Con apenas 35 años, el candidato del Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de la capital de Nuevo León es uno de los personajes con mayores probabilidades de ganar en las próximas elecciones del 6 de junio. Sin embargo en entrevista con Hora Cero reconoció que no puede confiarse y por ello ha decidido que toda su carrera política tiene que avanzar paso a paso, atento al presente y sin distraerse en el futuro.
— Luis, tienes 35 años, ¿a qué edad decidiste seguir los pasos de tu padre? ¿Quién te convenció?
Tenía 32 años de edad y estaba en un proceso de transformación personal, me había topado con una situación que no me hacía sentir pleno.
Cuando personajes como Agustín Basave toman la decisión de entrar a la política, me inspiró para decirle: ‘yo te apoyo en tu campaña, puedo coordinarte, puedo acompañarte, me interesa que te vaya bien’.
Después de tener un encuentro con la dirigencia nacional y Samuel (García) Agustín me dice: ‘oye, ya les dije que seguramente les dirás que no, pero dicen que si te interesaras están las puertas abiertas’.
Ahí lo que más me sorprendió es que por primera vez mi reacción natural no fue de rechazo, como había sido siempre hasta ese momento.
Después de una serie de reflexiones, de platicar con mi familia, con mis amistades, principalmente con mi hijo, en ese entonces tenía 4 años, llegué y les dije: ‘gracias, sí me interesa, pero como diputado local. Quiero empezar desde abajo, conociéndole las entrañas a la política de mi estado, de mi ciudad, haciendo política de calle’.
— Llevas cinco semanas en campaña, si fueras un médico ¿de qué está enfermo Monterrey?
Monterrey tiene una enfermedad autoinmune. Es decir, nuestro propio cuerpo se está atacando a sí mismo. Los sistemas que le dan vida a nuestro organismo están a punto de colapsar porque no han tenido un correcto desarrollo, porque muchos de los sistemas que están diseñados para rehabilitar nuestro cuerpo, para protegerlo, realmente están funcionando al revés.
Monterrey administrativamente hablando, tiene un extraordinario grado de corrupción y eso se debe principalmente a falta de buenos liderazgos. Finalmente la tropa es el reflejo del comandante y yo se que es imposible manejar ese discurso demagógico de que se erradicará al 100 por ciento la corrupción, porque estas hablando de un problema intrínsecamente humano, pero se puede administrar mucho mejor, se le puede dar mucha transparencia, arrojar luz a la oscuridad municipal.
Supervisar bien las fuentes de trabajo y medir el desempeño del funcionario. No se está haciendo y no se ha hecho desde hace mucho tiempo y eso es a propósito, es deliberado.
Entonces si no le ponemos atención urgente, esto va a entrar en un estado crítico y podremos caer en un coma y peor aún, en la implosión de nuestros sistemas.
— Luis, en tus promesas de campaña está el mejorar el medio ambiente, pero pareciera que ni alcaldes, ni gobernadores en turno le entran en serio para sancionar a las empresas responsables en Monterrey ¿te temblará la mano si llegas a ganar, para meter orden en esto?
No puede temblarnos la mano porque no estamos hablando nada más de un tema aislado, es un problema de talla mundial, tenemos una crisis por cambio climático.
Los gobiernos municipales tenemos que reconocer que esto no es un tema aislado, tenemos muchos días de contingencia ambiental, la calidad de aire está muy mal y ese es uno de muchísimos problemas ambientales que hemos venido arrastrando, tenemos que decretar desde el primer día que tenemos una emergencia climática que atender, una emergencia ambiental que resolver.
Tenemos que hacerlo de una manera integrada con todos los municipios metropolitanos. De nada sirve que una ciudad haga y el otro no. La mala calidad del aire no respeta los límites entre Monterrey y Guadalupe, entre San Pedro y Santa Catarina.
Se me hace absurdo que las dependencias de Gobierno del Estado no estén yendo a inspeccionar y sancionar a las empresas contaminantes y se me hace algo absurdo que a nivel federal les valga un reverendo cacahuate el problema ambiental.
— Otro eje principal de tu campaña es la economía en la pandemia. ¿Qué harás para que las promesas de recuperar empleos no se queden en eso?
Es que esto no son promesas, es un plan de trabajo que pienso implementar. Yo no estoy haciendo esto para ganar votos, yo quiero reconstruir y ayudar a que mi ciudad pueda renacer. Para mí el día más importante no es el día de la elección, sino el día siguiente porque es cuando me voy a poner a trabajar,
Yo quiero transformar la Secretaría de Desarrollo Económico: hacer un Consejo Económico para Monterrey.
Quiero implementar subcentros especializados o distritos que puedan darles una vocación económica a cada una de estas áreas de acuerdo a la geografía, la zona y su potencial. Darle a ciertas zonas de la ciudad una vocación deportiva, a otra una vocación económica comercial, a otra turística, a otra cultural, a otra ambiental.
Esta transformación requiere que reconozcamos el talento que tenemos en Monterrey y Nuevo León que es primer lugar en emprendimiento a nivel nacional.
Entonces queremos aportar todo lo que podamos a la comunidad emprendedora a través de Hubs Empresariales para la formación de Mipymes. Es decir, todo emprendedor que esté por echar a andar su proyecto, darle acceso a talleres de capacitación, asesoría jurídica, acompañamiento, opciones de incubación para su empresa, opciones de micro-financiamiento productivo para que echen a andar sus ideas, incluso la habilitación de espacios municipales como si fueran oficinas para la gente que no tenga un espacio para trabajar.
Pero también tenemos una gran comunidad trabajadora en Monterrey. Tenemos una pandemia que ha enlutado más de 10 mil hogares, que ha hecho que se pierdan más de 30 mil empleos y cientos de negocios que han cerrado sus puertas. Hay gente que quiere trabajar y a toda esa gente yo les digo que a través de esa alianza estratégica con cámaras, industrias, empresas, colegios y con universidades, vamos a traer el Centro Laboral a Monterrey. Transformaremos una simple bolsa de trabajo en una agencia de capacitación y colocación de talento.
— Luis, supongamos que ganas el 6 de junio ¿cómo evitarás distraerte, porque serás presidenciable para el 2024?
De la misma forma que no me movieron el piso. Me invitaron a ser candidato a gobernador del estado, no solo mi partido, otros también. Mi intención y mi ambición no es política, es social, punto.
En la elección pasada hubo gente que me quiso candidatear para la presidencia de la República en una coalición, también querían que fuera senador. No se confundan, mi ambición no es política. El puesto no me importa, el hábito no hace al monje.
Hay gente que se confunde, esto es paso a paso y hay que tomar pasos certeros.
Así que de aquí a tres años que Dios los bendiga, pero yo lo que quiero es hacer un buen trabajo aquí. No voy a tener cara para aspirar a un cargo a futuro sin haber hecho un buen trabajo primero.
— La corrupción es un caso difícil de erradicar en la República Mexicana. Si eres alcalde, ¿cómo vas a evitar eso entre tus colaboradores más cercanos?
Al ojo del amo engorda el caballo. Bien dice el dicho que los relojes se adelantan de noche. En pocas palabras con supervisión, con cercanía con un buen sistema de vigilancia, buen sistema de supervisión, transparencia y rendición de cuentas.
La verdad es que la aplicación de las tecnologías que tenemos al día de hoy a nuestro alcance reducirían brutalmente los momentos de tentaciones a los que tienen algunos funcionarios o algunos ciudadanos. Vigílalos, supervísalos, que rindan cuentas en una plataforma transparente. Establece una ventanilla única digital para que la gente pueda hacerlo desde su casa y no tenga la necesidad de acudir al municipio.
— En 2018 fuiste una sorpresa al ganar un distrito local muy, muy azul. ¿Qué has aprendido en tres años?
Que los distritos, las ciudades, los estados, le pertenecen a su gente, no a los partidos. Y eso es lo que los partidos tienen que entender de una vez por todas. Ya no estamos en el México del Siglo XX donde la partidocracia era lo único que imperaba. Las decisiones de gobierno giraban en torno a la siguiente elección y eso le ha hecho un daño fenomenal a México. La gente al día de hoy está despertando y se da cuenta que hay que ver los perfiles de las personas independientemente del partido.
Este 6 de junio la gente de Monterrey le va a hacer entender a todos los partidos que Monterrey le pertenece a Monterrey y no a las estructuras electorales.
— En noviembre del año pasado aspirabas a ser candidato a gobernador cuando Samuel García estaba en cuarto lugar en todas las encuestas. ¿Cómo estás con Samuel en estos momentos? ¿Ya se reconciliaron?
Nunca hubo una ruptura como tal. Políticamente hablando hubo diferencias por supuesto, sin embargo el tema entre Samuel y yo nunca fue entre Samuel y yo. El problema fue que todo mundo fue a meter su cuchara principalmente desde la Ciudad de México.
Nuestros proyectos no tienen por qué estar en choque. Entonces ahí hubo un proceso de reconocimiento de fallas de cada quien, de reconciliación y sobre todo mucho respeto de reconstrucción de una buena relación que en lo personal siempre hemos tenido.
— La guerra sucia está ahorita imparable, se tiran con todo, verdades y mentiras con tal de ganar votos. ¿Qué dice tu esposa al respecto, tus hijos cuando hablaste con ellos, cuando entraste a la política?
Tengo una ventaja, como nuestros hijos siguen siendo pequeños, a ellos todavía no les llega todo ese flujo de información negativa de una campaña.
Mi esposa dice: ‘yo sé cómo es esto, lo he visto, yo se que estamos a punto de conocernos mucho mejor que lo que nos conocemos nosotros mismos: no te preocupes, yo sé quién eres, yo se como eres, yo te respaldo’.
— ¿Confías en ganar holgadamente o esperas que el contrincante lleve al TRIFE otra vez la elección de Monterrey?
Vamos a ganar de manera holgada, por supuesto que sí, pero esta es gente como quiera lo va a intentar judicializar. ¿Por qué? porque es su modus operandi, son personas que no pueden hacer otra cosa, incluso si ellos llevan la ventaja no saben ganar sin hacer trampa. Está en su ADN, son tramposos. son mañosos, son corruptos. Así nacieron, así morirán. Lo van a intentar. Pero lo que ellos no lograron ganar en las urnas no lo van a arrebatar en la mesa.
— Si tu papá y mamá vivieran ¿qué consejo te estarían dando a estas alturas?
Yo creo que a mi mamá no le gustaría. Respetaría mucho, apoyaría mucho, pero no se sentiría cómoda o tranquila con esta carrera porque ella ve lo que cuesta, ella lo vivió. Mi padre espero que me apoye con sus consejos, cómo lidiar con ciertas situaciones o con anécdotas de qué hubiera hecho él o qué hizo él si estaba en mi lugar, pero al final, es un bonito deseo.
— Volviendo al 2024 o al 2030 ¿te ves como candidato a la presidencia de la República o tal vez como senador?
No se si me veo como candidato a la presidencia de la República por alguna fuerza política. De nuevo: Vamos paso a paso, hemos visto malas experiencias de gente que está mareada, distraída, atorada en el pasado o bien distraída y mareada con el futuro, se desenfoca del presente.
Es lo que mucha gente no entiende, buscan en todo momento desacreditar por la rentabilidad de mi apellido, buscan desacreditar mi proyecto, mi persona, mi trabajo, cuando uno de mis principales contrincantes en las dos veces que fue diputado local no presentó ni la mitad de las iniciativas que yo presenté en un solo periodo.
— Faltan cuarenta y tantos días para las elecciones ¿te sientes confiado de convencer al electorado para que Monterrey y Nuevo León puedan pintarse naranja?
-Sí, por supuesto que sí. Sin embargo, no estoy confiado. Al contrario, estoy trabajando todos los días. De hecho creo que el trabajo que se ha hecho hasta ahora, que ha sido bueno, se puede hacer mejor. Vamos a hacerlo mejor, vamos a renovar esfuerzos, vamos a caminar más porque esto no se acaba hasta el último día y no vamos a confiarnos porque sabemos a quién tenemos enfrente y no está en juego una mera elección sino el futuro de la gente de Nuevo León y de Monterrey.