
— Para que la gente sepa: ¿quién es Tomás Montoya?
A lo largo de mis 41 años de vida la política siempre ha sido una presencia constante. Ya sea en el desayuno, la comida o la cena, en casa con mi mamá o mi papá, la política siempre ha sido un tema habitual. Acompañar a mis padres en recorridos y reuniones de trabajo durante los fines de semana era algo normal para mí. Crecí inmerso en ese entorno, y creo que la exposición constante a la política fue formando en mí una vocación que decidí explorar mientras estaba en la preparatoria.
De esa manera, una cosa llevó a la otra, y tuve mi primera oportunidad de trabajar en la administración pública. Fue en un momento crucial, ya que se acababa de crear el Instituto Estatal de la Juventud, y a los 21 años, tuve la oportunidad de asumir el cargo de director de Valores y Liderazgo.
— ¿Cómo un joven de esa edad puede inclinarse por el servicio público?
Siempre sentí un llamado y una vocación hacia el servicio público. Creo firmemente que cuando lo ves como un servicio y no simplemente como un trabajo, debe ser una vocación. Esta vocación es la que te impulsa a hacer sacrificios. Como joven, por supuesto, solía reservar tiempo para estar con mis amigos y disfrutar de mis pasatiempos como el básquetbol y el fútbol. Pero cuando se trata de una verdadera vocación, eso te lleva a realizar sacrificios adicionales.
Posteriormente, tuve la oportunidad de desempeñarme en otros cargos hasta que, a los 26 años, tuve el honor de ser diputado local en la septuagésima segunda legislatura en el Congreso de Nuevo León.
— Ya son ligas mayores porque se encuentra un escenario donde tiene que haber consensos y discrepancias con otros partidos entonces, ¿cómo vive un joven de esa edad este este nuevo escenario político?
Lo vives como una etapa de aprendizaje, al menos yo siempre he buscado verlo siempre como como una posibilidad de aprendizaje y desde luego ves muy claro tus ideas en lo que tienes que trabajar. Yo, por ejemplo, sabía que el tema de seguridad pública era un tema muy importante para los ciudadanos de Nuevo León, entonces pude estar en la Comisión de Seguridad Pública y desde ahí pudimos trabajar temas muy importantes.
Te pongo algunos ejemplos: se pudo trabajar en la Universidad de Ciencias de la Seguridad, eso representa el inicio o la creación de Fuerza Civil.
Entonces hay muchos temas en los que tienes oportunidad de trabajar y eso va respondiendo a las necesidades que tiene tu estado, tu sociedad, tu comunidad, yo lo veo como una etapa de aprendizaje.
Otro de los temas en los que me tocó trabajar como diputado local fue buscar que la educación media superior fuera obligatoria.
— ¿Cuál la importancia y el peso de los jóvenes en la sociedad actual?
Para iniciar, los jóvenes han dejado de ser considerados el futuro para convertirse en el presente de nuestro Estado. Como representante, ya sea en el Congreso, en la parte ejecutiva a nivel municipal, estatal o federal, es imperativo buscar soluciones para el segmento más extenso de la población.
Después de mi participación en el Congreso local, tuve la oportunidad de ir a la Cámara de Diputados en la Ciudad de México. Antes de eso, ocupé el cargo de secretario de Desarrollo Social aquí en Guadalupe. Previamente, coordiné campañas para la presidencia municipal.
En Ciudad Guadalupe, tuve la oportunidad de trabajar en el área de Desarrollo Social, la cual es muy gratificante debido a su estrecho contacto con la comunidad y la posibilidad de abordar necesidades concretas.
Posteriormente, desempeñé el cargo de diputado federal durante la 63 Legislatura. Durante ese periodo, abordamos diversas cuestiones, pero un tema que me apasionó particularmente en la Cámara Federal fue el cambio climático. Fue un ámbito que comprendí profundamente y en el que me involucré con entusiasmo.
Me desempeñé como integrante de en la Comisión de Hacienda y Crédito Público. Durante mi labor, abordamos la legislación sobre disciplina financiera, la cual tenía como objetivo establecer un marco para que los municipios y estados gestionaran sus deudas de manera ordenada, en beneficio de la comunidad y los ciudadanos.
— Recientemente se aprobó esta ley en la que ya solamente hay que ser mayor de edad para poder aspirar una curul en el Congreso de la Unión ¿está de acuerdo?
Al final del día es el ciudadano quien decide quién quiere que lo represente. Si a los 18 años se tiene la oportunidad de votar, también se tiene la oportunidad de ser votado. Sin embargo, en este punto, apelamos a la madurez del elector, confiando en su capacidad para evaluar quién será el mejor representante.
En última instancia, se trata de un derecho. Lo que me gustaría destacar es la capacidad de la comunidad y la sociedad para discernir a quién desean tener como representante.
Mi punto es que los jóvenes deben involucrarse en los temas públicos desde temprano para adquirir experiencia, ya que esta experiencia siempre contribuirá y nos ayudará a lograr mejores resultados.
— Después del Congreso de la Unión regresa a Guadalupe a la presidencia del DIF, que es un cargo de mucho contacto con la con la ciudadanía.
Concluí mi responsabilidad en la Cámara de Diputados el 30 de agosto de 2018. Retomé mis actividades profesionales, pero surgió la oportunidad de asumir el cargo de presidente honorario del DIF. Esto implicaba equilibrar mi tiempo entre mi práctica profesional y atender el DIF, un tema que me apasiona profundamente.
Regresar a esta labor me enganchó por completo, ya que creo que dar sentido a la participación política radica en cambiar el día a día de las personas. La política tiene diversas facetas, pero poder mejorar la vida de alguien es lo que realmente otorga significado al servicio público.
— Su esposa, sus hijos ¿están conscientes del trabajo y del tiempo que amerita su labor?
La verdad es que Daniela es muy solidaria y me echa mucho la mano en muchas cosas. Ella atiende a algunos de los eventos. Me ha ayudado mucho; nosotros siempre platicamos sobre el tema de la salud visual. Desde que fui diputado, trabajé mucho para acercar operaciones de cataratas y para asegurarme de que las personas que necesitaran lentes pudieran contar con ellos.
Ya tenemos cerca de 700 operaciones de cataratas que se han realizado. Y bueno, la verdad es que son 700 historias a las que les cambiamos la vida. Son 700 historias de abuelitas y abuelitos de Guadalupe que ahora pueden ver mejor a las personas que más quieren y realizar sus actividades cotidianas de una mejor forma.
— ¿Cuáles programas del DIF son como insignia o que marcaron definitivamente un mayor cantidad de población?
Bueno, en primer lugar el programa ‘Ojos que Sí Ven, Corazón que Sí Siente’ ha proporcionado 50 mil pares de lentes a los habitantes de Guadalupe, incluyendo niños, hombres, mujeres, adultos mayores y jóvenes. Todas estas personas representan historias únicas.
Si lo pensamos de otra manera, es como llenar el estadio de Rayados con beneficiarios de esta gran familia del programa ‘Ojos que Sí Ven, Corazón que Sí Siente’.
A la fecha, hemos construido cinco macrocentros en los sectores Nuevo Almaguer, Tierra Propia, Tres Caminos, Cañada Blanca y Rancho Viejo. Se eligieron estas áreas después de revisar las estadísticas de criminogénesis, es decir, donde ha habido más problemas de violencia intrafamiliar y similares.
Las estadísticas de violencia intrafamiliar en Guadalupe muestran una disminución del 19 por ciento en las denuncias, lo que indica el impacto positivo de este enfoque.
Para este año, se están construyendo tres nuevos macrocentros en Valle Soleado, Nuevo San Rafael y Dos Ríos.
Además, existe un tercer programa llamado ‘Si lo cuidas, te cuida’. Este programa consiste en proporcionar apoyo económico mensual a los cuidadores, permitiéndoles cubrir gastos como despensas, pagos de recibos y transporte, actualmente son alrededor de 600 beneficiarios en el municipio.
Además, desarrollamos otros programas significativos como el de corresponsabilidad entre la comunidad y el gobierno, conocido como ‘Promotoras de la Familia’.
Este proyecto es un hermoso ejemplo de colaboración entre la comunidad y el DIF de Guadalupe.”
— ¿Qué es lo que considera o que la gente le ha dicho que falta en el municipio?
El municipio enfrenta diversos desafíos. Brindar servicios públicos en una ciudad tan extensa implica mayores costos, ya sea en la recolección de basura o el alumbrado público. En Guadalupe, nuestro enfoque es mejorar constantemente la calidad de los servicios públicos para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Un aspecto crítico para los habitantes es la seguridad pública, ya que todos desean la tranquilidad de que sus seres queridos regresarán a casa sanos y salvos.
En este sentido, el Municipio de Guadalupe implementó políticas públicas como el C4 inteligente, la instalación de cámaras de seguridad con capacidades avanzadas como la lectura de rostros y placas, junto con reportes automáticos de robos o actividades sospechosas.
Al dotar a nuestra policía con estas herramientas, mejoramos su capacidad de respuesta ante diversas situaciones, contribuyendo así a la seguridad general de Guadalupe.
— ¿Cuál va a ser la participación de los jóvenes en este nuevo proceso electoral, y no me refiero al electorado, sino a los jóvenes protagonistas que pueden aparecer en la boleta?
Estamos viviendo un momento sin precedentes en la historia de nuestro país, con una generación de jóvenes más numerosa que nunca. Es crucial la participación de jóvenes que aspiren a cargos de elección popular, pero yo voy más allá de la edad; debe tratarse de una cuestión de actitud, valores y una generación que aspire a trascender y generar un cambio significativo para su comunidad.
Lo esencial es que los perfiles cuenten con la preparación, la experiencia, el ímpetu, las ganas, la determinación y la decisión de transformar positivamente su entorno.
El 2024 será un año significativo para Guadalupe, que será sede del Mundial de Fútbol. Esto presenta un reto importante para el próximo alcalde del municipio, quien deberá liderar una ciudad en la mira de todos, es una oportunidad única para impulsar el desarrollo de Guadalupe.
— En lo que respecta a Tomás Montoya ¿cómo se ve en el 2024?
Asumiendo retos, porque así es como hay que encarar la vida. Siempre hay que estar atentos a las posibles adversidades que puedan surgir. Sin embargo, participar activamente, siempre buscando contribuir a la comunidad y al bienestar de Guadalupe, es una responsabilidad constante. Sea desde cualquier trinchera o espacio disponible, ya que es una comunidad que aprecio profundamente. La conozco desde mi infancia, desde los 9 años, he tenido la oportunidad de recorrerla, conocer a su gente, entender sus causas y necesidades. Por lo tanto, visualizo la oportunidad de continuar contribuyendo a su desarrollo y mejoramiento para que Guadalupe continúe siendo la ciudad para crecer.
— Hay muchas encuestas que lo colocan como candidateable para la alcaldía de Guadalupe ¿es un anhelo que tiene?
Agradezco sinceramente las muestras de apoyo que he recibido de muchas personas, como se ha reflejado en encuestas de opinión pública. Estas muestras son un estímulo y siempre me motivan a trabajar con mayor ímpetu, a ser más observador del desarrollo de las cosas.
Veremos qué nos depara el 2024. Lo que puedo afirmar es que Guadalupe tiene el deseo de avanzar, de seguir progresando, y estaremos ahí para contribuir a ese impulso positivo.