POR HEctor Bencomo
Javier Benítez Gómez es un hombre que, a sus 70 años, puede decir que ha triunfado en la vida. Su bi-sabuelo y su padre fueron gobernadores de Nuevo León y él ha sido empresario de éxito y patriarca de una familia unida.
Según sus palabras, no cambiaría nada en su vida… bueno, casi nada. Simplemente le hubiera gustado haber empezado más temprano a ayudar a organizaciones públicas como la Cruz Roja.
Actualmente es parte de la directiva de la benemérita institución, presidente del consejo estatal para la promoción de los valores y la cultura de la legalidad.
A pesar de no ser egresado de la UANL, se ha encargado de “revivir” el Sorteo de la Siembre Cultural. Esto entre muchas otras actividades privadas y públicas.
En su oficina del corporativo Value, Benítez Gómez habla despacio. Hay poca luz y muchos cuadros en las paredes. El ambiente es de tranquilidad.
A pesar de su edad, el contador público de carrera, pero negociante por convicción, luce lleno de vida y poco a poco deja escapar los recuerdos de un Monterrey muy diferente al de hoy.
Su educación fue estricta, a pesar de ser el menor de cinco hijos.
“A mis abuelos casi no los conocí, pero mis abuelas eran una generalas, bastante duras, pero muy humanistas”, dice con una sonrisa.
“Mi papá (José Benítez) fue gobernador, un tío de él fue gobernador interino (Pedro) y mi bisabuelo (Jesús María) también fue gobernador del Estado. Por los dos lados me viene sangre de gente que está acostumbrada al servicio público.
“En mi familia siempre se ha dado esa bonhomía que es colaborar con la sociedad o con la gente que lo requiere”, afirma el empresario.
Recuerda que en sus años mozos la honorabilidad era algo insustituible, no había forma de que alguien hiciera algo malo porque la pequeña sociedad de aquel tiempo lo recriminaba.
“Mi mamá (Eva Gómez) era de Linares y se casó muy joven con mi padre (a los18 años)”, comenta Benítez Gómez.
“Mi padre estuvo durante la Primera Guerra Mundial en Alemania, era el encargado de la embajada de México en Alemania y Austria cuando se rompieron las relaciones con esos países”.
Don José Benítez Martínez regresó a Linares cuando tenía 32 años. El entonces gobernador, Aaron Sáenz, lo llamó para que le ayudara.
“Mi papá estuvo dos años como interino y en ese tiempo se casó con mi mamá, que tenía 18 años, y él 36”, dice.
ANECDOTAS DE FAMILIA
“Mi mamá era muy atrabancada. Un día cometió una infracción de Tránsito y se quejaron con mi papá de que constantemente lo hacía. Mi papá mandó que le quitaran el auto. Lógicamente la bronca se vino cuando llegó en la noche a la casa…”.
Ante la situación, el señor Benítez respondió:
“Si eres una persona educada, como lo eres, y tienes el atrevimiento de cometer faltas, tiene que afrontar las consecuencias, hay que ser muy legales en esto”.
A partir de allí se acabaron las infracciones al reglamento.
Benítez Gómez dice que su padre los enseñó a respetar a las autoridades, a la gente.
“Nos traía caminando derecho”, dice con una sonrisa.
Quizás por ello la promoción de los valores es prioridad en la vida de Benítez Gómez. Como presidente del Consejo Estatal para la promoción de los Valores y la Cultura de la Legalidad, se ha dado a la tarea de conservar a Luca, la marioneta gigante que tuvo gran éxito en el fórum.
A través de este muñeco se promociona entre los niños el valor de ser honesto.
“Yo no soy el papá de Luca, soy el padrastro”, dice con una gran sonrisa, explicando que después del fórum el títere iba a desaparecer, pero creyó que valía la pena correr con los gastos de manutención y llevarlo a los diferentes municipios de Nuevo León con su mensaje de amistad.
el ejemplo de su padre
“Siendo yo el más chico de la familia convivía mucho con él. Recuerdo que cuando tenía yo unos 15 ó 16 años, me iba con mis amigos al cine por las noches.
“Un día me dijeron mis amigos que le pidiera el carro a mi papá. El estaba en la sala cuando llegué con la propuesta”, recuerda.
“Me dijo ‘Sí, cómo no, aquí están las llaves’. Me quedé sorprendido, pero agarré las llaves y ya iba saliendo cuando me dice: ‘Perdóname tantito ¿tienes licencia?’ y yo le respondí que no”, comenta el empresario.
“Mi papá me dijo ‘entonces, cuando tengas licencia me avisas. Dame las llaves, y se las regresé”, explicó el entrevistado.
Pero el joven Javier no se iba a quedar conforme, por lo que acudió al entonces pueblito de San Pedro Garza García y con 20 pesos tramitó y obtuvo su licencia de conductor.
Y regresó con su padre…
“Papá, fíjate que necesito el carro”, le dijo.
“Encantado de la vida. Desde luego que ya tienes permiso”, le cuestionó su progenitor.
“Sí, papá”, contestó el muchacho.
“Ah, ¿ya tienes licencia? Pero seguro es ilegal, ¿a quién sobornaste?”, le dijo.
Y sin más miramientos le quitó la licencia y la cortó en dos diciéndole:
“Por lo pronto no vas a tener domingo en los siguientes seis meses porque yo no te voy a dar dinero para que sobornes a la gente”.
Y a partir de allí, aprendió que caminar derecho es lo mejor para todos.
VOCACION Y CARRERA
Don Javier confiesa que no era muy bueno en la escuela… pero le alcanzó para terminar una carrera y después dedicarse a lo que le gustaba: los negocios.
“Tuve muchas conversaciones con mi padre sobre qué carrera quería seguir. Yo siempre fui bastante mediocre para los estudios, me gustaba más trabajar”, dice sin falsos adornos.
Puso como ejemplo que traía aguacates de Tamaulipas o limones de Linares y los vendía entre sus amistades.
“Yo quería estudiar una carrera de administración de empresas, pero mi papá me dijo que no”.
Fue así como se decidió por la de Contador Público, la cual combinó con diferentes trabajos a escondidas de su padre.
“Entré a trabajar en Tubacero. Mi papá estaba en el consejo, pero no sabía que yo estaba allí hasta una tarde que me vio”, recuerda Benítez Gómez.
“En la noche me cuestionó, pero yo le prometí que iba a terminar bien mi carrera”.
Eso pasó en julio y su papá murió en octubre.
“Jamás dejé de trabajar, pero terminé mi carrera”, dice con orgullo. “Nunca me sentí como contador público, sólo fue una herramienta para mis negocios”.
EL REY MIDAS
“Yo tengo una característica muy específica. Casi todos los negocios que he tomado son negocios quebrados”, explica el empresario.
Así fue dueño de Refaccionaria del Norte y luego comisario de un banco en el municipio de Linares.
“El banco quebró y yo lo saqué adelante. Después lo vendí en los años 80.
“Para hacerlo banca múltiple tuve que comprar una financiera y una hipotecaria. Y en México me encontré uno de cada uno… quebrados”.
Comenta que prácticamente se los regalaron.
“Los puse a trabajar y los sumé al banco. Afortunadamente vendí un año antes de la nacionalización bancaria”.
La situación del país alejó de los negocios a muchos empresarios y Benítez Gómez decidió poner atención a su familia, por lo cual viajó al extranjero para supervisar los estudios de sus vástagos.
“Como quien dice, duré tres años jubilado. En 1992 compré Value en México.
“Esa empresa no estaba quebrada, pero en el 93 quebramos”, admite.
Fue entonces que le habló al también empresario Carlos Bremer, a quien propuso unirse y sacar la empresa adelante.
“El acababa de dejar Abaco. La cosa económica se compuso un poco en México y tuvimos éxito”, recuerda.
AYUDAR ES LA PALABRA
Javier Benítez Gómez se traslada hasta los años 40, cuando era un niño, y recuerda su primer contacto con la Cruz Roja.
“Me siento muy obligado con la Cruz Roja porque desde niño me llevaban a las kermeses que organizaban en la plaza Zaragoza, allá por los años 40”, dice, y admite que era medio travieso.
Su madre fue parte de la benemérita institución y luego una de sus hermanas. Asimismo, su esposa (Dolores de la Garza) tiene 43 años de estar ayudando y siempre le habían dicho que sólo faltaba él.
“Yo les decía: ´ya les presto a mi señora, con eso tenemos´”, comenta y suelta una carcajada.
Realemente toda la familia ha estado ahí.
Benítez Gómez se unió a la Cruz Roja desde hace cinco años, cuando lo invitaron al Consejo de directores.
“Hemos aumentado el presupuesto anual de la Cruz Roja de 20 a 50 millones. Cambiamos todo el equipo móvil, modernizando el puesto de socorro de avenida Universidad”, cuenta.
Sin embargo, sabe que falta mucho por hacer.
“El proyecto es una remodelación completa del puesto de socorro base, pues en cuarenta o cuarenta y tantos años no se le ha dado mantenimiento adecuado”.
En ese plan se invertirán entre 2 y 3 millones de dólares.
De algo que se siente orgulloso don Javier es de dejar escuela; es decir, invertir en educación. Actualmente la Cruz Roja ofrece la carrera de Enfermería.
“Es muy importante porque al mismo tiempo es bachillerato. Todas la enfermeras que salen de la Cruz Roja lo hacen con un trabajo seguro”, comenta.
Sólo la UANL y la Cruz Roja tienen esta carrera y los egresados cuentan con un amplio campo laboral, incluso en Estados Unidos.
SIRVIENDO BIEN
Sacando cuentas de los servicios brindados en 2007, la cifra rebasa el millón de personas beneficiadas en Nuevo León.
“Beneficiar a un millón de personas de un universo de 5 millones, quiere decir que hay mucha necesidad”, dice Benítez Gómez.
La Cruz Roja no sólo acude a los accidentes a dar auxilio, son varios los servicios que dan, como consulta o ayuda en catástrofes.
También la institución da cursos a las empresas que lo requieren.
“En los accidentes en las fábricas la primera atención es de ellos mismos. Qué mejor si saben cómo hacer las cosas porque de eso depende muchas veces la vida de la persona”, comenta el empresario.
Es tan grave la situacion que un 30 ó 40 por ciento de la gente que acude a la Cruz Roja tiene IMSS, pero por la cercanía o la tardanza en atención prefieren ir con no-sotros
“Inclusive nos dan su donativo y eso es reconocer la labor de la Cruz Roja”, agrega Benítez Gómez.
EL CASO TABASCO
El año pasado Tabasco sufrió una de las más graves inundaciones de la historia y la Cruz Roja de Nuevo León estuvo allí.
“Fuimos uno de los principales donantes del estado”, asegura el empresario. “Hay que ser propositivos, buscar la ayuda y canalizarla. La cantidad de mercancía que mandamos por avión o en tráilers fue abundante”.
Lo principal del acopio no es nada más pedir: es ordenar, clasificar las mercancías, hacer que desde aquí vayan los paquetes en orden para las familias porque allá no van a tener tiempo de hacer las bolsas.
“Nosotros los hacemos aquí y eso requiere una gran cantidad de personas. Más de mil personas participaron en todo ese trabajo de Tabasco. Sólo voluntarios.
“Eso habla de que la gente respeta y tiene cariño a la Cruz Roja y sabe que todo se va a llevar a cabo de una forma muy honesta y profesional”, asegura Benítez Gómez.
Dice que le tocó en suerte encontrar un sistema de sartenes que se calientan con la luz solar.
“Conseguimos y compramos 600 sartenes. Cuando llegaron allá el delegado de la Cruz Roja de Tabasco me llamó muy emocionado alabando el donativo”.
¿QUIEN AYUDA A LA CRUZ ROJA?
La Cruz Roja se mantiene principamente con el dinero de las colectas y de los donativos privados, ya que pocas dependencias de gobierno levantan la mano cuando se trata de aportar recursos.
“Son muy pocos los municipios que nos ayudan con algo. Nosotros no podemos depender de ningún gobierno, nos debemos al público y el público nos mantiene”, dice tajante.
“Desde que estoy yo aquí cada año ha avanzado en la colecta, lo cual quiere decir que hay gratitud, buena experiencia con la Cruz Roja”.
Benítez Gómez dice que a veces también reciben quejas, pero todo tiene su razón de ser.
“El crecimiento de la ciudad ha sido exponencial. No tenemos la preparacion para este desbocamiento que ha habido en el tráfico.
“Nos falta un buen sistema de transporte público porque dentro de poco no vamos a caber en las calles y a Cruz Roja no van a poder dar el servicio”, aseguró.
CUENTAS CLARAS
Manejar dinero público es algo serio, por ello la Cruz Roja debe mantener sus cuentas claras.
“Estamos auditados nacional e internacionalmente”, asegura Benítez Gómez, “sentimos que la calidad de nuestra informacion financiera es un deber moral para con el público”.
Constantemente se están haciendo estudios del área administrativa y alguas empresas privadas les ayudan.
“Además tenemos observadores de todo el mundo. Nosotros tenemos nuestro propio personal y supervisamos por todos lados para que las cuentas salgan bien”, concluyó.
CRUZ ROJA: SU TAREA
Por: Alejandra Mendoza
Por Alejandra Mendoza
Aunque la imagen de la Cruz Roja en Monterrey -institución que ha tenido presencia en el Estado desde 1909- se relaciona sólo con el servicio de ambulancias, también es una escuela que forma a nuevas generaciones de enfermeras y paramédicos.
De acuerdo al director general, Said Jalil Dávila, quien ha estado al frente desde 2003, uno de los propósitos es cambiar la percepción de los ciudadanos sobre esta organización -que se constituyó formalmente en 1937- y que puedan ver una institución de enseñanza.
“Tenemos la escuela de Enfermería, la escuela de Capacitación, el área de juventud, damos cursos de capacitación a empresas y también hay un área que actúa en los desastres.
“La escuela de Enfermería (se fundó en 1967) es una de las más prestigiadas que se tiene en Nuevo León; ocupa el cuarto lugar de las 18 que existen en el Estado, se acaban de graduar 46 alumnos y actualmente tenemos 264 estudiantes”, explica.
La escuela de Capacitación se fundó en 1981, aquí se preparan los futuros paramédicos y dura un año la educación, actualmente hay 100 alumnos. Otro de los servicios que prestan –señala Jalil Dávila- son los cursos de primeros auxilios básicos y avanzados dirigidos al público en general.
La Cruz Roja también ofrece atención médica las 24 horas en ocho centros de atención en el área metropolitana, donde mensualmente da 27 mil servicios médicos. El apoyo en desastres también es un área donde se involucra activamente, por ejemplo en las inundaciones del año pasado en el estado de Tabasco y los daños ocurridos en los municipios de Cadereyta y Benito Juárez, ocurridos también el año pasado.
“Las consultas cuestan 60 pesos pero si uno de los pacientes trae menos o no tiene dinero, como sea se consulta. El servicio de ambulancia es el único que es gratuito y para sostener ese parque vehicular y 105 socorristas se necesita el apoyo de muchas personas y donantes”, agrega el directivo.
AYUDAN A AYUDAR
El director general menciona con satisfacción que en los últimos años el apoyo de los ciudadanos ha sido positivo no sólo en lo económico, pues en el cuerpo de paramédicos también hay 40 voluntarios.
“El apoyo de los ciudadanos a la Cruz Roja ha crecido, afortunadamente, de manera importante. Cuando se inició la colecta este año pensamos que iba a ser floja porque fue en Semana Santa; sin embargo, se repuntó muy bien y al igual que en otros años hemos crecido positivamente.
“Se recolectaron en este año 10 millones de pesos, en 2007 fueron un poco más de 8 millones. La institución tiene un presupuesto anual de 51 millones de pesos”, apunta.
Los donativos que recibe la institución -próxima a cumplir 100 años- provienen de varios grupos: del Comité de Damas, uno de los apoyos fuertes que se formó en el mismo año de la creación de la Cruz Roja, de instituciones gubernamentales, del grupo Rotarios, de colectas, de estudiantes y ciudadanos en general.
Uno de los acontecimientos donde ha visto la solidaridad de la comunidad –recuerda Said Jalil- fue en las inundaciones en Tabasco en 2007.
“Aquí (oficinas centrales, ubicadas sobre la avenida Alfonso Reyes, en Monterrey) se puso un centro de acopio y se mandó una buena cantidad de vehículos a Tabasco. Cuando sucede un evento de esta naturaleza nos apoyamos en personas voluntarias”, dice.
La respuesta de los nuevoleoneses ha permitido que en los últimos cinco años el parque vehicular aumente más del 100 por ciento. Equipar a esta institución ha tenido un precio: una ambulancia cuesta 500 mil pesos y su equipo vale alrededor de 150 mil pesos. Un vehículo de rescate (utilizado para salvar a personas que quedan prensadas en sus autos) se adquiere en 750 mil pesos.
“Cuando inicié en el 2003, había un parque vehicular de 12 ambulancias, servían sólo seis y no se daban abasto para cubrir Monterrey.
“Se hizo un buen trabajo tanto de la presidencia de este equipo y del comité de damas; nos hemos unido para conseguir más ambulancias, con ciertas instituciones y este hecho a originado que crezcamos.
“Actualmente tenemos alrededor de 32 ambulancias y 2 vehículos de rescate”, expresa.
Said Jalil señala, como director general de la Delegación Monterrey, que una de las aspiraciones es que la Cruz Roja pueda ser una organización autosustentable.
“Queremos hacer de Cruz Roja una organización más moderna, que pueda ser hasta cierto punto autosustentable, de alto desempeño.
La competencia debería ser contra uno mismo, no precisamente contra alguna organización metropolitana.
“Que esta institución tenga un sello de calidad en su servicio, de ayuda a la gente, que sea un apoyo constante para la comunidad y su imagen sea siempre de apoyo”, concluyó.
HISTORIA LOCAL
DE LA CRUZ ROJA
:: Tuvo presencia el 28 de agosto de 1909, cuando ocurrió una inundación en la ciudad de Monterrey a consecuencia del desbordamiento del río Santa Catarina.
:: Los orígenes de la Delegación Monterrey se remontan a 1931, cuando dos personas: don José L. Garza y don Pablo Salas y López, presenciaron un accidente automovilístico en la Carretera Laredo-Monterrey, dándose cuenta de la inexistencia de un servicio de soco-rro. Ambas personas apoyaron en la formación de la Delegación en la ciudad.
:: Formalmente, en 1937, el Club de Servicio Sembradores de la Amistad acordó formar la Delegación Monterrey de la Asociación Mexicana de Cruz Roja.
:: El presidente de la primera mesa directiva fue Manuel L. Barragán y la señora Doña Luz de Quevedo de Ortiz fue la primera directora del Comité de Damas.
:: La primera colecta se realiza el 9 de abril de ese mismo año, donde se obtienen 3 mil 148 pesos, con esta cantidad añadida al Patronatro Pro-Cruz Roja, se logró instalar el primer puesto de socorros en las calles Ruperto Martínez y Jiménez.
:: El 22 de agosto de 1937 se recibe la primera unidad móvil donada por el mismo Club de Sembradores de la Amistad. En 1940 la Cruz Roja tiene un local más grande ubicado sobre la calle Wahington 505 Ote.
:: La delegación Monterrey tuvo una presencia fuerte durante el Huracán Gilberto, en septiembre de 1988. Apoyó a miles de los damnificados y en 1989 supervisó la construcción de 100 casas que fueron entregadas a los afectados.
HISTORIA INTERNACIONAL
:: La Cruz Roja nació en 1863 fundada por cinco suizos, uno de ellos y de quien nació la idea, fue Henry Dunant. El emblema de la Cruz Roja sobre fondo blanco está basado en los colores inversos de la bandera suiza.
:: Henry Dunant se dedicaba a los negocios, viajó a Italia (cerca de la ciudad de Solferino), ahí se encontró ante una escena sangrienta de una batalla entre los ejércitos austriaco, francés y piamotés. En la lucha resultaron 40 mil hombres que yacían muertos y algunos agonizantes en el campo de batalla y no recibían atención médica. Este hombre organizó a los pobladores para vendar las heridas de los soldados y darles alimento y consuelo. Después, propuso la creación de sociedades nacionales de socorro que ayudaran a heridos en combate y señaló los futuros Convenios de Ginebra.
:: Con el nacimiento de sociedades se estableció la idea de que la Cruz Roja existiría para prestar ayuda humanitaria a quien la necesitara, independientemente de la raza, nacionalidad o creencias.