Asaltos, robos, violaciones, son ya el pan de cada día desde hace algunos meses en nuestra ciudad, lo más lamentable es que en la mayoría de los casos no hay una solución al agravio.
La delincuencia organizada ha hecho blanco en nuestro Estado y esta situación ha sido aprovechada por los grupos delictivos, quienes se escudan en la cortina de humo que deja la inseguridad para infringir la ley sin temor a ser castigados.
La seguridad se ha convertido en el nuevo rubro a invertir para los nuevoleoneses; sin embargo, ni este desembolso les garantiza gozar de ella. Casos como el de los negocios Tony´s Tacos, en la colonia Roma, y la joyería Luimere, en Plaza La Silla, ponen la muestra de que ni siquiera contar con cámaras de seguridad amedrenta a los ladrones, y tampoco es de gran ayuda para que las autoridades encuentren a los responsables pronto.
También existen casos disfrazados de robos, que sin perjudicar los bienes materiales, sólo terminan dañando la integridad física y mental de la víctima como en el caso de la dentista Nancy Aideé Blanco Rangel, en la colonia Valle Verde, a quien en un intento por abusar de ella irrumpieron su tranquilidad laboral y la de su familia; aunado a ello tuvo que lidiar con el viacrucis para hacer valer sus derechos como víctima, ya que la negligencia de las autoridades estuvo a punto de dejar libre a su agresor.
Por otra parte están los comerciantes del área de Colegio Civil, quienes hartos de la falta de acción policial han decidido tomar la justicia por mano propia capturando a los delincuentes y aplicándoles el castigo a su manera.
Lamentablemente a pesar de la preocupación total por parte de la población, el temor generalizado provoca que cuando alguien es agredido nadie intervenga en su auxilio. No por nada Estados Unidos ha emitido alertas para sus ciudadanos que tengan que acudir a nuestro país. De esta forma, desde trabajar hasta caminar por las calles de nuestra ciudad ya representa un riesgo, y ni qué decir sobre portar objetos valiosos. ¿A cuántos pasos estaremos de México en esta materia?
“NO PENSÉ QUE ME PASARÍA”
Para los Silva Mexicano era un domingo más en su negocio ubicado en la colonia Nuevo Repueblo, conocido como domingo familiar. Desde hace 18 años, Juan Antonio Silva Ruvalcaba y su esposa Aracely Mexicano, se han ganado la vida con un negocio de tacos, y desde hace cinco años se encuentran en la esquina de Castelar y Chiapas con Tony´s Tacos.
Sin embargo, el pasado 22 de febrero Aracely vivió en carne propia aquello que sólo había visto por la tele. Minutos antes de la una de la tarde un hombre cubierto de la cara con un paliacate entró al lugar y tras sacar una pistola le exigió el dinero de la caja.
“Yo me asusté bastante porque al verlo así dije pues algo va a hacer, y pues saca la pistola, dice que es un asalto y se va directo conmigo para que le abriera la caja; en ese ratito yo la tenía abierta porque acababa de cobrar y empieza a apuntarme y a decir que no nos moviéramos y empieza a sacar todo el dinero con los clientes ahí”, señala Aracely.
Ante la mirada de clientes y empleados dos hombres más entran y mientras uno se dirige hacia los consumidores, el otro despoja de sus pertenencias a los trabajadores para apoderarse de más de 30 mil pesos en efectivo, alhajas y pertenencias.
“Amagan a uno de los empleados con una navaja y les pide que saquen lo que traigan, las carteras, los celulares, el dinero en efectivo y a una señora le arrancaron la cadena. Les valió que hubiera gente y pues todo eso en dos o tres minutos que pasó y se fueron corriendo, ya checando el video nos dimos cuenta que tenían un ratito rondado.
“La verdad es que uno se queda asustada por tantas cosas que hay, los asaltos y que te toque a tí, en ese momento con la pistola que traían uno se queda helada”, dijo aún incrédula del momento que vivió.
Desde hace un año el negocio cuenta con cámaras de seguridad en la entrada y el interior. Aracely explica que esta decisión la tomó su esposo después de que varias veces encontraron destrozos cuando abrían.
Sin embargo, ni siquiera el contar con la grabación del hurto ha sido de ayuda para dar con los delincuentes, ya que tras presentar la denuncia -únicamente ellos, ya que los clientes consideraron que de nada servía- las autoridades quedaron de hablarles si había novedad.
Con el robo que sufrieron no sólo se llevaron lo material, sino también la tranquilidad para sus clientes, ya que asegura que las ventas desde ese día han disminuido; además su paz ya no será la misma, ya que todo aquello que veía muy lejano a través del televisor, lo ha vivido frente a sus ojos.
“Ya estamos como México, ahora en cualquier depósito ya ves rejas, todos encarcelados porque hay robos todo el día y la policía no aparece. Hay que cuidarse, ya no puedes traer una cadenita, no hay que ser ostentosos y pues uno con los empleados checarlos más”, añadió sin ocultar un dejo de resignación.
“NADIE SE METE”
En una plaza comercial con La Silla, ubicada en la colonia Contry en Monterrey, parecía muy lejano el que un robo llegara a cometerse; vigilancia en los accesos, cámaras de seguridad dentro y fuera de los establecimientos hacían que los locatarios se sintieran blindados ante la inseguridad. Sin embargo, este pasado 10 de febrero la historia fue distinta para las empleadas de la joyería Lumiere.
Eran las 7:30 de la tarde, media hora antes de terminar las labores del día, Luz María López estaba tras el mostrador cuando de pronto el primero de los cuatro asaltantes entró y la llevó a la pequeña oficina que está al final del local A-18, donde estaba su compañera; dos hombres más y una mujer se introdujeron al comercio para comenzar a saquear el lugar llevándose más de un millón de pesos en joyas.
“De repente entran y nos amenazan, a mí fue a la primera que amenazaron, me meten hacia adentro y ahí estaba mi compañera; igual la amenazan y todo… es la primera vez que pasa, nunca antes nos había pasado.
“Aquí había pasado hace como siete años pero en las joyerías de arriba”, recordó mientras sus ojos comenzaron a cristalizarse al recordar la cruel escena.
Y no es para menos, en el video de seguridad se puede ver cómo los asaltantes golpean a las mujeres al tratar de resistirse al robo, en la cinta de un minuto y medio de duración se puede ver cómo a cachazos y manotazos agreden a la mujer.
Aún con la angustia e impotencia dibujadas en su rostro, Luz María asegura que cada vez siente más la inseguridad y, desgraciadamente, aunque pidieron ayuda después del atraco, la triste realidad es que nadie está dispuesto a intervenir.
Sin mayor preámbulo la titular del negocio decide terminar con la entrevista, sin duda el temor aún sigue.
“PEOR QUE EN MÉXICO”
A pesar de la tragedia, la dentista Nancy Aideé Blanco Rangel, de 31años, tuvo suerte; inusualmente su madre Guadalupe Rangel Hernández y su hermana Adriana Blanco Rangel, se encontraban el despacho de junto cuando el pasado 18 de febrero poco después del mediodía, Omar Santos Hernández, de 19 años, entró a su consultorio para intentar abusar de ella en la colonia Valle Verde.
La madre de la afectada, abogada de profesión, dijo que comenzaron a escuchar golpes contra la pared de tablaroca que divide ambas oficinas y su hija corrió rápidamente encontrando al hombre golpeando a su hermana.
“Cuando mi hija entró la tenía en el piso ahorcándola, no reaccionaba, y mi hija pensaba que la había ahorcado. Cuando entro yo a la puerta de vaivén, el fulano venía saliendo y me tumbó, pero lo correteé y ahí en la escuela había unos muchachos y les decía que me ayudaran a agarrarlo y ellos fueron los que me ayudaron”, recordó.
Unos 20 minutos después la policía llegó y lo detuvieron; sin embargo, el calvario comenzó cuando la jurista trató de hacerle justicia a su hija. Y es que inmediatamente acudió a la estación Poniente de la Policía Regia para hacer su denuncia, pero el agresor aún no estaba ahí.
“Me fui rápido para que lo remitieran al Ministerio Público, ya después me dijeron que había que regresar al local para ver cómo había quedado y encontraron un cuchillo. Fui de nuevo con el Juez calificador, pero turnó el caso a la Agencia de Robos cuando esto no era un robo porque no faltaba nada.
“El Juez calificador se portó de lo peor y pues si eso se lo hacen a la gente que sabe…
“Al día siguiente lo pasan al fiscal de robos y de ahí a la agencia que debía de conocerlo desde un principio, esa pérdida de tiempo pudo hacer que quedara libre de no ser porque los otros funcionarios trabajaron sin dormir para sacar el caso”, comentó inconforme.
La abogada señala que se cuentan con 48 horas para consignarlo o dejarlo libre, si no alcanza el Ministerio Público a recopilar las pruebas. Además mencionó que cuando el delincuente llegó a la Agencia de Robos ya venía aleccionado por que estaba solicitando fianza.
Desgraciadamente la estela de este delito no sólo trastoco la vida de Nancy, sino también de su familia, ya que sus hermanos comenzaron a laborar una semana después del hecho ya que se turnaban para cuidarla. Nancy no quiere estar sola.
“Ya se le empezó a dar tratamiento psicológico, ya se le dio una terapia aquí en la casa porque no ha querido salir, pero ya se le dijo que las siguientes tendrán que ser en el consultorio. Tiene mucho medio, de repente se pone a llorar porque se acuerda y se pone helada”, menciona su madre.
Para Guadalupe Rangel la situación está peor que en México, ya que en aquel lugar la gente vive en complejos y se protegen entre ellos, además de que allá únicamente sucede el robo, sin matar o violar como aquí.
“Con lo que hay de la delincuencia organizada, aprovechan la oportunidad para querer hacer de las suyas. Se quieren hacer pasar por los mismos y las autoridades les tienen miedo a los delincuentes. Debemos estar más unidos en las colonias y los barrios para cuando se vea algo extraño nosotros mismos nos demos el auxilio, porque si nos esperamos a que la autoridad lo hagan, no pasa nada”, consideró.
YA LE PIENSAN PARA ROBAR
Cansados de ver cómo los ladrones se apropiaban de sus pertenencias y de la falta de atención de las autoridades, los comerciantes de Colegio Civil decidieron sumar una nueva arma contra la inseguridad: tomar la justicia por su propia mano.
Quitándoles la ropa, cortándoles el pelo, rayándoles el cuerpo, incluso hasta disfrazándolos de ratón, es como “castigan” a quienes intentan llevarse la mercancía de sus negocios sin pagar. César Ramírez, locatario de la Plaza 5 de Mayo, dijo que han optado en hacerse justicia, ya que las autoridades los dejan libres.
“La gente que anda robando esta bien identificada por los locatarios, yo creo que hartan y pues es cuando toman la justicia por su propia mano, por que igual los pueden agarrar y al otro día están libres”, dijo.
Desde hace seis años el comerciante se gana la vida en este lugar y asegura que con tantos robos han decidido unirse para cuidarse entre ellos.
“Somos como células de protección, ¿pues si no somos nosotros quién?, la confianza se va gananado entre los compañeros identificamos los problemas entre nosotros y pues ya entre nosotros nos comprendemos un poco más, porque pues la verdad aquí los clientes ya son conocidos y pues cuando vemos a alguien que no conocemos nos ponemos atentos a preguntar qué es lo que busca”, añadió.
Aunque recientemente los federales y los soldados se han dejado ver por la zona los fines de semana, la policía solamente acostumbra pasar por el lugar a bordo de sus patrullas. Desde hace tres años aproximadamente los comerciantes han decidido tomar estas medidas de castigo, mismas que aseguran les ha funcionado.
“Hace dos meses fue la última vez que pasó; aquí ya la piensan dos veces para robar, allá en Juárez y a la altura de Madero, como son locales grandes y en la calle ahí sí les roban, pero como aquí estamos uno enfrente de otro pues sí nos podemos proteger un poco más”, mencionó.
Sin embargo, a pesar de sus peculiares medidas de seguridad invierten en alarmas para la plaza comercial y para su local, así como en candados especiales antiseguetas.
Lo que más les duele es que después de un robo sus bolsillos salen doblemente perjudicados, ya que la clientela baja.