
Un campeonato mundial, cinco participaciones en Juegos Paralímpicos y más de 10 veces campeón nacional en levantamiento de pesas es tan sólo parte del currículo de Porfirio Francisco Arredondo Luna, el regiomontano que ya se declara listo para competir en los próximos Juegos Parapanamericanos de Toronto, en donde peleará su pase a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
El deportista, que vive con discapacidad motora, es una de las cartas fuertes de la delegación mexicana. Irónicamente, el hombre que ha bañado de gloria al país, llegó “por casualidad” a la disciplina que lo ha colocado en el pódium nacional e internacional en diversas ocasiones: powerlifting o levantamiento de pesas.
A los cinco años, Arredondo Luna, ahora de 43, presentó una neumonía cuyas secuelas lo dejaron en silla de ruedas. A diferencia de lo que podría pensarse, las circunstancias lo convirtieron en una persona más competitiva, por lo que en la adolescencia y juventud llegó al mundo de los deportes para saciar su hambre de competencia.
Aunque desde los 17 años comenzó a practicar diferentes deportes, en ninguno logró destacar. No fue hasta dos años después cuando lo invitaron a la disciplina de levantamiento de pesas que el regiomontano descubrió sus habilidades.
Motivado por la Competencia Nacional que se avecinaba en la entidad, en donde obtuvo el segundo lugar al levantar 117 kilos y medio, el joven comenzó a destacar.
“Tanto como que gustarme los deportes no, pero me gusta mucho la competencia, incluso más que el lado deportivo. Entonces, me gusta competir y aprender.
“En los años 90 yo estudiaba en la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Empezamos a ir un compañero y yo al gimnasio. En 1992 teníamos la competencia nacional de levantamiento de pesas aquí en Nuevo León. Me invitaron a practicar el powerlifting y aquí me quedé, pero llegué aquí porque no destacaba en ningún otro deporte.
“En pesas no pedían marcas mínimas, era lo que tú pudieras levantar en ese tiempo, cuando yo empecé. Entonces, para poder empezar a levantar pesas en NL, pues ya me quedé ahí y es lo que he practicado desde siempre”, expresó Arredondo Luna.
Su hambre de competencia no le permitió conformarse con el segundo lugar, por lo que el año siguiente volvió al certamen para competir por el oro, metal que finalmente obtuvo y que ha ganado ininterrumpidamente desde 1993.
“La verdad quería ganarle a mi compañero (de delegación) que había ganado el primero, y ya al segundo año ya le gané yo. He sido el campeón ininterrumpidamente desde 1993”, dijo el entrevistado.
De las competencias nacionales pasó a las internacionales y los Juegos Paralímpicos de Atlanta, Sydney, Atenas, Beijing y Londres son escenarios testigos de su esfuerzo.
Sin embargo, fuera de las fronteras mexicanas no todas sus participaciones han acarreado la maldición del “ya merito”. En 2006, Arredondo Luna se coronó como el máximo levantador de pesas en el Mundial IPC, organizado por el Comité Paralímpico Internacional.
Si pudiera elegir la competencia más emblemática en su haber, curiosamente el entrevistado no escogería el Mundial en donde se coronó campeón, se quedaría con los Juegos Paralímpicos de Sydney, Australia de 2000.
“El Mundial de Corea ha sido mi mejor experiencia, obviamente, porque gané, pero yo creo que mi mejor competencia fue en Sydney porque salió todo en orden: los tiempos justos, el macro funcionó bien, como lo manejamos. Entonces, yo creo que ese es el mejor evento que he tenido, a pesar de que quedé en cuarto lugar”, mencionó.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas: en los Paralímpicos de Atenas 2004, una confusión de los organizadores provocó que no llegara en buenas condiciones a la competencia.
“El momento más amargo fue cuando me descalificaron en Atenas. Hubo mucha desorganización para nosotros en ese evento porque no nos avisaron que si no dábamos el peso en la categoría no competiríamos. Entonces, faltaban nueve días para mi competencia y tenía que bajar cinco kilos y lo tuve que hacer, pero a la hora de la competencia ya no levantaba lo mismo. Era eso o no competir y ha sido lo más duro hasta ahorita porque no comía casi para bajar de peso.
“No nada más a mí. A todos les afectó. Hubo personas que no dieron el peso. Un amigo chileno, por ejemplo, tenía que bajar ocho kilos y sólo bajó seis. No alcanzó el peso y ya no compitió. Creo que fue más duro para él”, dijo el regiomontano, quien es además su propio entrenador.
Celoso con sus cosas, ya que poco habla de sus competencias, ni siquiera con su familia, Arredondo Luna se declara listo para competir en los Juegos Parapanamericanos de Toronto, en donde espera poder levantar 205 kilos y con ello ganar su pase a los Juegos Paralímpicos en Río de Janeiro.
“Es el pase para ir a Río de Janeiro, a los Paralímpicos de 2016. Entonces, serían mis sextos juegos consecutivos, si llego a ir, que yo creo que sí”, indicó el ahora estudiante de la Facultad de Organización Deportiva de la UANL.
Los Juegos Parapanamericanos se desarrollarán en la ciudad canadiense del 7 al 15 de agosto.
El regiomontano se siente confiado de ganar su pase a Río, que incluso ya predijo que se quedará con el tercer lugar en los Paralímpicos cariocas, en donde también piensa poner punto final a su carrera como levantador de pesas.
Admirador de sí mismo, Arredondo Luna también es un joven regiomontano que demuestra que no existe la discapacidad cuando se tiene la intención de llegar a un objetivo.