AImanol Caneyada la frontera le gustó para quedarse. Hace 24 años llegó a México, pero fue en Sonora donde encontró su hogar y la fuente de inspiración para escribir sus historias.
El narrador y periodista nació en San Sebastián, España, hace 45 años, pero desde 1997 se considera 100 por ciento sonorense y hasta adoptó la forma de hablar de cualquier norteño dejando atrás el ceceo que pudiera delatar su procedencia.
“Por circunstancias personales llegué a Sonora y me hallé muy a gusto. Además, la parte más importante de la obra que he estado escribiendo ha sido en Sonora. He sido influido por las circunstancias del norte, de las circunstancias de frontera, de esta región del noroeste.
“También Baja California, Sinaloa, toda esta zona, porque mucho de lo que yo he escrito ha sido a partir de mi experiencia vivencial en esta región, por eso incluso me identifico como escritor del norte y creo que así me ven, como escritor del norte de la frontera”, subrayó Caneyada, quien estuvo recientemente en la ciudad para presentar su novela “Tardarás un rato en Morir”, en la Feria Internacional del Libro (FIL) Monterrey.
Una de las vertientes de esta historia es el exilio. Dos de los personajes, un ex gobernador y su secretario particular se ven forzados a huir del país y se refugian en Montreal, Canadá, pero además del temor a ser encontrados, la nostalgia es el sentimiento que les persigue a diario.
“Uno de los temas que trato de abordar cuando empiezo a concebir esta novela y empiezo a trabajar en ella, es precisamente el exilio. Más allá del exilio forzado, o no. El tema de la extranjería, el ser extranjero en, lo que implica eso.
“¿Por qué? Por mis circunstancias personales. Salgo muy joven de España, vivo en diferentes países hasta asentarme aquí en México, pero finalmente para que me acepten como mexicano tengo que dar una explicación: que sí soy español, pero tengo muchos años aquí y ya me siento muy adaptado, etcétera, porque de lo contrario, me ven como `el español´.
“Finalmente esta condición de extranjero la sigo teniendo a todas partes, incluso cuando regreso a España, porque cuando viajo del avión yo sigo hablando así como ahorita y ellos me ven como extranjero, un `sudaka´. Por eso, esta condición de extranjero me interesaba mucho abordarla en esta historia”, apuntó.
En “Tardarás un rato en morir” -escrita entre el 2006 y el 2008- el ex gobernador y su secretario particular, los dueños de un restaurante mexicano y un cirujano plástico, radican en Canadá por diversas circunstancias, entonces la nostalgia y la impotencia de no poder regresar al lugar de origen es un elemento importante dentro de la trama.
“Desde la perspectiva de los personajes que viven en Canadá pero son extranjeros y luego está esta cuestión de cómo uno desde lejos vive y ve una patria que no es real. El restaurante mexicano es como un oasis, esta visión romántica amorosa del país a través de algo tan entrañable como lo es la comida.
“Esta visión clásica del inmigrante, que idealiza a su país desde lejos, contrasta brutalmente con la realidad de estos pillos que salen huyendo y que son el vivo retrato del México non grato. Ahora que lo pienso, creo que el restaurante es el México por el que yo decido vivir aquí y me quedo aquí; y el México del gobernador en fuga y de su cómplice es el México por el que hago periodismo y escribo sobre esos temas”, reflexionó.
EXPLOSIÓN DE VIOLENCIA
Imanol Caneyada se estableció en Hermosillo, Sonora, desde 1997. Ha trabajado en diversos medios locales y actualmente es colaborador del semanario Primera Plana.
Como ciudadano y periodista ha visto los saldos que ha dejado la delincuencia organizada en todo el país, pero particularmente en la zona norte, donde la mancha de sangre se fue extendiendo cada vez más hasta cubrir a toda la franja fronteriza.
“Es muy triste porque esta explosión de la violencia y esta asociación del poder con el crimen organizado que existe en México desde principios del siglo XX; esta asociación que termina explotando y que termina convirtiendo en una orgía de sangre en todo el país, coincide cuando más esperanzas teníamos los mexicanos de una transformación social.
“Es muy triste, porque ya nadie se acuerda del entusiasmo que había a mitad de la década de los 90 cuando se fueron construyendo estas posibilidades de cambio y esperanza que se vivió en México, pero que ahora quedó sepultada en esta orgía de sangre provocada precisamente por la concepción que tenemos del poder en México”, señaló.
Consideró que el poder en México se concibe como se concebía en el feudo medieval y mientras no se cambie este concepto, es muy difícil que se logre una transformación social y no sólo en lo que se refiere a la política oficial, sino en las escuelas, en el hogar y en la calle.
“No hay que cambiar de partidos políticos, pues ya nos dimos cuenta que no es por ahí, lo que hay que transformar es el concepto del poder que está presente en toda la relaciones humanas; desde la relación entre padres e hijos, maestros y alumnos, en las relaciones de pareja, mismas que se pueden basar en el respeto mutuo, no por el hecho de que uno tiene poder sobre el otro, porque finalmente todos en algún momento tenemos un grado de poder sobre alguien más”, argumentó.
Este aspecto se ve reflejado en los personajes principales de la novela: dos amigos con diferentes características, pues el primero es Martín, alias “Tintín” quien utiliza su carisma y facilidad de palabra para abrirse camino en la vida, mientras que el segundo, es justamente el segundo e incondicional del primero, pese al maltrato psicológico del cual es víctima, debido a un defecto físico con el que se ha “ganado” el mote de “el cabezón”.
FALSA REALIDAD
Imanol tiene cuatro novelas en su haber: “Un camello en el ojo de la aguja”, “Espectáculo para avestruces”, “Tardarás un rato en morir” y “Las paredes desnudas”, esta última se encuentra en proceso de edición.
“Terminé en agosto ´Las paredes desnudas’ y ya está en la editorial. En esta intento un poco como en el caso de `Tardarás…´ y en otros trabajos míos, que abordo muchas cosas, pero sí hay una temática que predomina que es la de la trata de personas con fines de explotación sexual”, refirió.
Señaló que desde hace siglos ha existido la explotación sexual, la esclavitud y el sometimiento, pero gracias a que actualmente muchas mujeres están ocupando cargos relevantes, se empieza a analizar esta situación desde una perspectiva más objetiva, en la cual se pretende mostrar la realidad de las mujeres que se dedican a la prostitución.
“Las mujeres que tienen acceso a toma de decisiones importantes, nos están abriendo los ojos y diciendo que detrás de la chica que aparece desnuda en páginas o revistas pornográficas, o la que trabaja en un table dance, no hay un libre albedrío, una profesión elegida; no es que sea una mujer `mala´ o `pecadora´ que abrazó la prostitución como estilo de vida.
“Nos están señalando: hay mafias terribles que utilizan la extorsión, la amenaza y el miedo para convertirlas en víctimas de estas redes de prostitución, pero al mismo tiempo son víctimas de esta sociedad que las estigmatiza, porque si alguien muere acribillado provoca lástima y compasión, pero si una mujer es explotada sexualmente no condenan ese hecho, a quien condenan es a ella porque creen que lo hace por gusto “, destacó.