Por afuera todo es tranquilidad, pero al interior es una fiesta: las risas más sinceras se dejan escuchar igual que llantos de los pequeños que por momentos manifiestan sus berrinches. Son las guarderías del DIF que se convierten por momentos en el segundo hogar de los pequeños, mientras sus padres salen a buscar el sustento de cada día.
Aunque para muchos es una herramienta común que les ayuda a sacar a sus hijos adelante, aquellos que trabajan por las noches desconocían sus beneficios; sin embargo, desde hace tres años, aproximadamente, los municipios de Guadalupe y Santa Catrina plantearon el servicio de estancia de 24 horas para apoyar a estos padres de familia.
La administración guadalupense fue pionera en este programa al ofrecer en la Estancia Huertas el apoyo día y noche. Meseras, paramédicos y policías son los principales beneficiarios de este servicio que vigila el sueño de sus niños mientras ellos trabajan.
En el municipio de Santa Catarina el servicio ha sido suspendido ante la falta de usuarios, aunque declaran que están preparados para continuar con las labores tan pronto y como haya interesados en la lista de espera.
Armados de almohadas, peluches y hasta su trapo favorito, llegan los menores a las guarderías para conciliar el sueño, esperando que sus padres regresen por ellos al día siguiente.
CON TODAS LAS COMODIDADES
Fue durante el mes de febrero de 2007 cuando la Estancia Infantil Huertas de Guadalupe no volvió a cerrar sus puertas para dar paso a la guardería de 24 horas, en respuesta a un programa que estaba contemplado dentro de las primeras 100 acciones de la presente administración.
Alejandra Mezquití Rodríguez, coordinadora de Estancias Infantiles del DIF y de jardines de niños, recuerda que su primer usuario fue el hijo de una trabajadora de la Pastelería Lety.
“La señora trabajaba toda la noche y venía por él a las cinco de la mañana, como por dos años así estuvo, pero ahorita le cambiaron el horario y lo deja a las cinco y para las tres de la tarde viene por él.
“Tenemos una pareja que trabaja en Televisa, ellos aquí nos dejaban los niños, tenemos gente del Materno Infantil, Cruz Verde, de Policía y Tránsito, una chica que trabaja en un bar”, señaló.
La funcionaria explicó que regularmente a las seis de la tarde comienzan a llegar los niños que se quedan en el turno de la noche, aunque la actividad vuelve entre nueve y 10 que recogen a unos, y posteriormente entre 12 y una de la mañana que regresan por otros más.
Mezquiti Rodríguez mencionó que aunque a unos padres de familia les dan la opción de volver hasta el día siguiente por sus hijos, ellos prefieren ir a recogerlos, ya que no quieren dormir sin ellos.
“Se nos hace muy pesado para el niño, pero pues se van acostumbrando. Los que se quedan toda la noche son tres, porque todos se están yendo graneadito, por decir entre 5:30 y seis de la tarde es cuando más niños se van, ya después a las 10:30 se va otra tanda, y así se van yendo todos poco a poquito, la gente que se queda de noche es muy irregular por que trabajan un día sí, y al siguiente no”, dijo.
El desfilar de los niños que se quedan a dormir en la Estancia Huertas es muy particular, confiesa la servidora pública, mientras que algunos lo hacen armados de almohadas, otros más optan por hacerse acompañar de algún peluche o trapo.
Para este turno, confiesan las maestras, todo es más tranquilo ya que la mayor parte del tiempo se la pasan dormidos, razón por la cual solamente tienen entre tres y cuatro asistentes por la noche para cuidar a los 14 niños que ocupan este turno.
“Por las mañanas se reciben a los niños entre las 7 y 8:30 horas; a esa hora los niños entran a comedor, desayunan, se hacen lavado de dientes, de manos, a trabajar con actividades y los que están en jardín se van al Jardín de Niños, a las 12 del día salen, se lavan las manos, los dientes, comen y otra vez se vuelven a lavar y van a la siesta, duermen 45 minutos aproximadamente.
“Por la tarde hacen una actividad, para después ir al comedor a merendar a las 3 de la tarde, luego salen para ir a una actividad pedagógica y se empiezan a retirar a partir de las cinco de la tarde”, explicó, ya que el 80 por ciento de los usuarios son trabajadores del ayuntamiento guadalupense.
Con las mejores condiciones posibles para que no extrañen su hogar, la estancia infantil les ofrece clima, colchones, desayuno, comida, merienda y cena, además de que también cuentan con jardín de niños dentro del edificio, así como un departamento de pediatría, nutrición, trabajo social, psicología y una enfermera en cada una de las cinco estancias con las que cuenta el sistema DIF de Guadalupe.
De igual forma constantemente se realizan revisiones para vigilar las condiciones de salud de los menores a lo largo del día.
“Hay un filtro a las 11 de la mañana y otro a las seis de la tarde, que están a cargo de la enfermera; les revisan las uñas, cabeza, garganta, los ojitos, para ver si tienen un rasguño, una quemada cualquier cosa que tengan, porque nosotros los tenemos que entregar sanos y salvos.
“Eso se hace cuando llegan y cuando se van, al final del día la maestra de grupo viene, lo entrega y ya le dice al papá cómo comió, si fue al baño”, explicó.
Anteriormente, dijo, cuando estaban enfermos sí los recibían, aunque ahora tras el llamado de alerta del virus de la influenza humana tienen que optar por regresarlos a su casa; sin embargo, esto no deja de lado las emergencias, mismas que incluso en horas de la madrugada han ocurrido.
“Si un niño se enferma entre la noche vengo personalmente, nos ha pasado que le sube la temperatura a un niño, que no localizamos al papá y tenemos que tomar decisiones como bañarlo, bajarle la temperatura mientras viene emergencias porque no vaya a convulsionar”, manifestó.
SU CASO TAMBIÉN ESTÁ EN HUERTAS
Mezquiti Rodríguez, al igual que otras 150 madres de familia, también hace uso de esta estancia para el cuidado de su pequeña, quien a los cuatro años de edad aprende en el salón de clases, mientras su madre concluye la jornada laboral.
“Mi niña también está aquí, ella dice que se quiere quedar hasta en la noche, dice que ella quiere hacer piyamada (en la noche), y claro que se ve el desarrollo de los niños, yo siempre he trabajado y ella siempre ha estado en guardería, y ahora que está aquí pues mejor “, explicó.
Su pequeña Alejandra le ha confirmado que los niños que están en guardería son más despiertos y desenvueltos a diferencia de los que únicamente se crían con sus papás o abuelos, ya que para ellos ir a una estancia es una fiesta diaria, pero con disciplina.
“Desde los niños que están en lactantes tienen sus disciplinas de movimientos, cada quien para su edad, todos tienen sus actividades”, señaló la funcionaria.
Al igual que ella, otras madres que laboran en las estancias también dejan a sus hijos al cuidado de las asistentes educativas, aunque subraya que la regla es que la madre no esté en la misma área donde están sus pequeños.
Las 24 horas de servicio que ahora prestan, ha sido la solución para muchos hogares que anteriormente tenían que ver desbalanceada su economía para conseguir quién les cuidara a los niños.
“Nos cuentan que antes batallaban mucho por que tenían que pagarle a gente, un señor nos decía que tenía que pagarle a una señora 600 pesos por semana, y pues esa era la mitad de su raya”.
Daniela Canizales Sánchez, directora del sistema DIF, mencionó que actualmente atienden un promedio de 400 niños en todas las estancias con las que cuenta el municipio, siendo la más grande de ellas Huertas, que funciona las 24 horas atiendendo un promedio de 150 niños, aunque subraya que el número disminuyó tras la crisis económica y de influenza.
Explicó también que algunos centros admiten pequeños con discapacidad, ya que cuentan con las asistentes preparadas para poder darles el servicio que ellos requieren.
“Tenemos niños especiales, en Huertas tenemos dos niños Down en la mañana que se quedan hasta el turno de la tarde, y en Vaquerías hay otro por que está el centro Down, pero ahí no es tanto guardería por- que los niños van con sus mamás, es terapia de estimulación “, dijo.
EN SANTA CATARINA
Desde el mes de octubre de 2007, el municipio de Santa Catarina adoptó la modalidad de guardería de 24 horas en la estancia infantil Mi casita, ubicada en el centro de esta ciudad, y aunque estaban preparados para atender al menos un 50 por ciento de la población que atienden durante el día, actualmente se han visto en la necesidad de suspender el servicio temporalmente ante la falta de solicitantes.
Desde hace dos meses el proyecto que arrancó la presente administración quedó de lado, luego de que uno de sus dos pequeños visitantes nocturnos dejara de ocupar el servicio, explicó Nora de la Rosa, encargada de la Estancia Infantil Mi Casita.
“Se estuvo haciendo un análisis de cuántos niños ingresaban, cuál era el horario en el que más se saturaba y llegamos a la conclusión de que el horario de noche no se utiliza, porque para las mamás trabajadores es más fácil que les cuiden a los niños ya dormiditos que no batallan tanto con ellos, que en el día que si es un poquito más complicado para la abuelita, la tía por que es mucha inversión de tiempo.
“Llegamos a tener al final solamente una niña que venía una semana al mes y, pues en ese tiempo que su mamá salió de vacaciones, y pues esas semanas la maestra y la enfermera nos apoyaron en el día y ahí se vio el cambio que realmente no se utilizaba mucho”, señaló.
Una de sus asiduas visitantes era hija de una trabajadora del HEB Gómez Morín, quien ante sus horarios quebrados dejaba a su pequeña a las tres de la mañana en la estancia, para regresar por ella a las dos de la tarde, aunque en ocasiones los lapsos eran mayores debido a los cambios de turno.
Actualmente no cuentan con ningún interesado en la lista de espera, por lo que se abocan a dar el servicio a los 165 niños que están atendiendo en las cuatro guarderías con las que cuenta el DIF municipal.
Al igual que en Guadalupe, la dependencia santacatarinense provee a sus pequeños usuarios de desayuno, comida, merienda y cena, de igual forma cuentan con el apoyo de psicólogas y enfermeras.
“Las enfermeras son las encargadas de realizar los filtros, que son las revisiones de los niños, para que así los que estén enfermos se queden mejor en su casa”, dijo Claudia Álvarez, directora del DIF en Santa Catarina.
Aunque por el momento es la única estancia en la que han anunciado el servicio de 24 horas, explicó que están preparándose para que la estancia Mil Sonrisas preste un servicio similar, en caso de que la demanda se incremente.
De igual forma actualmente se trabaja en la construcción de una nueva estancia en la colonia Residencial Las Palmas, misma que también se proyecta ofrezca esta modalidad.
Tras los trágicos sucesos ocurridos en una guardería en el estado de Sonora, las revisiones por parte de Protección Civil se han incrementado, aunque esta área municipal puede presumir de sus buenos resultados en este ámbito, mismos que también fueron reconocidos con la certificación ISO 9001.
Mientras los niños continúan sus juegos en cada uno de los rincones del centro infantil, sus maestras los preparan para que reciban a sus padres.
Ropa impecable y peinado en las niñas son una muestra de lo bien cuidado que están en este lugar, pero la sonrisa de cada uno de ellos es la garantía que les dan para poder irse tranquilos a trabajar.