Para el poeta, traductor, catedrático y editor José Javier Villarreal, ser el nuevo director de la Capilla Alfonsina “es como volver a un lugar del que nunca se ha ido”, pues desde que llegó a vivir a Monterrey, dejando su natal Tecate, Baja California; ha estado en contacto con Alfonso Reyes ya sea a través de los libros o la pasión que le transmitía su esposa, Minerva Margarita, sobre el regiomontano universal y por la propia biblioteca universitaria.
“Reyes y yo hemos tenido una relación muy larga; mis lecturas se han convertido en ensayos sobre Reyes, soy editor sobre la obra crítica de Reyes, incluso tuve relación – una de manera accidental, otra no tanto- con los editores de Reyes: Ernesto Mejía Sánchez y José Luis Martínez, quienes fueron los primeros en poner orden en ese mar de la obra de Reyes; y mi relación con Minerva, obviamente.
“Creo que a ella le tocó hacer una labor genial que fue convertir la biblioteca -que es un gran acervo-, en un centro que irradie cultura y que hermanado con la idea de la tertulia, es lo que le da nombre a la Capilla Alfonsina, en donde la gente se reúne, tiene una convivencia sobre la superficie del hallazgo literario, y creo que Minerva entendió muy bien eso”, expresó el poeta quien desde el pasado 8 de enero es el director de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria UANL .
Destacó que la labor de su esposa Minerva dentro de la Capilla Alfonsina fue abrir grandes avenidas, en el sentido de que dejaron de ser proyectos para convertirse en realidades en las que se va a seguir trabajando.
“Son realidades que se estaban haciendo muy bien y hay que seguir haciéndolas. En ese sentido sí me es natural mi entrada, y agradezco mucho la confianza del rector Rogelio Garza Rivera, en que también es un momento de que la Universidad Autónoma de Nuevo León tiene desde hace tiempo- y qué bueno- que se ha preocupado por la difusión cultural, la difusión artística, la promoción de la lectura y de las artes.
“Entonces, podríamos pensar de una manera ‘miope’ de que no es tanto competencia de la universidad; pero de una manera sana, ocularmente hablando, sí le compete, por lo creo que estamos como recogiendo frutos, pero de una manera muy seria y muy atenta.
“La Capilla sí es un centro, un espacio y una imagen medular de la universidad dentro del panorama de la cultura nacional e internacional”, consideró el autor de “Mar del Norte”, “Portuaria” y “La Santa”, entre otros títulos.
Mencionó que los lazos que tiene la Capilla Alfonsina con la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL y la Editorial Universitaria se fortalecerán, porque ya de por sí son muy estrechos.
“La relación con la Facultad de Filosofía y Letras se estrecha aún más, porque como directora está la maestra Ludivina Cantú, que es reyista, que le interesa la literatura de una manera totalmente honesta y diaria, y esto se materializa en la biblioteca crítica de Alfonso Reyes.
“Y ahora, esa biblioteca crítica que comenzó con ‘Visión de Anáhuac’, siguió con ‘Ifigenia Cruel’, continuó con ‘El Plano Oblicuo’ y luego ‘Cartones de Madrid’, ahora sigue ‘Calendario’ y, posteriormente, ‘Oración del 9 de Febrero’; éstos dos últimos libros se harán en co edición con la Facultad de Filosofía y Letras, la Secretaria de Extensión y Cultura y la Capilla Alfonsina”, indicó el ganador del Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1987.
También se mantendrá la relación con el Tecnológico de Monterrey que se estableció por la Cátedra Alfonso Reyes, que lleva más de 20 años realizándose en la institución privada.
“Con el Tecnológico de Monterrey vamos a sumar, a hacer sinergía, pues somos dos instituciones de educación superior donde están las humanidades, la literatura, la Cátedra Alfonso Reyes y habrá eventos que podamos compartir, es decir, que nos interesa a las dos instituciones, por lo que no vamos a restar, sino a sumar”, refirió.
LA ENERGÍA REGIA DE REYES
El poeta dejó claro que continuará con el camino que dejó trazado Minerva Margarita Villarreal, pero con un toque distintivo que quiere darle a su función como director de la Capilla Alfonsina, y será que la gente tenga la imagen de Alfonso Reyes como un símbolo de identidad no sólo de los universitarios, sino de todos los nuevoleoneses.
“A mí lo que me interesa mucho, y creo que es uno de los retos que tengo, es que las personas que cruzan esta explanada sepan que en ella hay una Capilla Alfonsina, y que dentro de ella está el acervo de Alfonso Reyes, me gustaría pensar que esos libros, que están bien cuidados – aunque ya muy frágiles ciertamente- irradian una energía que nos cause orgullo.
“Es decir, que creo que Reyes es un autor tan importante, tan medular, que puede influir en la vida de alguien que incluso no lo lea; y es por el hálito que despide como por ejemplo: es que ‘Reyes trajo a los españoles’, ‘es que Reyes hizo la casa de España’ que Reyes fue y vino, etcétera”, argumentó.
Enfatizó que Reyes es un referente regiomontano por excelencia, sin importar si la gente conozca su obra o no, pero que de alguna manera, la gente que escucha la primera estrofa de “El sol de Monterrey”, saben que se trata del poema del hijo del general Bernardo Reyes.
“Es que es un poema muy bello que nos llega a todos y qué maravilla tener un autor así, un autor que enamoró a otro a autor como Borges, porque el joven Borges cuando lee Calendario dice: ‘aquí hay un autor de primera’ y se emociona.
“A mí me gustaría eso, que nos emocionáramos con la obra, con la vida, con la imagen, con la repercusión de que es Alfonso Reyes en nuestra vida cotidiana”, aseveró.
VIVIR ENTRE LIBROS
Pareciera que el destino del poeta era vivir prácticamente entre libros, pues compartió que desde pequeño ha tenido la fortuna de estar rodeado de ellos. Cuando dejó Tecate, Baja California, para venir a estudiar a la UANL, vivía cerca de una biblioteca del municipio de San Nicolás, en donde pasaba las tardes para mitigar el fuerte calor de esta ciudad.
“Llegué de Baja California, entré a la Facultad de Filosofía y Letras y a la Ciudad Universitaria y ya no salí, es decir, quizá antes de decir que soy regiomontano, soy universitario, soy de la uni, toda la vida la he hecho aquí. Las bibliotecas son mi pasión y de hecho en Higueras, teníamos -ahora yo tengo- nuestra biblioteca que es nuestra casa; yo he tenido la fortuna de haber vivido entre libros desde muy niño .
“Pero para mí fue muy impactante llegar a Monterrey porque soy de la montaña, si bien hace un frío terrible, te acostumbras, pero aquí ¿qué haces? yo sufro mucho con la resolana, esa de la que habla Reyes”, relató.
Recordó que cuando descubrió esa biblioteca que estaba ubicada en la calle Juárez, quiso frecuentarla siempre porque ahí pudo leer a los autores clásicos, como William Shakespeare.
“Esa biblioteca tenía dos bondades: una, la colección ‘Sepan Cuantos’ y la otra, el clima que siempre estaba a 24 grados y era una maravilla; yo siempre estaba ahí y los encargados me empezaban a ver raro y fue cuando me acerqué a los libros.
“Fueron los tres tomos de Shakespeare de la citada colección y sucede algo interesante que cuando releo a Shakespeare, vuelvo a sentir frescor, el cuerpo lo agradece.Y cuando llegué aquí a la Capilla conocí ‘Las Sendas de Oku’de Mastuo Basho y aunque no había clima, empecé a leer esta traducción de Octavio Paz, y era tan grato, que dije de aquí soy.
“Yo empecé a habitar esta biblioteca desde el origen, cuando empezaron a llegar los libros allá por los años ochentas y yo era estudiante de Letras, entonces es como volver a un lugar del que realmente nunca has salido”, recalcó.
CONTINUARÁ LA LABOR DE MINERVA MARGARITA
José Javier Villarreal reiteró que continuará con el trabajo que dejó su esposa Minerva Margarita, quien falleció en el pasado 20 de noviembre de 2019 tras estar al frente de la Capilla Alfonsina por casi 15 años, y que solamente agregará algunos detalles a lo construido.
“Es como agregar unos centímetros a una mesa, porque tienes ya una espléndida mesa, entonces le puedo agregar unos cinco o unos siete centímetros más y ya tengo con qué entretenerme como por ejemplo, tenemos el Día del Libro, que siempre se celebra aquí y tenemos que seguir con eso porque es muy bueno.
“Y tampoco podemos renunciar al Festival Internacional de Poesía El Oro de los Tigres, pues tenemos una colección de maravilla y debemos seguir así, también consideramos lo que nos repercute del Festival Alfonsino en el que no podemos estar fuera de la jugada, y además, está la Escuela de Verano en la que esteremos involucrados, y algo muy importante: este año tenemos el 40 aniversario de la Capilla y hay que preparar los festejos”, manifestó.
Por otro lado dijo que la Capilla Alfonsina es un espacio multifuncional con grandes potenciales de ser un gran centro cultural en el que la gente se regocije con el arte.
“No somos un museo, pero podemos llegar hacer las acciones de un museo, no somos una editorial, pero podemos llegar a hacer las acciones de una editorial, no somos un centro cultural pero podemos llegar a serlo.
“Estamos en un punto intermedio en el que podemos jugar, pues somos una biblioteca y somos el foco de irradiación de cultura que hay en Ciudad Universitaria, entonces hay mucho por hacer y nada por improvisar”, puntualizó José Javier Villarreal.