Cuando uno entra al pequeño local, ubicado en la calle Diego de Montemayor, se huelen el cuero de las máscaras, las cuerdas del cuadrilátero… aún se siente la adrenalina y los ojos enceguecen con el brillante charol de las botas… es, en pocas palabras, lucha libre en su máximo esplendor.
El lugar es relativamente chico para exhibir un tesoro personal de René Guajardo Jr., hijo del legendario René Guajardo, una de las figuras prominentes de este deporte a nivel nacional.
Hay revistas cuyas fechas oscilan entre los años 80 y 2005; chaquetas con bordados brillantes que resaltan el apellido Guajardo. Más allá están colocadas meticulosamente películas sobre lucha libre, entre las que destacan, obviamente, las de Santo, El Enmascarado de Plata.
Máscaras las hay por montones… del Solitario, Huracán Ramírez, Halcón Dorado y Blue Fish.
Es un pequeño gran homenaje a una de las actividades deportivas que marcaron la vida de Guajardo Jr. que en un futuro, el cual espera no sea muy lejano, desea montar el primer gran museo en Nuevo León, dedicado… ¡sí!, a la lucha libre.
“Esto (recolectar los artículos) no lo hicimos de un día para otro, se ha hecho con el transcurso de los años. Yo nací prácticamente aquí (en la lucha) porque mi papá fue un gran deportista y después un gran empresario”, explicó Guajardo Jr.
Poco a poco, añadió, su padre le inculcó el amor hacia la lucha libre.
“Estas cosas que están aquí se fueron recolectando durante mi vida deportiva, cuando yo luchaba, y otras me las han regalado o las intercambié, y así poco a poco he ido escribiendo la historia”.
Fue a raíz de la celebración por el 20 aniversario luctuoso de su padre, que Guajardo Jr. empezó sacar a la luz todos los objetos que por años atesoró.
“Fue cuando nos dimos cuenta que muchos artículos se estaban empezando a deteriorar. Entonces nos surgió una pregunta: ´¿Qué vamos a hacer con esto? Si lo seguimos guardando va a pasar desapercibido´.
“Ahora la lucha libre está pasando por lo que yo le llamo una especie de protagonismo, todo mundo aparece en la película, pero cada quien cuenta su historia. Y esta es la verdadera historia, cada uno de estos objetos tiene mucho que contar por sí mismo”.
Guajardo Jr. expresó que tal vez muchos aficionados tienen información de la lucha y los luchadores, pero pocos tienen contacto directo con piezas originales que tienen mucho que decir.
“No es tan fácil verlas en vivo y a todo color, como se dice. Yo tengo aquí muchas cosas desde el año treinta y tantos hasta el 2005 que considero es la Época de Oro de ese deporte”.
La colección incluye fotos, algunas inéditas, de Ray Mendoza, Lou Tehes hasta una nómina de la Arena Coliseo fechada en 1957. Incluso hay una máscara autografiada que usó el actor Rodolfo Arias en la serie “Lucho en familia”.
Hay, también, artículos como un chaleco de Ramón García, RAGAR y una foto de él, de 1951.
“Él ahora tiene ochenta y tantos años y trabaja como guardia de seguridad”, recordó.
La idea de Guajardo Jr. es que el público en general tenga a acceso a este acervo.
“Quisiéramos que la gente los tomara en cuenta. A lo mejor la lucha ahorita está pasando por una etapa en la que no llama tanto la atención, pero mi experiencia me dice que a las personas les gusta lo retro, quieren saber del deporte”.
Por lo regular nadie ajeno a Dinastía luchística entra al local, pero si alguien visita a Guajardo Jr. y le pide conocer su recopilación, gustoso, se la muestra.
“Eso ha ido despertando la curiosidad de la gente, por lo mismo pienso que un museo, en forma, puede resultar de gran interés”.
Busca su historia
Guajardo Jr. reconoció que su amor por la lucha libre comenzó tarde.
“Cuando supe que mi papá era luchador yo tenía 11… 13 años. Prácticamente ya no me tocó verlo luchar… sólo las últimas dos o tres apariciones que hizo entonces”.
Cuando formó su empresa, Dinastía luchistica René Guajardo, fue cuando comenzó a buscar la historia deportiva de su papá lo cual ha sido difícil, pero no imposible.
“La gente de antes difícilmente se tomaba una foto, si una chamarra ya no servía, la tiraban. Ellos no sabían el alcance que a futuro iban a tener. Algunas cosas de mi papá se extraviaron por accidentes, por cosas en las que él mismo se involucró y desaparecieron.
“Otras se fueron a la basura o se regalaron porque, repito, en esos años no le daban importancia a nada de esto”.
Y recordó una anécdota en ese sentido.
“Esta foto”, explicó mostrando una imagen. “Era la casa de mi abuela… aquí vemos que hay trofeos y máscaras originales. Cuando mi abuela murió, mi papá remodeló la casa y una vez llegaron unos niños preguntando qué iba a hacer él con todos esos objetos y él se los regaló.
“Como te digo, las personas de esa generación eran muy sencillas, muy humildes y por lo mismo no dimensionaban el alcance que iban a tener con sus carreras ni lo famosos que eran o que iban a ser”.
Guajardo Jr. tampoco ha cuantificado el valor de su colección porque para él tiene más valor sentimental que económico.
Sin embargo, sabe que es invaluable.
“Una vez me ofrecieron 15 mil pesos por esta chamarra… y no la vendí… ¡me daban el dinero de contado!, ni siquiera me preguntaron a cuánto la daba.
“Estas revistas cuestan alrededor de 200 pesos, cada una, y tengo otras, más antiguas, guardadas, que creo valen más”.
Pero reiteró que su idea no es hacer negocio, sino que todo mundo pueda tener acceso a esta etapa de la historia de la lucha libre
“No me gustaría que pasara como con otras cosas que se me han echado a perder. Cada que me acuerdo es como si me diera una temblorina, los pelos se me crispan y digo: ´¡Chin..!, ¿qué va a pasar con todo esto? Merece que todo mundo lo conozca, por eso mi intención del museo”.
Para Guajardo Jr. la lucha es arte, deporte y cultura, por eso le gustaría que alguna instancia local o estatal se interesara en apoyar su proyecto.
“Hay interés de la gente; muchas personas nos han donado artículos porque quieren que se preserve esta parte de la historia. Por eso pienso que también puede ser importante para los gobiernos… incluso podría ser un museo itinerante, que fuera de municipio en municipio”.
Todavía no ha pensado en cómo le gustaría nombrar al museo, aunque algo trae en mente.
“A lo mejor me vería egocéntrico diciendo que se llamara Museo René Guajardo… pero también he imaginado que podría llamarse Museo de Lucha Norestense o Museo de Lucha División del Norte… Museo Lucha Libre Noreste… a lo mejor… no sé”.
Indicó que la lucha libre es más que “el deporte nacional”.
“Forma parte de la cotidianeidad porque en la vida existe el bien y el mal, y la lucha es la personificación del bien: Si eres disciplinado, comes bien y duermes bien, tu mente se libera, eres mejor persona y se limpia tu cerebro, así puedes pensar mejor y eso te ayuda a que seas un mejor ciudadano”.
Las oficinas de Dinastía luchística René Guajardo están ubicadas en Diego de Montemayor 1307 Barrio Antiguo.
A detalle
:: La colección de René Guajardo Jr. incluye máscaras de los años 60, revistas de lucha libre, fotos publicitarias de películas, capas, una réplica de un cinturón de campeonato mundial de la WWE, botas, fotografías, publicidad, figuras de plástico y películas en DVD.
:: René Guajardo padre hizo seis películas en total, entre ellas “La mano que aprieta”, “El Señor Tormenta” y “Las lobas del ring”.
:: Para montar el museo necesitaría un espacio aproximado de 400 metros y así cada artículo luciría mejor.
:: Entre los luchadores representados en la colección figuran La Parka, El Vagabundo Súper Ratón, Blue Fish, René Guajardo, El Santo, Huracán Ramírez, Solitario.
:: La invitación está abiertas para que los interesados que deseen hacer alguna aportación en especie, lo hagan.
Para estar
en contacto
:: Facebook.com/kidsarena
:: Facebook.com/rene.guajardo
:: Facebook.com/Dinastía Luchística
:: Teléfono: 83 40 65 01
:: Nextel: 13 80 57 44