
Tigres Femenil hizo historia en la cancha, pero en las tribunas, la respuesta no fue la esperada.
A pesar de una intensa campaña de promoción para las semifinales y la final de la Concacaf W Champions Cup 2024-25, el Estadio Universitario no logró registrar un lleno, ni siquiera en el duelo por el título continental.
Con la posibilidad de convertirse en las primeras campeonas del certamen y asegurar un lugar en la Copa de Campeonas de la FIFA 2026 y el Mundial de Clubes 2028, el club auriazul activó múltiples esfuerzos para atraer a los incomparables al Volcán. Desde promociones hasta obsequios, todo apuntaba a una fiesta histórica.
Para la semifinal ante el Portland Thorns, el club anunció que los primeros 4 mil aficionados con boleto pagado recibirían una cangurera edición especial de Wonder Woman. La dinámica fue compartida ampliamente en redes sociales y plataformas oficiales del club, apelando al orgullo felino para motivar la asistencia.
Además, se ofrecieron boletos gratuitos para estudiantes con credencial vigente para la gran final, una medida poco común en este tipo de encuentros que mostraba el compromiso del club por llenar las tribunas y apoyar a las Amazonas en su lucha por el título internacional.
Sin embargo, ni las estrategias de mercadotecnia ni el contexto histórico lograron revertir la realidad. La semifinal entre Tigres y Portland apenas convocó a 4 mil 589 aficionados, una cifra muy por debajo del potencial del Volcán, que tiene capacidad para más de 40 mil espectadores.
Para la gran final ante el Gotham FC, donde Tigres buscaba la gloria, la asistencia creció pero tampoco fue contundente. Solo 17 mil 264 aficionados acudieron al estadio, dejando visibles vacíos en las gradas y confirmando que el lleno prometido nunca llegó.
Esto ocurrió a pesar de que Tigres Femenil llegaba con un historial imponente: seis títulos de Liga MX Femenil, tres Campeón de Campeonas y un equipo consolidado con figuras como Jacqueline Ovalle, Stephany Mayor y Greta Espinoza, entre otras.
En el terreno de juego, las Amazonas dieron la cara. Derrotaron al Portland Thorns 2–0 en semifinales con goles de Aaliyah Farmer y Thembi Kgatlana, ganándose el pase a la final de forma contundente y mostrando nuevamente por qué son referentes del futbol femenil en México y la región.
En la final, pelearon hasta el último minuto, pero cayeron 1–0 ante Gotham FC. A pesar del esfuerzo de figuras como Itzel González, quien detuvo dos penales, el equipo estadounidense se llevó la victoria con un gol en el contrarremate de Esther González.
Lo que quedó claro es que la entrega en la cancha no siempre se corresponde con el apoyo desde la tribuna.
Las razones pueden ser diversas: falta de difusión, poca conexión emocional con el torneo, o simplemente un calendario saturado para la afición.
Lo cierto es que el club hizo su parte. Apostó por la experiencia del estadio, por el orgullo felino y por facilitar el acceso. Pero al final, el Volcán no rugió con la fuerza esperada en una de las noches más importantes para Tigres Femenil. La historia se escribió en la cancha, pero en las gradas, se quedó inconclusa.