De entrada dice que tiene un gran defecto: ser impuntual a las citas. Pero esta vez hizo una excepción. Pello Maldonado -así quiere que lo reconozcan sus seguidores en redes sociales-, cuida una imagen que está construyendo y que consiste en llevar una flor roja en la solapa de su saco; barba de candado y la cabeza rapada que en invierno cubre con una boina gris.
Tiene apenas cinco años dentro del periodismo deportivo que empezó lejos de Monterrey, su ciudad natal, cuando se fue a estudiar una maestría y a practicar un deporte que le apasiona más o menos que el soccer: el futbol americano que jugó con los Aztecas de la Universidad de las Américas de Puebla.
Es egresado en la carrera de comunicación social de la Universidad Regiomontana en 2012, y ese mismo año fue reclutado por los Aztecas para defender los colores en la liga de futbol americano estudiantil que agrupa a instituciones privadas de educación superior.
Y fue en Puebla donde en 2014 debutó en los medios de difusión en el programa Deporte Caliente que se transmitía por TV Azteca. Luego de esa primera experiencia continuó en Cinco Radio en la frecuencia 1090 AM como narrador de futbol de los partidos del equipo de la Liga MX.
Así como sus seguidores lo ven en su página de Facebook donde tiene casi 160 mil seguidores y que se llama Pello Maldonado “Gurú Deportivo”, así es en persona; alza la voz y gusta ir al grano, sin rodeos a cada pregunta.
> Quiero dispararte así en corto: ¿Pello sería el Pello en otros tiempos, sin las redes sociales?
No señor, no.
>¿Estás consciente de eso?
Sí, totalmente. No hubiera habido forma de que yo estuviera donde estoy en estos momentos sin las redes sociales. Tal vez estaría en el medio o tal vez ya me hubiera salido. Esa es la parte que la gente de la vieja escuela no quiere entender.
Si algo que me molesta bastante es que me digan: “Nombre, se toma su tiempo, yo me tarde 20 años. ¡Ah no!, ¿entonces como tu te tardaste 20 años yo me voy a chutar 20 años? Y no es así.
Porque antes lo que costaba era llegar, y ya llegando había muchas opciones realmente. Hoy en día cualquiera puede llegar, eso es la verdad; hay que darle el extra a la gente, y si no hubiera estado en las redes sociales tal vez estaría todavía en Azteca, tocando puertas de que quería hacer un programa, y me seguirían dando el avión, como me lo dieron durante siete u ocho meses.
>¿Eso fue lo que te pasó en TV Azteca?
Tenía mucha inquietud, llegaba con mi jefe Enrique García y le decía: “Oye hacemos esto, y me respondía: “Lo checamos, lo checamos”. Hasta que de repente un editor me impulsó a sacar mi pagina de Facebook y hacer videos. Total un día hice uno y medio pego. Y después ya nunca lo dejé.
> Y finalmente eso fue lo que pegó…
Hoy en día puedo decir que mi voz está en los vídeos de Facebook. Y por ejemplo, en donde trabajo (Multimedios), puedo no estar o irme, pero tengo mi voz todavía, las exclusivas y las entrevistas. Entiendo también que las empresa nunca se va a acabar: Multimedios, Televisa o Azteca.
>Van a seguir con Pello o sin Pello…
¡Exactamente!, con o sin Pello, pero seguiré vivo con mi página de Facebook gracias a Dios. Estoy convencido que sin mis redes sociales, para empezar, no estaría así de feliz como lo estoy en estos momento. Y quién sabe si estaría en los medios, pues conociéndome como soy, bastante tenaz, probablemente todavía estaría pero quejumbroso.
>¿Cómo nace tu pasión de los medios de comunicación, de estudiar la carrera?
Según me dice mi madre, tenía 10 u 11 años, y quería ser como todos: futbolista, pero no de americano. Jugaba en tercera división, sin embargo los entrenamiento eran en la mañana. Luego me dieron una beca para estar en Borregos, y la verdad, te lo juro, la gente que me conoce sabe que no estoy mintiendo: odio deportivamente hablando a Borregos.
>¿Y entonces qué pasó?
Mi sueño era jugar americano en la Prepa 2 de la UANL. Pero mi papá, que en paz descanse, me dijo un día en el futbol americano se descuidan los estudios; después esa mentalidad se la cambié. En el Tec cumplí ciertas normas y me impulsó.
A partir de ahí dije: “¿Sabes qué?, yo quiero estar en los medios, en la televisión. Y me acuerdo bastante que mi mamá se ría porque le decía con mucha seguridad: “Voy a estar en la tele, voy a tener un programa de radio porque siempre fui muy apasionado. Un 55 por ciento me gusta el futbol y un 45 el americano. Y mi papá me llevaba al estadio desde los dos años.
>¿Al de Tigres, me imagino?
Así es, desde los dos años estaba en el estadio, con eso crecí. Creo que el punto medular de todo esto es cuando me rompo por segunda vez -en tres años- mi ligamento cruzado y me operaron.
Entonces cuando estoy en la cama viendo un programa de televisión hablando de deporte, me dije: “Yo sé mucho de deportes, porque toda la vida así fui”. Cuando estuve en Puebla -esta historia está muy bonita- en el comedor éramos 60 jugadores de futbol americano, y cuando se acababa el entrenamiento y nos íbamos al comedor, discutía mucho con un amigo, pero fuerte, apasionado.
Hacíamos competencias con preguntas sobre deportes, y fue tanto el auge que los jugadores de americano cobraban 20 pesos por sentarse a comer con nosotros. Y así arrancó un programa con este amigo con el cual siempre discutía en Youtube. Así empecé, aunque mi papá no quería que estudiara comunicación. Pero no lo juzgo.
>¿Te decía que te ibas a vas a morir de hambre?
Sí, la típica, y que había que tener contactos para estar en televisión. Y me decía: “No, no pellito, se ingeniero. La vida me orilló a ser contador, entonces busca otra carrera”. En los medios tradicionales se pueden necesitar palancas, y en redes sociales no. Hay otra cosa que eso decir abiertamente: el color de mi piel, mi físico podía ser un factor. Mi papá decía que en la televisión había puros conductores altos, güeros y de ojo verde.
>¿Y qué te dijo tu papá cuando te vio por vez primera en una pantalla?
Se convirtió en mi fan hasta el día de su muerte, junto con mi madre. Y me dijo: “Pellito, le voy a decir algo, una mala y una buena. La mala es que lo van a odiar mucho, y la buena es lo van a querer mucho. En esa carrera nadie te va ignorar, y lo más importante en lo que tu vas a ser”. A partir de ahí mi papá se convirtió en mi aliado principal.
>¿Te has vacunado contra no ser soberbio, que se te suba el ego?
Y que todos lo tenemos.
>¿Estas consciente que hay un Pello antes y después de la entrevista con André Pierre Gignac?
Correcto, sí, para mucha gente sí. Yo tengo esta frase que dice: los números no mienten, y hoy me siento el número uno en lo que hago. Pero para estar en primer lugar hay que trabajar como el segundo.
Cuando le hice la entrevista a Gignac, primero fue entrevistado por un compañero de Multimedios y lloré de impotencia, porque Gignac me vio la cara al prometerme la primera entrevista. Después me marcó dos veces y no le contesté, estaba indignado. Y le dije: “Sé un hombre de palabra, tu me prometiste algo, cúmplelo”. Por eso le costó una hora y 50 minutos la entrevista de Facebook. Esa es la verdad.
>Por cierto, muy buena entrevista. En el género entrevista mis respetos. Supiste conducirla y se notó que Gignac estaba cómodo contigo.
Gracias. Mucha gente cree que Gignac es mi amigo, pero en la vida real yo tengo pocos amigos, simplemente respeto lo que hace y él respeta lo que hago. Lo conocí porque él veía mi programa “La hora del sabor” en Facebook. Entonces un día comentó: “Saludos Killer (Mancilla) y Gurú, de su amigo André-Pierre Gignac”.
Me río y digo: “Cómo vez Killer, Gignac nos está saludando. Sí, jaja. Se acabó el programa y Gignac me mandó un mensaje directo: “Eh wey, sí era yo”, con la foto de que estaba viendo el programa. Cuando me voy a Multimedios él no estaba muy de acuerdo; de hecho mucha gente no estaba de acuerdo. Porque él me decía: “Tu síguele igual en tus redes, fue la regla que me puso. Y la entrevista será para tu Facebook, te lo prometí”.
>¿Es cierto que cuando entras a Multimedios te quieren cambiar el nombre?
Sí, es en serio, que inventara un apellido. Y querían que dijera que mi abuelo era de Haití. Lo rechacé porque la oferta no era para Pello Maldonado, la oferta era para un nombre inventado. Eso fue en 2016 cuando me empezaron a buscar de Multimedios. Estaba muy enojado, y lo negativo se transformó en inspiración y motivación.
>¿En tu caso se aplicó el “que mal agradecido cuando dejaste Azteca y te fuiste a Multimedios?
Sí, totalmente. Una de las frases que también usan las empresas cuando alguien se va es: “Qué mal agradecido, pues aquí lo formamos”. Yo agradecido con TV Azteca siempre voy a estar.
>¿Dónde te sientes más cómodo? ¿Cuál es tu zona de confort?
Trata de ser el mejor en lo que eres único. Porque realmente todos somos únicos; el problema va cuando queremos imitar. Procura mantener siempre lo más importante: la confianza de la gente.
>¿Cómo le haces para tener todos esos contactos, para ganar las notas?
Aprovechando las oportunidades que tengo, cuando me encuentro a las personas correctas; no conozco a los directivos, ni de Tigres ni de Rayados. ¡Jamas los he saludado! ¡Nunca! Y he tenido versiones que dicen que no me ven tan bien. Pero encuentro otras formas, como pasó con Gignac. La gente normal que me manda un mensaje: “Oye soy el primo de tal por cual, va a pasar esto”. Entonces me muevo para confirmarlo con tres o cuatro personas que están adentro.
>Te has ganado algo que muchos medios después de décadas no se han ganado, tampoco periodistas: credibilidad. Tu sabes que la credibilidad en un medio, en un periodista, no se gana pasado mañana.
Y se pierde muy rápido, que esa es la otra.
>¿Qué recomendación le das a los estudiantes que quieran ser periodistas deportivos?
Que no encuentren excusas, que encuentren formas. Siempre hay un camino, y si en verdad lo quieres, siempre habrá un camino. ¿Qué es lo difícil? Encontrar ese camino, eso es todo. Hoy en día están las redes sociales. Puedes hacer un primer video y no se hace viral, pero si eres constante y si eres bueno tarde que temprano se te va a dar. No quise quedarme cruzado de brazos.
>¿Cómo haces para manejar los malos comentarios que hace la gente?
Al principio sí batalle, No traten de agradar a todos, es un error que a mi me pasó al principio. Cuando ustedes quieran hacer sentir mal de verdad a un periodista, a un conductor, a lo que sea del medio, no lo pelen. Y vuelvo a lo que me dijo mi papá que nunca se me va a olvidar: “Pellito, que te amen, que te odien, pero que jamás te ignoren”.
Entonces, cómo le hago compadre. Los buenos comentarios me los quedo, y para los malos tengo una frase que dice: “Aquí en este corazón no hay espacio p’al rencor, solo para el amor. Que Dios te bendiga y te deseo lo mejor de todo corazón. Se acabó”.
>¿Cuál sería tu mayor objetivo dentro de esta vocación? Dijiste que todavía no estabas conforme con lo que estás haciendo.
Cuando yo empecé decía: “Quiero llegar a ESPN, a Fox Sports, a los canales internacionales”. Y ahora que estoy aquí dejando que fluya, estoy muy feliz, no tengo una meta a corto plazo de irme. Tuve la posibilidad de irme hace siete meses a Telemundo en Miami; tenía a mi padre enfermo, pero tampoco voy a echarle la culpa a mi papá, pues quería quedarme en Monterrey.
A mi me encanta que salga a la calle y la gente me diga: “Gurú, medio abrazo” o “gurú ing… tu madre”. Tal vez me puedo quedar aquí el resto de mi vida y eso no me hace peor o mejor que los que están en ESPN.
>¿Qué recomendaciones tienes sobre dominar lenguas extranjeras?
El inglés me ha ayudado en los Super Bowls. Para las entrevistas es fundamental.
>¿Se planea el show en los programas deportivos. En tu empresa, ESPN, Fox Sports, arrebatándose la palabra buscando elevar los ratings. ¿Qué hay de cierto en eso?
Sí, muchas veces sí.
>¿El productor les dice: “¿¡Hagan show! ¡Grítense!?”.
Es un negocio y yo tengo que respetar. Por eso siempre recomiendo: “Síganme en mis redes”.
La televisión es de personajes, la radio es de personajes, y ahora como que quieren hacer que el personaje no sea el importante, que sea el concepto y para hacer concepto pues se ocupan muchas cosas.
Antes don Roberto Hernández junior, y todavía está María Julia, Adal Ramones, o sea eran personajes. Hoy el productor o el jefe se quiere sentir más importante que el talento, y eso no puede ser.
>¿A quién admiras?
Mi padre es mi héroe, y no lo cambio por nada; me enseñó tantas cosas en el ámbito laboral. Cuando yo arranqué un profesor de la maestría me dijo que yo le recordaba a un personaje de una televisora de Estados Unidos. Que después ya lo conocí y de hecho lo vi en persona en un Super Bowl. Se llama Stephen A. Smith y la verdad lo veo y digo: “¡Wow!”.
>Si un día Multimedios te ofrece un programa como el de Chavana, donde hay minifaldas y todo eso, ¿lo harías?
Me quieren meter a Las Noches del Futbol y no es lo mío. Yo informo y entretengo cuando estoy en televisión, en radio o en mi Facebook.
>¿A nivel nacional a quién admiras, tipo José Ramón Fernández..?
A nivel nacional a nadie.
>¿Y en lo local a alguien como Mario Castillejos..?
Lo respeto obviamente. A él es de los pocos que respeto.
Pello Maldonado se levanta de su silla. Saluda y se toma selfies con quienes se lo piden. Pasan los minutos, muchos, porque la fila de sus seguidores en Facebook es interminable, y no deja de sonreír.
Por fin es libre, se enfila a su camioneta y toma su celular para grabarse. Sus fans esperan que polemice previo al Clásico Tigres-Monterrey. Sabe que está en su momento.