
Las enfermedades del corazón, así como la diabetes y la hipertensión, por citar algunas, además de las alteraciones que producen en el organismo, también afectan de manera importante el desempeño sexual de hombres y mujeres debido a diferentes causas que deben ser valoradas por un profesional de la salud.
La doctora Lourdes Mantecón Garza, autora de “Sexualidad sana, información médica para adultos”, señaló que los varones son los que tienen mayor problema para enfrentar y posteriormente resolver su vida sexual que se ha visto perjudicada por el uso de medicamentos que inhiben la libido.
“Los hombres y las mujeres tienen que ponerse de acuerdo a la hora de tener actividad sexual; la situación es que nuestra cultura judeocristiana nos educa a que el hombre es el que sabe del sexo, y por lo tanto el hombre es el responsable de la sexualidad de la mujer, lo que ocasiona que el hombre se eche un peso enorme encima, porque de ellos depende no sólo su placer, sino el placer de con quien están teniendo sexo”, argumentó.
Esto, aunado a la responsabilidad que siente un varón, quien por los medicamentos que está tomando ya no tiene erecciones; situación que se torna complicada, ya que las personas relacionan el placer sexual con la zona genital.
“Si los genitales no están funcionando adecuadamente, el compromiso es mucho y la responsabilidad para el varón es muy pesada, entonces prefiere no tener actividad sexual”, añadió.
Dijo que ante esta situación, los hombres recurren a tomar pastillas que les producen erecciones, pero este tipo de medicamentos no producen un intercambio en la emoción, es decir, sólo funciona a nivel orgánico no psicológico.
“Nadie platica con ellos para decirles, no se trata nada más de que otra vez puedas tener una erección, se trata de que te reconectes con la persona. Por ejemplo: un hombre que está tomando medicamentos antihipertensión, antidepresivos, o para controlar la diabetes, va a tener disminución de su deseo sexual, y él, pensando remediar el problema se toma una pastilla para tener una erección, pero su deseo sexual está diferente.
“No le corresponde su mente, su emoción a lo que está presentando el pene y por lo tanto no va a tener la conexión, no va tener el gusto y la satisfacción que da una actividad sexual placentera”, afirmó Mantecón Garza.
Mencionó que lo más recomendable sería que tanto médicos como pacientes tuvieran la apertura para que trataran el tema de los medicamentos y ver los efectos secundarios que producen en materia sexual.
“Vemos por ejemplo, que los medicamentos hormonales anticonceptivos le quitan el deseo sexual a la mujer; esto ya se está publicando para que llegue a manos de los propios doctores porque cuando una paciente va con un ginecólogo, y le pregunta sobre las consecuencias que tienen las pastillas anticonceptivas, el doctor regularmente dice que ninguna.
“Y se dice ninguna porque la mayoría de las veces es mínimo lo que afecta-, pero lo que no se sabía y ahora los reportes con mayor frecuencia indican es que los medicamentos anticonceptivos quitan el deseo sexual de la mujer y éste es un problema que el médico tiene que entender y que la pareja tiene que superar. Imagínate una pareja de 15 años de casados, todavía los dos son fértiles y todavía están utilizando medicamentos anticonceptivos y resulta que ella no tiene deseo sexual y no sabe que el problema radica en los anticonceptivos”, explicó.
Señaló que esta situación provoca que el hombre crea que es debido a su bajo rendimiento sexual y se predispone a que no satisface a su mujer en ese sentido, mientras que al mismo tiempo a la mujer le entran ciertas dudas e inquietudes.
“También piensa que él ya no es cariñoso con ella, que se perdió el romanticismo y empiezan a tener distanciamiento por el efecto de estos medicamentos y no se dan cuenta.
“Ahora el problema de bajo deseo sexual por anticonceptivos se tiene antes de la menopausia, y pudiera ser sencillo remediarlo al cambiar o quitar las sustancias. Muy diferente sucede cuando le pasa a alguna mujer que se encuentra en etapa postmenopáusica, porque se piensa que por la falta de hormonas su cuerpo no responderá a estímulos sexuales, pero no es así. Los estudios prueban que a una mujer postmenopáusica se le muestran imágenes o se le adapta un ambiente que le provoque deseo sexual, su cuerpo responde.
“Hay estudios donde ponemos sensores en la vagina y en el clítoris y vemos la respuesta del cuerpo de la mujer ante el estimulo, aunque su deseo sexual está bajo. Sin embargo, el cuerpo se prepara, porque estamos hablando de mecanismos no conscientes”, aseveró.
La especialista citó el caso de una mujer que está amenazada de muerte y a punto de ser violada; en su mente no hay disposición, pero el cuerpo se prepara para que la penetración sea menos dolorosa.
“Una mujer puede no querer tener actividad sexual porque trae una pistola en la cabeza y está pensando en rescatar su vida, pero al mismo tiempo su inconsciente está preparando a ese cuerpo para protegerla de la agresión y como quiera produce algo de mucosidad para que no se produzcan desgarres.
“Y esta situación a una víctima de violación le causa un conflicto tremendo, porque piensa que a lo mejor hubo un deseo o placer y no es así. La violación a un hombre le puede causar una erección o incluso eyaculación no deseada, sólo por resultado de efecto mecánico. Estas respuestas corporales causan mucho conflicto de culpa a las víctimas que además piensan que no se defendieron lo suficiente y se culpan a sí mismos, y luego la sociedad empeora el problema porque generalmente culpa a la víctima diciendo que en realidad sí lo deseaba”, consideró.
REACTIVANDO EL DESEO
La consultora sexual enfatizó que para que las parejas puedan reactivar el deseo deben informarse y tratar el tema con su médico de confianza, ya que se tiene que llegar al fondo del problema y descubrir si son los medicamentos u otras razones que están afectando su relación en pareja.
Sobre los reflejos físicos dijo que no toda la gente está consciente de tenerlos, o que existan.
“El problema está en que los reflejos son inconscientes y no sabemos que los tenemos y están muy poco estudiados. Entonces cuando tienes un problema de baja de deseo sexual, no te das cuenta que muchos de tus reflejos todavía funcionan y muchas personas dejan de tener actividad sexual porque creen que no pueden”.
Pero aclaró que en el caso de la diabetes u otro tipo de enfermedades crónicas, estos reflejos se pueden perder.
Por otro lado, comentó que los varones que han sido operados por que tenían problemas cardiovasculares tienen miedo de sufrir un ataque, por lo que es recomendable que así como tienen rehabilitación para recuperar su condición física, también tienen que rehabilitarse para reanudar su actividad sexual.
“Es muy importante que se acerquen con su médico para aclarar dudas”.