Por Gilberto Giner
Arnold Schwarzenegger lo dijo primero: “quiero ser el más fuerte del mundo”.
En el fisicoculturismo, ninguna otra figura humana tiene mayor representatividad e importancia como Schwarzenegger. Como hubiera dicho el legendario guerrero griego Aquiles, “ha logrado traspasar el umbral de la muerte y ha logrado alcanzar la inmortalidad, a través de la trascendencia en la historia”.
Básicamente Aquiles pensaba que la misión de todo ser humano era luchar por lograr ser recordado en los textos de historia. Por ello creía que era la obligación del ser humano realizar hazañas extraordinarias que garantizaran romper las barreras del tiempo y vivir en la eternidad.
La receta para el éxito de Schwarzenegger, consiste simplemente en forjarse un alma de campeón. Para esto es necesario traspasar la barrera más importante que limita al ser humano: la barrera del dolor.
Schwarzenegger aseguraba que el cuerpo humano no está acostumbrado para levantar 11, 12 o 13 veces el mismo peso, y que al hacerlo se comienza a sentir dolor y eso es lo que impide al humano realizar más repeticiones y progresar, a esto Schwarzenegger lo llamaba barrera del dolor.
Entonces descubrió que rompiendo esa barrera del dolor, es decir, al continuar realizando repeticiones sin importar cuánto doliera, hacía que los músculos crecieran.
La clave es que para lograr dicho crecimiento, al sentir el dolor, se tiene que continuar sin parar, hasta vencerse y las últimas repeticiones son las que hacen crecer los músculos.
Traspasar esta barrera es lo que diferencia a un campeón de alguien que no lo es y para él lo único que se necesitaba para superar ese límite, era tener las verdaderas agallas de entrenar.
“Voy a llegar hasta el final pase lo que pase”, afirmó en sus inicios.
Así como Schwarzenegger, hay tres regiomontanos dispuestos a forjarse el alma y el corazón de león necesario para trascender.
Ellos son José Antonio Cortez Huerta, “Pepe”, para los amigos; Gustavo González mejor conocido como “El Maynor” y José Antonio Ordaz Hernández, alias “El Chepo”.
Ellos son los protagonistas del documental “Alma de león”, producido por Grupo Corazón de León, que se llevará a cabo en este 2014 y en donde se mostrará el fisicoculturismo como un estilo de vida en el Estado de Nuevo León.
Gracias a su voluntad de llegar hasta el final, han logrado comenzar este nuevo proyecto cinematográfico, una producción de cine documental titulada “Alma de león” la cual mostrará los aspectos más importantes y significativos del estilo de vida de un fisicoculturista regiomontano.
‘EL MAYNOR’
Primero hablaremos del estilo de “El Maynor”, de su vieja escuela y el lado clásico de los fierros.
Gustavo González representa a los fisicoculturistas principiantes que han encontrado dentro de este deporte un estilo de vida que los ha ayudado a salir adelante en distintas áreas de la vida.
“El Maynor” es de aquellos fisicoculturistas de la vieja escuela, que aun siendo un joven de 24 años, prefiere el camino clásico dentro del deporte, es decir, los “fierros viejos“, a la antigua.
Fierros viejos pero con historia porque “Maynor” valora mucho el sentimiento de nostalgia y el vínculo que representa el metal que muchos otros han usado para mejorar su cuerpo y superarse a lo largo del tiempo.
Él está convencido que el lugar es lo de menos al momento de querer realizar algo con verdadera pasión.
“No importa dónde realices el entrenamiento, sino dónde enfoques tu pensamiento”, dijo al explicar por qué consideraba el deporte de la cultura física como una actividad primordialmente mental y que todo lo material o los aditivos, accesorios e implementos sofisticados para realizar ejercicio, son simples accesorios extras e innecesarios.
“Los fierros son los fierros, no importa de qué marca sean, el hierro siempre pesará lo mismo si es hierro de verdad”, explicó.
“Maynor” espera poder despertar el interés de algún patrocinador, para con eso poder continuar enfocado solamente a la perfección de su doctrina de entrenamiento y su pasión por la perfección del cuerpo y alma humanos.
De esa manera podrá rendir un tributo, tanto al deporte como a todos los atletas y guerreros que han tomado los mismos pasos que muchos de sus ídolos, así él también se encuentra siguiendo ese camino y podrá marcar el ejemplo para muchos mexicanos que desean comenzar una vida más saludable del lado de la cultura física clásica.
‘EL CHEPO’
El fisicoculturismo es una de esas ramas del deporte en donde la disciplina, mentalidad y pasión se mezclan y le otorgan al deporte el carácter de arte.
Mejor dicho en propias palabras de José Antonio Ordaz Hernández, “El Chepo”: “como es un deporte de arte, la escultura es el cuerpo, entonces cada vez te quieres ver mejor”.
Es decir, siempre se busca mejorar la obra en proceso, que en este caso es uno mismo.
“Chepo” cuenta con su propio templo de entrenamiento físico, es decir, tiene su propio gimnasio en donde se desempeña como instructor y compite activamente en concursos de fisicoculturismo.
Asegura que el deporte de la cultura física “es de paciencia, disciplina y constancia”, al definir los requerimientos mentales como emocionales para emprender un buen camino de desarrollo muscular y personal.
“El Chepo” ha demostrado tener un sentido de liderazgo y una voluntad y decisión inquebrantables, a pesar de las advertencias que le han hecho los médicos sobre las repercusiones que puede tener en su vista el realizar grandes esfuerzos.
Por ello continúa entrenando decididamente aun después de haber sufrido un derrame ocular y de estar perdiendo gradualmente la visión.
“Para mí esto es como una droga a la que no puedo renunciar, pues se te hace un vició el querer verte siempre mejor”.
Debido a la ausencia parcial de la visión, “El Chepo” ha desarrollado un método único para la percepción de los cambios generados durante su entrenamiento, ya que a medida que fue fallando uno de este sentido (la vista), ha logrado intensificar otros, como el del tacto.
Por ello el método que utiliza es enfocándose en el sentir de sus músculos, la sensación de ardor y el cálido correr de la sangre a través de los tejidos musculares.
“Sentir que estás lleno de sangre, palpitando y temblando. Sentir que los músculos están totalmente endurecidos es sentir que estás creciendo y haciendo las cosas bien”, explicó.
“El Chepo” actualmente se desempeña como administrador de su gimnasio, en donde poco a poco va entrenando a sus clientes, o como mejor les dice: sus solados.
Su papel durante la producción del documental es el de la semblanza del maestro, cuyo objetivo es crear personas entrenadas física, mental y emocionalmente para que puedan desarrollarse de manera íntegra como atletas capaces y con talento para realizar hazañas grandiosas.
“Aquí el entorno es un templo y aquí se viene a orar y a rendir respeto haciendo ejercicio, dando lo máximo, poniéndote en forma”, aclaró.
‘PEPE’
Luego está José Antonio “Pepe” Cortez Huerta, considerado el fisicoculturista más fuerte de México.
A sus 25 años de edad, José ha demostrado ser un mexicano excepcional. Es un ejemplo a seguir en cuanto a superación personal se refiere.
Deportista de corazón, desde niño ha demostrado una pasión muy grande hacia el futbol, y es que desde los 18 años ha jugado en importantes equipos de la liga nacional, como lo Tigres, en tercera división, Puebla donde su equipo quedó campeón, pero luego fueron promovidos a la Primera A.
Después tuvo la oportunidad de jugar con el Atlante donde fungió un año como reserva y luego en el América, donde también jugó como reserva pero entrando a partidos de primera división.
“Pepe” viajó a Bélgica donde comenzó a jugar con un equipo de segunda división en la liga europea. Sin embargo, es en Bélgica donde José durante una “cascarita” con sus amigos, sufrió un accidente que le ocasionó la fractura de uno de sus antebrazos, lo cual le costó su vida como futbolista profesional, ya que dentro de su contrato especificaba la imposibilidad de permanecer en el equipo si presentaba alguna vez una fractura ósea.
Pero “Pepe” está de regreso y con más energía que nunca. Después de comenzar desde cero, se vino preparando intensamente por el camino de la cultura física y deporte del fisicoculturismo, en donde encontró la manera de canalizar su pasión hacia el deporte y también en donde puede desempeñarse como un deportista nato, a pesar de los contratiempos que le juega la vida.
Él siempre busca sobresalir y ser el mejor dentro de su ámbito. Es por eso que José ocupa el papel del contendiente, ya que actualmente se encuentra en preparación física para concursar en los Estados Unidos de Norteamérica como Mister Olympia 2014, donde busca sinceramente poner en lo alto el nombre de Nuevo León y de México.
Se considera una persona noble, además de dedicada, porque entrena arduamente y siempre busca ayudar a los demás para motivarlos a empezar una vida de disciplina física y mental.
Es por su capacidad para levantar peso (alrededor de 280 kilos), que afirma tener las calificaciones del fisicoculturista mexicano más fuerte del país.
SOBRE EL DOCUMENTAL
La productora que se encargará de realizar el documental “Alma de león”, busca aprovechar el proyecto para despertar el interés de la ciudadanía por el apego a una vida saludable y una mentalidad enfocada a la continua autosuperación personal.
Es por eso que Grupo Corazón de León, a partir del año 2014 comenzará a producir contenido para el desarrollo y cultivación física gratuito, a través de YouTube y redes sociales como Facebook.
El objetivo es aprovechar el inicio del año para comenzar siendo un propósito de la mayoría de la población en donde poco a poco se unan más y más mexicanos, en el “corazón del león” que todos llevamos dentro.
“Nunca dejes que nadie te diga que no se puede, simplemente haz las cosas siempre enfocado, echándole el 100 por ciento de ganas y cuando estés en la cima te darás cuenta que los obstáculos son para sobrepasarse. Si te caes recuerda que siempre te puedes levantar y nunca te quedes abajo, continúa avanzando, siempre avanzando hasta lograr tu meta”, dijo Pepe Huerta.