Para escribir sus crónicas periodísticas, Jon Lee Anderson recurre a la misma metodología con la que inició hace 30 años, pero su adicción a narrar historias, las historias que el mundo ha visto a través de su mirada, crece día a día.
Viajero incansable desde pequeño, Anderson (California 1957) ha visto y vivido lo suficiente para desmenuzar con paciencia cada ángulo de un determinado acontecimiento y así mostrarlo a sus lectores.
El periodista estadounidense ha cubierto las guerras de medio oriente: Irak, Irán, Afganistán. Ha relatado importantes momentos históricos de varios países latinoamericanos, pero todavía no se ha instalado en México para hacer una “crónica de largo aliento” como él las llama.
Durante tres días, Jon Lee Anderson impartió un taller de Periodismo Narrativo a estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras de la UANL, así como a un grupo de reporteros locales y procedentes de la ciudad de México en el marco de la feria universitaria del libro UANLeer.
Entre muchas de sus recomendaciones, el columnista de “The New Yorker” exhortó a los representantes de los medios que escribieran sobre lo que está sucediendo en nuestro país, aunque no lo publicaran de manera inmediata.
Agregó que las futuras generaciones van a cuestionar el papel de quienes no hicieron nada por narrar la verdad sobre los hechos del presente.
“Si tú dejas de reportear algo, estas sirviendo al que tiene el poder y que se ha impuesto sobre los medios. Estas sirviendo ya, aunque no lo quieras admitir”, afirmó.
Personalmente, el cronista compartió que él había tenido ese dilema cuando trabajaba en la revista “Time”, pero que finalmente encontró la manera de revelar lo que él no pudo publicar para el medio que representaba.
Recordó que en base a su experiencia en El Salvador y Nicaragua, países en donde presenció las atrocidades que sufría la población, sentía una obligación moral de trasmitirlo aunque fuera a través de terceros.
“Yo llegué a tener vivencias muy crudas, que me implicaban una carga, y como no podía escribirlo, porque no le interesaba a mi medio, entonces yo tenía un recurso.
“Yo comencé a `chorrear´ la información a otros medios y a investigadores de derechos humanos, porque yo sabía cosas de primera mano, y si yo no podía sacar el clavo publicando, pues quería que lo supiera alguien, yo no me podía quedar con esa información.
“Éticamente yo me siento muy bien, o me siento más bien de lo que sentí, porque pude confiar esa información que va más allá de lo periodístico, yo sólo sabía que tenía que compartirla”, aseveró.
“IMAGÍNATE SER
PERIODISTA EN MÉXICO”
Ante el silencio incómodo de sus “discípulos” mexicanos al respecto, el experimentado reportero rompió el hielo al expresar: ”Imagínate ser periodista en México”.
Sin embargo, Jon Lee Anderson destacó que la situación por la que atraviesa México actualmente es una oportunidad que no debe dejar pasar quien se precie de ser escritor, reportero o periodista.
“Este es un momento muy rico para un cronista, aunque existe un alto riesgo. Cada uno tiene que lidiar con sus sentimientos del deber en este momento histórico”, indicó.
Anderson, quien se ha visto de cerca el horror de diferentes guerras, considera que la violencia generada por la delincuencia organizada es lo peor que puede pasarle a una sociedad.
“El narcotráfico es lo más violento y lo más nefasto que hay sobre la tierra porque no es como una guerra `normal´ y no hay una frontera donde sentirse seguro”, exclamó.
EL OFICIO SEGÚN ANDERSON
Una cosa es hacer un boletín informativo y otra muy diferente es que el lector profundice en el texto que le presenta el cronista.
Jon Lee Anderson se ha preocupado durante toda su carrera de no sólo informar, sino mostrar todos los lados de una misma situación.
El hombre que ha escrito biografías sobre personajes de la política internacional como Ernesto “Che” Guevara, Fidel Castro, Augusto Pinochet, Hugo Chávez, entre otros, reveló que en el periodismo existen tres elementos fundamentales a los que considera una especie de “Santa Trinidad”.
“Se requiere de tres ingredientes necesarios para hacerlo bien que son: la estructura, la idea y la ética”, es como la `Santa Trinidad ‘del periodismo en general”, subrayó.