En un hecho sin precedentes, la Final de la Liga MX se disputará en Navidad, pero también será motivo de singular emoción para Ricardo “Tuca” Ferreti, porque el 25 de diciembre, cumplirá mil juegos como director técnico.
Y los números en su palmarés le son muy favorables, pues en su larga carrera al frente de diversos equipos en el futbol mexicano tiene un récord de 414 triunfos, 302 empates y 282 derrotas desde que empezó a dirigir a los Pumas de la UNAM en 1991, y por eso el club Tigres le rindió merecido homenaje el 17 de septiembre de 2016 al transmitir en la pantalla del Estadio Universitario un video conmemorativo, en el intermedio del partido contra Puebla.
También fue parte de su reconocimiento a la brillante trayectoria que ha sostenido, la renovación de su contrato que le hizo la directiva del club felino que espera pleno cumplimiento por cuatro años más, es decir será el entrenador hasta el 2020, de acuerdo con la confirmación de la firma dada a conocer por el presidente de la institución deportiva, Alejandro Rodríguez.
Por si fuera poco, tiene la promesa de ser tomado en cuenta para incorporarse como directivo de los Tigres cuando cumpla su ciclo como entrenador. “Algún día, algún día”, dijo sonriente a su gran amigo Jorge Campos cuando éste, en un programa de televisión, le preguntó si era verdad. Porque este ex jugador es uno de sus “hijos” de los que presume Ferreti , aunque no como Memo Vázquez, Antonio Sancho o Claudio “El Emperador” Suárez.
Nacido el 22 de febrero de 1954 en Río de Janeiro, fue hijo de Aryad de Oliveira y de Victorino Ferreti, quien falleció en el 2012, un año después de que Fernando, el hermano mayor del “Tuca”, pasara también a mejor vida.
Jugador de 1968 a 1975 con el Botafogo, en el 75-76 pasó al Vasco da Gama e inmediatamente después al Bonsuceso en el torneo 76-77, pero muy pronto lo contactó en 1977 Nicola Gravina para enrolarlo con el Atlas de Guadalajara, con tan mala fortuna que llegó para descender a segunda división con tan carismático equipo tapatío.
Y cuando parecía que las puertas se le cerraban en tierra azteca, una amistad sólida que inició con Miguel Mejía Barón lo llevó a los Pumas directamente, poniéndose a las órdenes de Bora Milutinovic. Su buena estrella lo guió en el club universitario con una imagen de triunfador, pero también lo llevó a los equipos Neza, Monterrey y Toluca, hasta que decidió su retiro de las canchas.
Pero jamás imaginó que México lo seguiría atrapando en su afecto y ahora en la profesión de director técnico desde que debutó como tal al frente de los Pumas en 1991. Y menos lo han dejado de atrapar los clubes que ven en él un potencial único para hacerlos campeones, como Chivas, Toluca, Pumas y Tigres, a los que vino a salvar del descenso y los encumbró en dos ocasiones en tórridos partidos contra Santos y, paradójicamente, contra los Pumas hace un año.
De 1.73 de estatura y un peso aproximado de 74 kilos, lo distingue también su característico bigote y su temperamento explosivo que lo hace enfrentarse a árbitros (mostrándole la cartera a uno de ellos para decirle veladamente “ladrón”) o a los periodistas e inclusive a un automovilista en plena calle porque le chocó su lujoso Ferrari rojo.
A sus 62 años, el próximo enero será papá de un varón, que vendrá a sumarse a su otro hijo varón y a una mujer que forman parte de su devoción familiar.
UN CIENTÍFICO DE LA CANCHA
Catalogado por Roberto Gómez Junco como un científico de la cancha porque sabe planear muy bien cada partido, Ferreti no es del agrado de quienes buscan en el futbol el espectáculo y los goles al por mayor, pues su meta siempre es el equilibrio para no ver vulnerada la portería de su equipo y conseguir las anotaciones que se puedan para ganar un partido.
“Él va por el resultado y no por la complacencia de los aficionados en la tribuna, de ahí que sea un especialista en liguillas (con 116 juegos a la fecha)”, expresa el ex futbolista y hoy acreditado comentarista regiomontano.
Y por algo también llegará este 22 y 25 de diciembre a mil juegos dirigiendo equipos del futbol mexicano, con 8 Finales, además de ésta, que le han dado infinidad de satisfacciones, como la de haber sido entronizado en el Salón de la Fama el pasado noviembre.
Por eso los conocedores le dan cierto handicap a favor en la Final del este torneo de Apertura, aunque teniendo enfrente a un rival como el América no se debe cantar victoria antes de tiempo, dado que Antonio Lavolpe llegó al cuadro azulcrema con la encomienda de cerrar el año del centenario del club de Televisa levantando la copa de la Liga MX.
Ferreti y sus jugadores tienen la palabra.