Pocas personas se han puesto a analizar el papel que juega la memoria en nuestras vidas. Flor Aguilera es una de ellas. En su primera novela para adultos “El Pasado es un extraño País”, expone ampliamente tres conceptos entrelazados: los recuerdos, el olvido y el perdón.
Ana Goldberg es la protagonista de esta trama tejida por Aguilera, y es una joven que padece de hipertimesia, que desde el punto de vista médico es la capacidad de recordar todos los detalles de su existencia desde que nació, debido a una memoria autobiográfica superior.
Esto supone que puede ser una gran herramienta para fines prácticos, pero al mismo tiempo provoca una especie de bloqueo para llevar una vida como los demás.
“Primero tuve la idea de escribir esta novela sobre la manera en que recordamos, sobre el olvido y sobre el perdón, que son temas que me han hecho pensar muchísimo; y por otro lado, empecé a pensar en personajes y de repente vi un documental sobre la hipertimesia”.
Ana ha vivido en diferentes países a lo largo de su infancia y adolescencia debido a que su padre es diplomático, por lo que en su equipaje de vida guarda miles de recuerdos de todos esos lugares que le dejaron huella, y dada su particular manía por recordarlo todo gracias a la hipertimesia, se le dificulta desprenderse del pasado.
Por recomendaciones de su psicoterapeuta, Ana tiene que escribir su historia, pero hay un suceso que le cambia la vida de la noche a la mañana y no le queda otra alternativa más que enfrentar el momento presente y seguir adelante.
“Creo que hay una búsqueda en el presente, una búsqueda muy real por ser felices. Más que nuestros abuelos y que incluso nuestros padres, porque nosotros tenemos cosas ya muy resueltas y nosotros podemos dedicarnos mucho más a estudiarnos, a analizarnos a nosotros mismos, a buscar las maneras de ser más felices.
“Parte de la novela en gran medida es esto, Ana no se queda cruzada de brazos diciendo: ya me condené y así voy a tener que vivir para siempre, entonces acude con un psicoanalista a que le ayude a aprender a vivir con sus recuerdos, pero los recuerdos a veces son nuestros peores enemigos que no nos permiten ser libres y nos esclavizan al pasado”, mencionó la novelista.
GITANA DE PRIMERA CLASE
El recorrido que hace Ana por todos los pasajes de su vida es como viajar otra vez por el mundo, iniciando la aventura desde Los Ángeles California, Nueva York, Londres, París, China, Australia y México, que es el retorno al punto de partida.
Al igual que su personaje, Flor Aguilera viajó a diferentes países porque su padre fue banquero y también diplomático, aunque aclaró que la novela no es autobiográfica. La también autora de “Diario de un Ostión” y “Mi Vida de Rubia”, entre otros títulos, estudió periodismo en la escuela Carlos Septién y Relaciones Internacionales en París.
En un párrafo de “El Pasado es un extraño País”, Ana se autodefine como “gitana de primera clase” por aquello de ir constantemente de un sitio a otro, sin arraigarse ni física ni emocionalmente.
“Lo de gitana de primera clase era una alusión sobre cómo viven los gitanos, sin tener realmente raíces, porque cuando piensas en un gitano, dices tienen tal nacionalidad, porque esa es su condición -errante- y es esa de alguna manera su nacionalidad.
“Las personas que han tenido que mudarse de un país a otro son como los gitanos; me regalaron un libro y a partir de ahí empecé a buscar más literatura sobre las personas que crecen moviéndose de un país a otro y todas esas características se las coloqué a Ana, que realmente es alguien que no pertenece a un lugar, pero luego encuentran uno y se aferran como ella se aferró a su pequeño departamento en el DF”, indicó Flor.
Consideró que esta forma de vida a la larga produce soledad, pues aun cuando se conoce mucha gente y tantos lugares, no se pueden hacer amistades u otro tipo de relaciones porque no permanecen por mucho tiempo en determinado sitio.
“Es algo que te da muchas soledad porque todo el tiempo te estás despidiendo. O sea, tu vida está compuesta de muchas llegadas, pero sobre todo de la despedidas, porque el llegar es emocionante, siempre es el descubrimiento, pero la despedidas son terribles y más de niño, porque de niño tus amigos son lo máximo y tener que estar diciéndoles constantemente adiós te deja una marca y sí es algo triste”, expresó.
Luego de haber estado en otros países alrededor del mundo, Flor Aguilera vive feliz en México, porque está plenamente convencida de que nuestro país tiene todo lo que cualquier ciudadano puede pedir.
“A pesar de todos los problemas que tenemos aquí, ya sean de tipo político, económico, la violencia extrema en la que vivimos o hasta los desastres naturales, existe una solidaridad, un cariño, una manera de relacionarnos que es única y maravillosa.
“El clima que tenemos y la variedad de todo es lo máximo, amo a mi país muchísimo, porque además es un país con un muy buen sentido del humor y eso no tiene precio”, subrayó.
RECUERDOS INSTANTÁNEOS
Flor Aguilera reveló que al escribir se hace amiga de sus personajes y que estos tienden a crecer por su cuenta, es decir, que ella los deja fluir, para que vayan desarrollando su propia historia.
“Escribir para mí a través de mis personajes es encontrar amigos, porque siempre pienso que mis personajes se vuelven mis amigos y les empiezo a tomar mucho cariño; en el caso de Ana, yo le echaba muchas porras y decía: ‘por favor, que le vaya muy bien’, igual como les deseo a mis amigos -reales- que les vaya muy bien, que sean felices, que encuentren el amor, porque uno así se la pasa deseándole a la gente querida todo lo mejor”.
Y aunque Flor aseguró que su libro no es autobiográfico, otra de las cosas que comparte con su personaje principal es la profesión de periodista, porque en algún momento Ana, quien había trabajado como periodista, debe realizar un ejercicio para su terapia, que consiste en ir a entrevistar gente y al final tomarle una foto instantánea.
Este proyecto se asió de las páginas del libro editado por Suma de Letras. En Facebook, “El Pasado es un extraño País” tiene su propia página en la cual los lectores envían una foto con un ejemplar abierto en sus manos e indican con una frase en cuál página del libro van.
“La novela no se va a presentar, preferiría que la gente que tuviera un acercamiento al libro en forma distinta y para eso hay una página en el Facebook y se llama `El Pasado es un extraño País´ y ahí estamos haciendo la campaña ‘¿En qué página vas?´.
“Entonces las personas compran el libro y se toman una foto de sí mismos haciendo algo chistoso mientras leen el libro y nos dicen en qué página van, entonces las fotos aparecen como si fueran una polaroid como las que toma Ana para su proyecto”, explicó.