Sale de su casa desde las 8 de la mañana en busca de una mejor suerte y para ello, lleva consigo libros de grandes autores como Gabriel García Márquez, Elena Poniatowska, Luis Spota hasta caer en los comerciales, aquellos que gustan a los jóvenes como los de Harry Potter y los de El señor de los anillos para venderlos al mejor postor.
Su nombre es Roberto Robles González, y desde hace 13 años carga con todo tipo de literatura para venderla en la calle, de preferencia en la Macroplaza.
Los libros los tiene en el piso, perfectamente bien colocados para llamar la atención de quienes transitan.
De hecho, sus clientes son personas que trabajan en los alrededores del centro de la ciudad.
“Aquí vienen muchos estudiantes a buscar sus libros para entretenerse, para estar al día, y no es por nada, pero tengo títulos para todo tipo de persona”, dijo Robles González.
> ¿Se vive de vender libros en la calle?
“Claro, aquí la gente pasa y se enamora de uno o dos títulos y se los lleva. Son gente joven que gustan de la lectura”.
> ¿Dónde consigue los libros?
“De la gente que me llama y me dice que en lugar de tirarlos piensan en mí para que yo los venda y así pueda hacer algo de dinero, para pasar el día”.
> ¿Son libros usados?
“Algunos sí, otros no. Algunos me los dan las imprentas ya que salen libros con pequeños defectitos y ellos me los pasan”.
> ¿Cuántos libros vende al día?
“Cinco o hasta 10. No sé, varía”.
> Pero de aquí sale para que coman tú y tu familia?
“Claro, no nos podemos quejar, hay gente muy asidua que viene y me compra un par de libros y con eso ya hago lo del día, pero hay otros (días) en que ni para los chicles alcanzo”.
> ¿Qué títulos pide la gente?
“Las novelas, los betsellers. Los que son títulos de película. Pero también de grandes escritores de fama universal como esos de Harry Potter que son la locura”.
A sus 39 años de edad, Robles González asegura que vender libros en la calle es una manera más directa de saber qué es lo que la gente quiere.
“Tengo clientes fijos que me buscan aquí a los alrededores de la Macroplaza para pedirme tal o cual título de libro y yo se los consigo. La mayoría de mis clientes son jóvenes, pero tampoco niego que el adulto me consume muy bien, para ellos van títulos de grandes de la pluma como Gabriel García Márquez”.
En la Macroplaza apenas lleva cinco meses de sortear a los de seguridad y vender sus libros.
“No es fácil estar aquí, te llegan los de piso y quieren su cuota, cuando muchas veces no se saca ni para eso”.
Robles González declaró que por el hecho de amar su trabajo, es que tiene que sortear este tipo de situaciones.
“Pero uno es gente de trabajo, uno sólo busca el pan para llevarlo a la familia, y esta es mi manera de trabajar”, destacó.