Jesús Garcés Lambert es un cineasta mexicano que vive en Roma, Italia, desde hace más de veinte años. En una entrevista vía Skype para Hora Cero dice que “es terrible” lo que pasa en ese país por el COVID-19, pero también advierte: “Ojalá en México se tomen las medidas para que no se repitan los errores de Italia”.
En cuarentena en la capital porque presenta algunos síntomas del Coronavirus, dijo que está preocupado porque si sale de su casa podría causar la muerte de personas con insuficiencias respiratorias o la tercera edad, los más vulnerables.
“En 15 días todo cambió: ya no puedes ver a tus hijos, ni ir a un restaurante ni al cine; tampoco puedes recibir amigos en tu casa. Parece un país de zombies”, señaló Garcés Lambert.
Expresó que la pandemia podría causar mayores problemas en México donde el sector salud no es de primer mundo.
Italia es actualmente es el segundo país en el mundo con más contagiados de Covid-19 y con más fallecidos después de China: 37 mil 713 y 2 mil 879, respectivamente.
Aquí la conversación con el cineasta:
— Oye, cuéntame, un mexicano en Roma en esta situación tan difícil.
Mira es una situación terrible. No me gusta usar términos medianos. Es una situación terrible por cuanto uno quiera verle el lado positivo de que si estamos en nuestras casas, con nuestros seres queridos, estamos sanos.
Es una situación terrible porque va a atacar exactamente todo en lo que esta basada nuestra vida cotidiana. Yo como director viajo mucho. Estaba terminando una película en España que ahora no se cuándo la voy a terminar porque no se cuando voy a ir; se cerraron las fronteras, no puedo ver ni a mis hijos, espero verlos en poco tiempo porque hemos estado en cuarentena médica mi compañera y no tienes libertad de salir.
Entonces la situación es terrible, la economía se va a caer. Yo por ejemplo, como director tenía otra película programada y se paró toda la producción cinematográfica. Entonces es una cosa muy grave.
Si sales a la calle es como de zombies, no ves a nadie en las calles, no puedes invitar a nadie a tu casa, no puedes ir a ver a nadie en su casa y bueno, es una situación que si hace 15 días alguien me hubiera dicho que yo iba a vivir esto yo le hubiera dicho estás loco, esto no puede suceder, esto no existe, en Italia esto no va a pasar nunca. Y aquí estoy, 15 días después.
— ¿Qué pasó, Jesús? ¿Se le salió de las manos de control al gobierno? Hemos leído muchas cosas desde acá, desde México.
Nos agarró a todos sin ningún tipo de preparación, sin duda alguna es una cosa que como políticos de cualquier país es inaceptable.
Pero bueno, no se esperaba que llegara una cosa tan rápida, que llegara aquí a nuestras casas. Yo, te digo hace 20 días pensaba: ‘Ah, eso pasa en China, y no va a pasar aquí en Italia’ y creo que también lo pensaron también los políticos.
También es el hecho de que es un virus que todavía no se conoce, al principio aquí en Italia la gente de ciencias vieron mensajes muy diferentes. Algunos decían ‘es como una gripe cualquiera, una influenza cualquiera’, otros decían que no era una influenza cualquiera. Entonces en estos dos polos de información que nos daban, la gente interpreta como quiere.
Por ejemplo, aquí en Italia, cuando ya habían cerrado en cuarentena total la zona roja que eran algunos algunos pueblitos al norte de Italia, en Milán, que es la ciudad más grande, que está al lado, está a 20 kilómetros, el jefe del ayuntamiento le decía a la gente: ‘ustedes salgan, Milán no se para, nosotros tenemos que producir’. Y estamos hablando de hace 20 días, hace 2 mil muertos menos.
Estamos hablando que en 15 días cuántos muertos ha habido, hace 15 días fui al cine y ahora estoy encerrado en mi casa.
Por una parte la política tiene una buena parte de la responsabilidad, por otra parte los medios masivos de comunicación tienen su parte de responsabilidad porque no han sabido crear un mensaje inteligente ligado a esto. La ciencia pues qué culpa tiene, es un virus que no se conoce, por otra parte la responsabilidad civil de nosotros, que estamos como muy consentidos y estamos olvidándonos de lo que es el sentido cívico y de comunidad, este es un virus que está golpeando tanto porque hemos perdido también esa conciencia cívica.
— Vi tu video de mexicanos en Italia. ¿Lo pensaste en función de mandar un mensaje a México para que no se repitan los errores?
Sí, claro. Mira, yo en estos días de cuarentena que estoy aquí en la casa hablaba con mi familia y mis amigos, leía mucho y me doy cuenta que en México está pasando lo que pasó aquí en Italia hace tres semanas y es que nadie cree, hay gente que se burla de los que creen.
Fue como una necesidad de informar a mi gente de México y decirles oigan, despiértense esto no está bien y ¿qué pensé? Yo creo que la mejor idea es a través de las voces de las personas que lo estamos viviendo y qué mejor que de los mexicanos mismos.
Entonces con amigos y amigas empecé a mandar mensajes y al final resultó una cosa muy interesante porque es como si fuera catártica.
Yo pensé que me iban a llegar cinco videos pero me llegaron videos de 100 personas contándome sus historias, algunas fuertes y muy bonitas y algunas normales, pero todas con un común denominador: no queremos que esto suceda en México, queremos que la gente lo entienda.
— Y sobre todo el gobierno…
Si y es por eso que hice este video, porque si la gente está informada, va a pedir las cosas y va a actuar, entonces yo espero que este video pueda llegar también al gobierno, pero si el gobierno no actúa nosotros podemos actuar.
Yo creo que además como gobierno es difícil tomar decisiones en este momento, porque yo lo vi aquí en Italia. Cerraron las escuelas y todos a criticar al gobierno; cerraron las oficinas y todos a criticar al gobierno, ahorita nos cerraron todo, estamos en cuarentena y finalmente es cuando entiende la gente que no tenía a qué salir.
Yo creo que en México si cerraran todo sería muy difícil y muy negativo. Pero yo creo que se pueden implementar otras medidas para que esto no suceda sea como gobierno, sea como sociedad.
— Jesús ¿tienes miedo?
Pues mira ahorita como que se atraviesa una combinación de sentimientos muy fuertes y muy contrastados, por una parte mi compañera y yo hemos estado en contacto con gente positiva al virus, entonces podemos ser portadores asintomáticos, esto te genera una preocupación; la preocupación que me genera es porque a nuestro alrededor hay personas a las que se las pudiéramos pegar y quizá esas personas podrían morir, quizá yo no moriría pero ellos sí porque tienen problemas de pulmones o de edad.
Entonces la primera es una preocupación no tanto personal que yo me enferme, sino de que voy a transmitir a personas que si las infecto se pueden morir.
Hemos tenido días que estamos con fiebre, con una grande gripa, no nos han hecho todavía los análisis porque no hay análisis, entonces hay tanta gente que tiene muchos síntomas mucho mayores que los nuestros y a ellos sí se los han hecho.
Aquí nos están controlando dos veces al día, por teléfono así es que estás siempre en una tensión de que algo pueda suceder. Por otra parte a mi me gusta estar informado y por eso estoy hiper conectado, cada cinco minutos voy a Internet a ver si hay una nueva noticia, si se sabe algo, si ya llegó a Roma, si llegó más fuerte a Roma y todo esto te crea una gran incertidumbre.
Yo trabajo con la creatividad, soy un director de cine, entonces trabajo escribiendo, creando. Tengo que decir que estos días, en estos diez días de encierro que llevo, no he logrado escribir casi nada de creativo y esta sensación la compartimos todas las personas que estamos encerradas y no porque estemos encerrados sino porque no sabemos cuando se va a acabar esto.
Entonces yo no se qué va a pasar mañana, yo se que hoy estamos en esta situación, mañana no lo sé. Entonces es una combinación de sentimientos. Por otra parte, no solo son sentimientos negativos, hay también sentimientos positivos como que estoy en mi casa, no me pasó como otras personas que los agarró fuera de su país, fuera de su casa, están en hoteles. Logro dedicar un poco de tiempo a algunas de las cosas que me gustan, me hace pensar mucho, me hace estar conmigo mismo y eso es positivo, pero es una sensación difícil de describir y en la que no me gustaría que nadie se encontrara.
— Da tristeza ver a Roma tan turística, arrodillada.
Sí, es horrible ¿y sabes cuál es una de las cosas más feas? la sospecha. Si tu vas a la calle y encuentras a una persona cruzas la calle para que no se te acerque porque esa persona podría estar infectada y tu no lo sabes. Si tu encuentras a una persona que conoces por la calle, puede ser que te des la vuelta y ni lo saludes o si lo saludas lo haces de lejos.
La sospecha es muy fea y esto es una cosa que Roma, que vive en las plazas, que vive en ambientes sociales, en el bar, todos a platicar de futbol en el bar y ver que es una ciudad que ha mutado completamente su naturaleza, es muy potente y muy fuerte y doloroso porque es la ciudad que yo escogí para vivir.
— ¿Tienes contacto con tu familia en México?
Mi familia en México está muy preocupada porque claro, por el hecho de que no se sabe, se sabe, no se sabe, yo he hablado mucho con ellos para informarlos. Por suerte tenemos una buena comunicación, el hecho de que ya no tengamos fiebre los pone mucho más tranquilos pero bueno, la preocupación por una parte la tengo más yo en este momento sobre ellos porque pase lo que pase estoy en un país donde la sanidad pública funciona, donde si yo me enfermo, por cuanto estén llenos los hospitales, aunque están explotando, lo tengo que decir, va a estar horrible.
Si esto sucediera en México va a estar mucho más difícil porque la sanidad pública en México no está lista para un evento de este tipo, entonces es una cosa extraña, estar en cuarentena en este lugar de la pandemia y estar preocupado por tu gente que está en otro país al otro lado del océano, es una situación muy extraña.