Aunque a los departamentos de Tránsito siempre se les ha ligado con la corrupción, la culpa no es sólo de ellos, sino de los políticos que los obligan a pedir dinero a los ciudadanos para enriquecerse ilícitamente con fines electorales, dijo Leoncio Montemayor Lozano.
A sus 80 años de edad, el ex director de Tránsito de Monterrey dijo que siempre ha habido corrupción, pero últimamente esta se fue a extremos inimaginables, sobre todo en la administración del ex alcalde Adalberto Madero.
“El que exigía las cuotas era el chofer (Guillermo Blanco)”, mencionó Montemayor Lozano, “(algunos agentes) llevaban al ciudadano al cajero a sacar dinero”.
El ex funcionario, propietario de una empresa de autotransporte, aseveró que los directores que le sucedieron fueron perdiendo el orden, por lo cual la situación cada día empeoró, a diferencia de cuando fungía como titular, donde aplicó mano dura.
“Los directores han ido cambiando y no fueron tan duros como uno, para estar en Tránsito no debes de ser débil, sino todo lo contrario, es por eso que perdieron el orden, puede ser que por intereses políticos y a mí no me gusta la polaca”, dijo.
“Existe una verdadera falta de vergüenza por parte de las autoridades, porque ellos (los tránsitos) tienen que completar las cuotas o al menos es lo que dicen”, comentó.
“Cuando yo estuve no exigíamos nada a nadie, la prueba está en los elementos que se jubilaron; la exigencia sólo era que cumplieran con su trabajo; yo les sugerí que no pidieran cantidades, pero ahora…¡están bárbaros! si yo entrara a Tránsito ahora renunciaría al día siguiente, por el mal manejo que existe en toda la corporación”.
Mencionó que intentó depurar el departamento y se arriesgó a las consecuencias.
“Sí depuré a los tránsitos y muchos compañeros molestos me mentaban la madre por el radio, y les daba ocho horas de arresto, y les decía: espero la segunda (mentada) para que sean 16”, dijo Montemayor Lozano.
Sentado en la silla dentro de la oficina donde ahora se pasa la mayor parte de su vida, recordó que en el tiempo que estuvo al frente de la secretaría se firmaba la infracción y había más que las actualmente existen, ya que en la última administración una infracción al día en promedio es lo que levanta cada uno de los elementos “en mis tiempos había menos accidentes y, sobre todo, más ingresos”, destacó.
La última administración en la que Montemayor Lozano estuvo como titular de la corporación fue en 1989, durante el gobierno de Sócrates Rizzo, donde existía una cifra de mil 750 agentes, y la secretaria fue depurada por las quejas que la ciudadanía interponía a los uniformados, pero no por “mordidas”, sino por otras situaciones.
Asimismo, explicó que tenía oficiales buenos y cumplidos, pero lamentablemente ya no trabajan dentro de la corporación porque están jubilados y otros ya han fallecido.
“Hay que hacer una diferencia, hay gente regular, gente mala y muy mala, yo tenía de los tres, pero los malos y muy malos se fueron, y luego entraron al PAN”, puntualizó.
VOLVERÁ LA CORRUPCIÓN
Aseveró que la medida que está tomando el alcalde Fernando Larrazábal Bretón con las evaluaciones, donde ya han sido dados de baja 276 elementos, será momentánea y que en poco tiempo volverá la corrupción.
“Estamos pagando los justos por los pecadores, porque hay mucha gente que es buena, elementos con 25 años de antigüedad, ¿cómo es que hasta ahora estén siendo dados de baja? Es una injusticia; esa medida no creo que le funcione”, dijo mientras movía la cabeza.
Reconoció que los elementos son necesarios para mejorar la vialidad en la ciudad, pero la comunidad debe de estar consciente de lo que quiere, ya que el tránsito no es el culpable de los “moches”.
En tono firme, el contador público de profesión aseguró que la Comisión de Tránsito formada por la entrante administración, en lugar de un director de la Secretaría de Vialidad y Tránsito, no debería de existir porque ni siquiera está contemplada en la ley.
“Lo que se requiere es un director de la corporación para que sea estricto y las conductas de los agentes y jefes cambien para bien de la ciudadanía; lo que debe de haber es un titular y tiene que ser estricto, poner su gente de confianza, su jefe de grupo, comandantes más responsables”, señaló.
Cabe mencionar que a Montemayor Lozano se le relacionó con un fraude de 14 millones de pesos durante la administración de Rizzo, motivo por el cual aparentemente el entonces alcalde lo renunció.
“Sin decirme nada Sócrates le dijo a la prensa que había renunciado y yo no renuncié, me renunciaron, a los cuatro meses, exactamente el día 3 de mayo, me quitó y no se me olvida la fecha porque es el día de los muertos en Zuazua, Nuevo León y yo soy de allá”, dijo.
Montemayor Lozano siempre ha sido recordado como un ex funcionario que aplicaba mano dura a los agentes, incluso él comentó que castigaba hasta por 15 días a los malos elementos por falta de respeto al conductor, pero ahora las cosas son muy diferentes, por lo que confía en que se asigne a una persona de carácter al frente de la Secretaría de Vialidad y Tránsito.
LIMPIA EN TRÁNSITO
El miércoles 11 de noviembre se armó un zafarrancho en la Secretaria de Vialidad y Tránsito de Monterrey, luego de que el alcalde regio Larrazábal Bretón anunciara que 276 oficiales serían dados de baja por no contar con el perfil para aseguir laborando en la corporación.
Desde el 31 de octubre retiró a los mil 100 elementos que conformaban la Secretaría a de Vialidad, debido a que serían sometidos a cinco exámenes que realizaría la Comisión Ciudadana de Tránsito, en coordinación con la Facultad de Psicología de la UANL.
Alrededor de las 14:30 horas por lo menos 500 elementos del turno vespertino, que se alistaban para el pase de lista, rompieron filas en respuesta a una petición de agentes destituidos, quienes le solicitaron sumarse a la protesta.
Los elementos bloquearon el acceso al estacionamiento para el personal con patrullas, y luego de una hora las retiraron, cerrando el acceso con un mecate y sentenciaron con no dejar entrar ni salir a nadie, donde permanecieron por más de 40 horas.
Los uniformados se manifestaron en contra de las nuevas autoridades designadas por la actual administración, al señalar que son corruptas y se escuchaban gritos como: “queremos que nos den otra oportunidad” y señalando que no podrían conseguir empleo en otro municipio debido a que serían boletinados.
Luego de varios minutos donde los ánimos seguían encendidos y en un intento por reestablecer el orden, el director jurídico de la corporación, Reynaldo Ramos, invitó a un grupo de manifestantes a dialogar, pero la sorpresa es que fue recibido por los agentes en medio de acusaciones de corrupción.
Expresiones como: “¡rata!, ¡tú eras el que te quedabas con la lana!”, se dejaron escuchar; ante esto, Ramos respondió: “No se vale señalar, no se confundan”.
Y los agentes seguían expresándose: “la inconformidad es porque nos están corriendo sin ninguna justificación, nos hicieron pruebas de antidoping y nosotros sabemos que estamos bien, si nos van a correr, que sea por algo legal; lo primero que pedimos es un paro de labores, segundo que baje la gente de arriba para que nos expliquen cuál es el problema”, expresaban.
El viernes 13, a los 280 agentes de Tránsito que siguen dentro de la secretaría se les tomó el pase de revista y se distribuyeron en diferentes áreas. Como agentes viales se designaron a 74 elementos; en motocicleta 65; patrulleros 55; otros 20 en motonetas e igual número en distintos cruceros y zonas escolares.
Ese mismo día la administración municipal interpuso una denuncia contra los oficiales que participaron en el bloqueo de la corporación para que se les integre una averiguación y se les consigne por la vía penal.
El síndico segundo de Monterrey, Juan José Bugaidar, acudió junto con el director jurídico, Adrián González, a las instalaciones del Palacio de Justicia a presentar la querella en contra de los uniformados.
Por casi 15 días las calles de Monterrey lucieron sin agentes de Tránsito y sin conflictos viales mayores. Cuando regresaron a laborar lo hicieron sin blocks de infracciones, ya que sólo se encargarán de agilizar la vialidad.
Pero “la limpia” en Tránsito de Monterrey aún no termina, pues ahora una empresa consultora en procesos de calidad, realiza un estudio para determinar cuántos elementos sobran en la corporación, y según sus resultados que serán dados a conocer en menos de 40 días, se despediría a quienes no sean necesarios.
DICEN QUE ES INJUSTO
Marco Antonio Pérez Hernández era capitán de Tránsito y a pesar de tener laborando 25 años fue “reprobado” en los exámenes.
Temeroso a dar alguna versión, comentó que los exámenes aplicados por alumnos de la Facultad de Psicología no son reales.
“Nosotros simplemente acatamos la orden”, por lo cual pide al alcalde otra oportunidad.
“Al principio que me enteré sobre las evaluaciones que el municipio realizaría pensé que estaba bien, porque el que nada debe, nada teme, pero estos resultados fueron muy drásticos.
“Si él (alcalde) piensa que no tengo el perfil, que soy un corrupto, no nos conoce, que nos de otra oportunidad de demostrarle que queremos trabajar y que somos honestos; no es justo que digan que una persona con 25 años trabajando no cuente con el perfil, no es justo que nos den de baja, si tengo todo este tiempo trabajando en lo mismo, además no pueden decir que salí positivo en el antidoping, si yo sé quién soy; a mí no me mostraron resultados.
“Está perjudicando a mucha gente que tiene mucho tiempo trabajando en esto, no somos nuevos, hemos tenido quejas o problemas con un conductor, también hemos tenido cosas buenas que no se ven, cuando ayudas a gente que está lesionada, la gente sólo ve lo malo por uno o dos compañeros que no hacen su trabajo y por uno lo llevamos todos; que se vayan a parar ellos a los cruceros durante las ocho horas, para que escuchen los insultos de la gente”, manifestó.
Molesto por los resultados el capitán reconoció que en la anterior administración les exigían “cuotas”; sin embargo, no quiso informar de cuánto eran y aseguró que él no entró en esa lista.
“Aquí la gente de arriba, los de antes, no los que están ahorita, sí presionaban a los compañeros, pero el que quiere entrar en el sistema entra y el que no se pone a trabajar normal”, dijo.
Hasta el pasado jueves 12 de noviembre Pérez Hernández recibía un sueldo de 3 mil 690 pesos quincenales y ahora prevé un panorama difícil ya que tiene que mantener a sus tres hijos y ayudar a su mamá con los gastos de la casa.
El vecino de la colonia Los Nogales, en Monterrey, comentó que cinco días después su situación aún no se ha resuelto, pero que no hay marcha atrás.
“Me tengo que ir de Tránsito, y estoy aceptando que me jubilen, porque esa es la opción, pero me quieren dar muy poco, me deben de dar 5 mil pesos por quincena y eso es lo que pido, pero ellos no se prestan al diálogo”, mencionó.
En total terminaron su relación laboral con la secretaría 33 comandantes, 115 capitanes, 28 tenientes, 49 subtenientes y el resto, unos 51, entre agentes y personal administrativo.
Pero otros que serán jubilados deberían de recibir 8 mil 700 pesos y sólo les pretender dar 7 mil 600 pesos, razón por la cual siguen molestos.
Son muchos los uniformados dados de baja de la actual administración y por temor a represalias prefirieron que sus nombres permanecieran en el anonimato.
“No quiero problemas, no te puedo decir nada”, mencionó un oficial que fue cesado luego de tener seis años trabajando en la corporación.
“Lo que sí es que aunque no quiera uno, tiene que entrarle, porque si no entrabas, vas a la friega, te traen a la carrera, te ponen un cuatro o simplemente te corren.
“Esto es una cadenita, hasta para entrar a Tránsito te exigían una cuota de 5 mil pesos y otros compañeros que querían regresar era mayor de 20 mil pesos para arriba; yo con el miserable sueldo que recibía de 2 mil 900 pesos no me alcanzaba para mantener a mi familia y encima pagarle al municipio era una friega”, dijo.
Otro comentó que en la administración de Adalberto Madero, las cuotas exigidas subieron y caso contrario al aumento que les prometió, ellos son los que mantenían al alcalde.
“Los viernes querían que les pagáramos las cuotas y eran muy altas de mil 500 a 2 mil pesos, los que andaban en patrullas y los que realizaban los operativos antialcohol eran más exigentes con ellos porque les pedían cuatro mil pesos, sobre todo en fin de semana.
“Yo andaba en moto y me exigían dos mil 300 pesos, entonces ¿cómo le hacía?, tenía que pedir más al conductor, si no no alcanzaba a pagar”, dijo.
Además un oficial de Tránsito con ocho años laborando comentó que está en la mejor disposición de regresar a la Secretaría, siempre y cuando las “cuotas” se terminen, ya que está dispuesto a trabajar derecho, pero con un sueldo digno.
Por lo pronto los uniformados que siguen trabajando en la corporación participaron el pasado lunes 16 de noviembre en el desfile alusivo al 99 Aniversario de la Revolución Mexicana, encabezando el evento; mientras que otros resguardaron la vialidad en las avenidas del centro de la ciudad.