en siniestros viales en el Área Metropolitana de Monterrey.
Chava, Vero y Natalia, han sufrido la muerte de compañeros mientras hacían uso de su bici: Leodoro en la Carretera Nacional, Juan Francisco “Johnny” y su hijo de 1 año 8 meses en el centro de Monterrey y Felipe, también en el municipio de Monterrey.
“El accidente de Johnny y su bebe, fue como muy emocional y lo sentimos mucho; ellos ya llevaban mucho tiempo rodando con Pueblo Bicicletero. Salvador y Natalia habían asistido a esa rodada y les hablo una compañera que habían impactado Johnny y a su niño y se regresaron; y aunque fue muerte cerebral ellos todavía tenían signos vitales, Natalia recoge el osito del niño y su casco partido, mientras que Salvador recogía las demás pertenencias, esa muerte ha sido lo más impactante para nosotros como familia”, afirmó Vero.
El caso más reciente fue el de su compañero Felipe quien se dirigía a su domicilio y en la calle Arteaga y Álvaro Obregón. un camión de pasajeros a exceso de velocidad lo atropelló y proyecto a varios metros de distancia.
Para Vero eso no significa un accidente, sino un homicidio, además, de que el proceso para entregar el cuerpo fue muy tardado y el dictamen favoreció al transportista.
“Este caso fue como la burla completa porque, como siempre suele suceder, dicen que las personas que van en bici tiene la culpa y nunca hemos visto dictámenes en contra, decían que el camión iba a 40 kilómetros por hora y ni de chiste lo hubiera matado porque llevaba sus medidas de seguridad y el entregar el cuerpo cuatro días después ha sido como una ofensa o burla, no solo a la familia sino a cualquiera que andamos en bici”, dijo Vero.
LOS PREMIOS
El uso de la bici les ha permitido ahorrar para realizar viajes por Europa y conocer ciudades amigables con la bicicleta.
“Lo que nosotros gastaríamos en gasolina, estacionamiento, mantenimiento, tenencia y demás lo vamos ahorramos, y todo lo que juntamos en el año es lo que nos permite salir de viaje y es como nuestro premio. Si contamos la movilidad de Salvador, la mía, y el transporte de Natalia llegamos ahorrar más de 70 mil pesos”, comentó Vero.
“Son viajes sencillos y austeros, el hecho de salir y conocer ya es un regalo para nosotros; muchas de esas ciudades son pedaleables, en algunas hemos rentado bicicletas a muy buen precio o hemos llegado en donde ya tiene el plus del préstamo de bicis, estar en la comunidad bicicletara nos da ventaja, algunos conocidos nos dan tips de cómo movernos”, agregó Vero.
“Armamos nuestros viajes considerando la bicicleta, además de que es más barato y en lugares que no conoces lo único que necesitas es un mapa, ahorramos mucho tiempo porque te puedes parar en cualquier lugar y solo amarras tu bici; es como otra forma de viajar y realmente te ayuda a conocer lugares a diferencia de un paquete turístico que te llevan del hotel a la playa y ya”.
Para Vero, quien labora como funcionaria pública, moverse en bicicleta le costó un poco de trabajo, pues ha tenido que lidiar con el acoso en la calle al utilizar la vestimenta que le piden en sus trabajo (falda y tacones), en lugar de vestir con jeans o deportivo.
“De hecho mi trabajo es una regla, vestirse formal y tengo que ir todos los días formal, lo que hacía antes es que sí pedaleaba con tacones, ahorita ya me pongo el zapato bajito llego al estacionamiento, me quito el casco y me pongo los tacones”, dijo Vero.
Recibir porras en pleno semáforo, una que otra mentada de madre, esquivar puertas de automóviles que le abren al propósito e, inclusive, que le hayan jalado la falda, son algunas de las cosas que Vero ha tenido que pasar soportar.
“Creo que me ha tocado de todo un poco, al principio me daba pena llegar a los juzgados en bicicleta, la dejaba de una cuadra antes de donde pasaban menos abogados porque no quería que me vieran bajar de bicicleta ya hasta que me quite ese estigma, porque usar la bicicleta es como sinónimo de pobre o jodido, entonces perdí esa sensación”, afirmó Vero.
NIÑA BICICLETERA
Natalia, de tan solo 12 años, ha crecido en una familia activista, donde sus padres tienen la total confianza para dejarla transitar sola por las calles de Monterrey. Ahora ella es quien invita y cuida de sus amigos quienes la acompañan a las rodadas.
“Creemos que ya tiene suficiente experiencia para saber dónde parar y leer el tráfico”, afirmó Chava.
Y al igual que su hija, Chava y Vero, invitan a la ciudadanía a utilizar la bicicleta como una alternativa de medio de transporte, “La bici humaniza y sensibiliza, los espacios públicos es lo que nos está urgiendo hacer una ciudad más justa”, dijo Vero “Si tu trayecto te lo permite, muévete en bici, vas a encontrar muchos beneficios, tal vez no te puedes mover en bici todo el tiempo pero quizás una parte o una vez a la semana lo puedes hacer, creo que cuando des el primer paso ya no lo vas a dejar… Te enamoras de la bici”, concluyó Chava.
Lo que dice el reglamento
De acuerdo al Artículo 2 del Reglamento Homologado de Vialidad y Tránsito del Área Metropolitana de Monterrey cita:
El uso del espacio público en los diferentes modos de desplazamiento marcará las prioridades conforme a la siguiente jerarquía:
I. Peatones;
II. Ciclistas;
III. Motociclistas;
IV. Usuarios y prestadores del servicio de transporte público individual o colectivo;
V. Usuarios de transporte particular automotor; y
VI. Usuarios y prestadores del servicio de transporte de carga.
Dentro del reglamento de Tránsito se pide que todo ciclista tiene que portar: casco; contar con luces intermitentes permanentes y accesorios reflejante; circular por el carril derecho excepto cuando vayan a realizar un giro a la izquierda o cuando requieran rebasar; circular en una sola fila; no llevar carga que dificulte su visibilidad y equilibrio adecuado; no usar celulares, radios o reproductores de sonidos que propicien distracciones al conducir.
Además, se prohíbe circular por banquetas o espacios reservados para peatones, no ejecutar maniobras cuya inadecuada operación constituya un peligro para los usuarios de la vía publica, los ciclistas están obligados a respetar todas las señales de tránsito y circular en sentido contrario.