
La carrera de su vida empezó desde que era un niño cuando tomó el carril de la pista enfocado al deporte. Su padre le inculcó esta faceta por medio de diversas modalidades que abarcaron desde la natación, cama elástica, aunado a juegos de agilidad mental como el ajedrez.
Conforme fue creciendo no se descarriló. Cuando cambiaron su residencia a Monterrey (1961), procedentes de la Ciudad de México, buscó la manera de seguir activo en el rubro.
Gustavo Caballero recuerda que no había muchos lugares para practicar alguna de las disciplinas aprendidas. Pero eso no fue un impedimento para despertar su interés y convertirse no sólo en corredor, sino en presidente Fundador de Club Coyotes de Monterrey.
“Estaba empezando apenas el Deportivo Cumbres y todas las mañanas veía mucha gente corriendo ahí desde temprano. El doctor Virgilio Lozano era uno de ellos, estaba tan bien físicamente que dije: ‘tengo que empezar a correr todos los días’ ”, expresó Caballero.
En su afán por mantenerse en forma, realizaba su rutina y se hizo de amigos atletas en esa zona que no se encontraba tan poblada como ahora. “Estaba muy solo y había coyotes, de ahí que fundamos el club con ese nombre”, dijo.
“Empezamos a hacer recorridos, organizamos el primer Triatlón y gané en la categoría de veteranos: fue una gran experiencia”, comentó. Pero la carrera no terminó ahí, siguieron vigente con otras actividades como club.
Sin embargo, la vocación por la veterinaria y la zootecnia le demandaba tiempo. Había que atender el consultorio, así que decidió abandonar “las corridas” y parte de su tiempo libre lo dedicó al ciclismo de montaña.
Años después y tras unas revisiones médicas, le detectaron desgaste en la cadera. Vivió días de intenso dolor, sin poder caminar, hasta que finalmente se sometió a una cirugía donde le hicieron un reemplazo de cadera.
Su trayectoria atlética parecía haberse esfumado pero no fue así. “Quedé muy bien de la operación, me recomendaron no hacer deporte de alto impacto como correr. Desde entonces, hago rutina en el gimnasio”, explicó el actual legislador de la bancada del PRI en el Congreso Local.
La carrera sobre la pista quedó atrás sin alejarse del deporte y el contacto con los animales. Esta última faceta de la que se retiró hace ocho años y concluyó hace dos, cuando llegó a la meta: cerró su consultorio.
Desde que se adentró al tintero político, al ocupar cargos de elección popular (2006), divide su tiempo entre su agenda legislativa, su esposa e hijos y su pasión por el ejercicio.
“Ahora hago bicicleta estacionaria, banda, pesas, entre otros aparatos y rutinas para evitar lo menos posible el desgaste de cadera. No es diario porque creo en el equilibrio y sólo lo practico entre tres o cuatro veces por semana”, señaló.
La velocidad con la que lo ha aplicado su espíritu de liderazgo y capacidad de organización lo han encaminado a servir en una ruta donde ni los correcaminos lo pueden alcanzar.
Impulsó el deporte con los maratones y triatlones, se ha dedicado a promover el cuidado y protección animal en el aspecto profesional, y proponer iniciativas para el bien de los nuevoleoneses desde la trinchera política. Ante ese escenario, se mantiene en una ruta en la que ni los correcaminos los pueden alcanzar.
DE LA PISTA DE CARRERAS
A UNA CURUL
La práctica del ciclismo de montaña y conocimiento en el tema fue el punto de partida para que Caballero Camargo tarde -46 años de edad- se iniciara en una carrera distinta a la atlética o de vocación y en la que fue colaborador durante los gobiernos priistas de Sócrates Rizzo, José Natividad González Parás y Rodrigo Medina de la Cruz.
Su incursión en la política fue a pasos cortos pero certeros. Empezó en cargos administrativos al desempeñarse en la Coordinación de la Secertaría de Desarrollo Social (1991-1993), tras la invitación que le hizo Jorge Manjarres -en aquel tiempo director de Tránsito de Monterrey- y Daniel Bautista -director de deportes con Rizzo-.
El contacto que tuvieron los tres, se debió a que Manjarres estaba interesado en adquirir una bicicleta y Bautista le aconsejó se acercará a Caballero Camargo por ser un experto en el rubro.
De ahí, que su trayecto en la pista de la política no cesara. Del 93 a 94, fue director de Concertación Social en la Secretaría de Desarrollo Social de Nuevo León; coordinador de Programas de la misma secretaría durante los siguientes dos años.
Retomo el carril de lo deportivo al incorporarse como director de Administración y Finanzas en el Instituto de la Juventud y el Deporte en el 96. Posteriormente fue nombrado secretario General de la CNOP.
Fue hasta 2006 que dio un paso agigantado al contender por la Diputación Federal por el Distrito V en la LX Legislatura y ganó. Caballero Camargo recordó que cuando les dio la noticia a sus hijos, le cuestionaron al respecto por la edad y percepción que tiene la sociedad de los políticos.
“Mi hijo me dijo: ‘papá, ¿qué te pasa?; temía, pero me he enfocado en servir, tal como me lo inculcó mi padre y como vi que se comportaron mis tíos, quienes han ocupado cargos en la función pública en Tamaulipas”, detalló.
La cámara de Diputados Federal representa para Caballero “un excelente escenario para hacer cosas” y desde que llegó ahí se ha propuesto ser de las personas que toman decisiones y actuar con compromiso.
“Creo que es ahí donde más se hace en temas legislativos. Modifiqué el Código Penal para sancionar el delito de robo de chatarra y propuse una iniciativa para que las personas que están en buró de crédito fueran eliminadas de la lista, sin dejar de hacer sus pagos con tal de que pudieran realizar otras compras; yo lo viví en carne propia”, enumeró.
Como esas muchas propuestas más lanzó para el bienestar de la sociedad neolonesa y aunque finalizó su función en la Cámara, continuó su labor de servicio en Fomerrey.
“Lo mejor que me ha pasado en mi vida es estar en Fomerrey, es un organismo muy humano, con un sentido social alto que lamentablemente se ha viciado, pero es un mecanismo que ha ayudado a muchos a regularizar los predios de quienes llegan, invaden y se posesionan de ellos”, comentó.
Reveló que “es el organismo más puro en materia de desarrollo social en el que tuve el privilegio de servir y que extraño”.
PRESENTARÁ UNA LEY
PARA LA VIDA DIGNA
Tras concluir la Dirección en Fomerrey, Caballero Camargo no se quedó quieto. Siguió un recorrido para ser electo diputado Local del PRI por el Distrito I y una vez más lo logró. Se integró a la LXXIII Legislatura.
Y aunque se cuenta con una agenda legislativa como partido para el periodo ordinario del segundo año de ejercicio, Caballero ya tiene dos iniciativas de ley en análisis para presentar: “Ley de Voluntad Anticipada y modificaciones a la Ley de Protección de Animales”, expresó.
“La primera sé que será controversial y lo estoy analizando, pero es una ley que permitirá a la gente decidir cuándo dejar de vivir y no es eutanasia. Como en otros estados es una ley para la vida digna”, dijo.
Argumentó que es un tema que tiene que ver con el tema de aborto, concepción de la vida y la muerte natural, al no querer que sometan a uno a procedimientos dolorosos para prolongar la vida con una mala calidad.
“Sé que es complejo pero se va a dar poco a poco porque es una situación real y que se vive en la localidad y entidad. Va a ayudar a muchas personas y a veces el paciente o enfermo tiene esa voluntad”, manifestó.
Mientras tanto, el diputado consulta la iniciativa con comités de bioética, hospitales, con el fin de presentar los beneficios que traería esta ley para quienes viven los últimos días.
En ese mismo rubro, del sector salud, enfocará su trabajo a la prevención de la diabetes, ya que se incrementa el número de casos, sobre todo en jóvenes, agregó.
Por otro lado, adelantó que revisa el tema de la eutanasia en los animales, por lo que hará una modificación a la Ley de Protección en algunos aspectos y que en su momento presentará a detalle.
LA IMAGEN DICE MÁS
QUE LAS PALABRAS…
“La imagen es importante”, dijo Caballero, aspecto que consideró relevante tras haber tomado un Diplomado en Estrategias de Calidad en el Servicio en el ITESM.
Con esa consigna, mencionó que aún y atendiendo la clínica como veterinario, “siempre porté corbata y decidí que tanto yo como el personal teníamos que ir bien vestidos”.
Reconoció que generalmente los de su especialidad visten de mezclilla, sombrero y botas si andan en los ranchos pero hay quienes son exclusivos de consultorios que portan su bata.
“El outfit tiene mucho que ver, como dicen mis hijas”, expresó el representante del PRI en el Congreso Local, quien trata de elegir algo formal para sus horas de trabajo.
“Me gustan los trajes y uso colores oscuros aunque en veranos claros. Las corbatas son mi afición y en especial las de Pineda Covalin”, reveló. La diseñadora es una de las más reconocidas en el país y en sus diseños resalta la cultura y colorido mexicano.
Para complementar su atuendo combina el calzado de acuerdo a los tonos que utilice en el traje. Luce su corto y poco cabello, canoso con un corte tradicional, del que se encarga una estilista a la que les es fiel por su trabajo.
Recuerda que cuando recién llegó a Monterrey, su padre lo llevaba con un peluquero, pero al paso del tiempo cambió de persona, que hasta dejó que la estilista de su esposa lo atendiera. Finalmente encontró a su preferida.
Para acentuar su presencia se pone el traje, camisa, corbata, calcetines y calzado. El toque final… la fragancia, no puede faltar: le agradan los olores cítricos pero varía su uso de acuerdo a la época del año. El tiempo vale oro… y vaya que sí porque es muy puntual: “no me gusta esperar ni hacer esperar. No sé si es por el deporte que pienso así pero si llegas dos minutos tarde a una carrera, ya valió”, dijo el legislador priista.
Para optimizar su tiempo en las rutinas de ejercicio que ejecuta en el gimnasio antes de ir a sus actividades legislativas, porta un reloj deportivo; viste ropa adecuada, porta accesorios como maleta, guantes y faja marca Nike o Polo.
Con el traje luce un Cartier en tonalidad oro y plata. “De esos tengo dos”, señaló sin ser presuntuoso y no muy afín a prestigiosas firmas pero que, sabe, dan un toque de elegancia a su atuendo formal.
LA MÚSICA, LECTURA Y COMIDA: SU MEJOR HOBBY
En su tiempo libre, porque trata de ser organizado con sus compromisos profesionales y personales, aprovecha para leer y disfrutar de excelentes melodías, pero sobre todo, para estar en familia.
“De Sabina y Serrat tengo toda la colección aunque también prefiere música clásica y de tenores como Plácido Domingo, Pavarotti, por mencionar algunos: escucho de todo”, manifestó.
Pero no le basta oír una buena canción. Toca la guitarra y el teclado que aprendió de manera autodidacta. Gusta de lo romántico en esta faceta.
En cuanto a la lectura, subrayó: “he retomado audiolibros de Carlos Fuentes, Alejo Carpentier que me gusta mucho, así también de autores tradicionales como Vargas Llosa y José Agustín, entre otros. “Leo en italiano”, añadió.
El ambiente hogareño no está fuera de su gusto. Y como le fascina cocinar, no descarta ir a restaurantes para probar otras especialidades junto a su esposa e hijos.
“Actualmente vivimos en casa sólo mi mujer y yo porque los hijos ya hicieron su vida. Le ayudo cuando puedo y si no preparamos algo de comer en casa, claro que salimos a probar algo diferente; me encanta la comida italiana y el vino tinto”, dijo.
Comentó que con tanta tecnología, es un hombre que está a la vanguardia. Cuenta con una aplicación en su Iphone para obtener información técnica del vino que cata o bebe con tan sólo escanear el código de barras.
Sin estar pegado a las redes sociales, fuera de horario de trabajo vive al 100 los momentos para compartir su tiempo al lado de su mujer y sus hijos.
La carrera de la vida le ha enseñado que debe existir un equilibrio entre todo. Llegó a la meta soñada: formar su familia, desempeñarse en su vocación como veterinario, ser un atleta y servir a la ciudadanía. En sus marcas, listos, fuera… el camino sigue.