Tamaulipeco de nacimiento y regiomontano por adopción, Alan Pulido es un joven que con tan sólo 21 años ya escribe su nombre con letras de oro en las canchas del futbol nacional.
Campeón mexicano del torneo de apertura 2011 con los Tigres de la UANL, tercer lugar en el mundial Sub-20 de 2011 con la selección mexicana y goleador del torneo preolímpico con el equipo azteca, son tan sólo algunos de los logros que el delantero de Tigres ha logrado acariciar.
Pero ahora Pulido tiene su mirada puesta en un nuevo reto: representar a México en los Juegos Olímpicos de Londres y regalar a México una nueva gloria tras ausentarse ocho años de la competencia.
Poco a poco, Alan Pulido se ha convertido en uno de los jugadores favoritos, no sólo de la hinchada felina, sino también de los fanáticos del balompié nacional, ya que su habilidad con la pelota es innegable.
Su talento ha trascendido las fronteras de México, al grado de que el nombre del jugador felino ya se encuentra dentro del interés de por lo menos un club europeo.
Dedicarse al futbol de manera profesional es un camino lleno de sacrificios y Alan Pulido lo sabe a la perfección. La brecha por la que aún transita ha estado lleno de altibajos y el reconocimiento del que ahora goza tiene una historia con diferentes matices.
DE LA CHAQUETA DE CUERO
A LA PIEL FELINA
Los inicios de Alan Pulido se remontan a los años 90 en su natal Ciudad Victoria, Tamaulipas, en donde comenzó a practicar futbol desde los seis años en un equipo llamado Estrellita.
A diferencia de otros niños que veían el balompié como un pasatiempo, en la mente de Alan ya figuraba la idea de convertirse en futbolista y a pesar de su corta edad estaba consciente del reto que significaba conseguirlo.
“De chiquito siempre soñé con eso, con ser futbolista, pero sabía que era algo complicado, que no era nada fácil, que tenía que trabajar mucho”, dijo en entrevista exclusiva para Hora Cero.
Estrellita, Vaqueros, Búhos son algunos nombres de equipos por los que el joven felino transitó a lo largo de su desarrollo, desde la categoría “crack del futuro” hasta la de “biberones”.
Fue a la edad de 10 años cuando Pulido ingresó a la selección de Ciudad Victoria y comenzó a representar a su tierra en los torneos estatales y nacionales. Las competencias sólo reforzaron su pasión por el balón.
“Me tocó un nacional en Los Mochis, que fui a representar a Tamaulipas. Desde chiquito comencé a quedar campeón goleador, a meter goles, me fue bien y me gustaba”.
Y aunque la pelota se había convertido ya en su más fiel amiga, durante la época de la adolescencia comenzaron las distracciones comunes de la edad, que orillaron a que Pulido jugara futbol con menos frecuencia.
Sin embargo, fue justo en ese momento cuando su hermano, el también futbolista y actual jugador de los Xolos de Tijuana, Armando Pulido, le consiguió una prueba en Monterrey con el Club Tigres. Su hermano ya tenía un año y medio aproximadamente en la Sultana del Norte y el joven de 18 años accedió a tomar el reto.
Cuauhtémoc Blanco era uno de los grandes ídolos del atacante Tigre por su manera de jugar, pero quien definitivamente lo marcó e incluso lo convirtió en felino fue Walter Gaitán.
“En esos momentos un ídolo mío era Cuauhtémoc Blanco, me gustaba mucho cómo jugaba. Cuando le empecé a ir a Tigres fue por Walter Gaitán, que siempre me gustó cómo jugó, sus goles y por todo eso también me fui haciendo tigre”, indicó Pulido.
El sueño de Alan Pulido parecía cristalizarse al pisar tierras regiomontanas; sin embargo, las primeras prácticas con los pilotos no fueron lo que esperaba, pues sentía que no se le tomaba en cuenta y eso lo desanimaba. Aún así, el atacante felino no quiso regresar y continuó en su lucha por ingresar al plantel.
“Me vine para acá y empecé a entrenar afuera del estadio, así con los pilotos, empecé a entrenar y de repente platicaba con mis papás de que los entrenadores no veían así como que mucho futuro, me pedía que yo recogiera balones, a lanzarlos, no me ponían con los del plantel y sí me desanimaba un poco, pero aún así yo les decía a mis papás que no me quería regresar, que quería seguir y nunca me di por vencido”, dijo el campeón mexicano.
Conforme transcurrió el tiempo Pulido comenzó a recuperar la condición de juego que tenía antes de la adolescencia y su situación en el plantel fue mejorando, pero su permanencia en el plantel aún no está asegurada.
La decisión definitiva se dio en Estados Unidos, cuando el atacante fue llevado a la Copa Dallas y una indisciplina lo llevó de la banca a la cancha, consagrándolo dentro del plantel.
“A mi hermano le dijeron que me iban a llevar a la Copa Dallas, que era mi último torneo, dependiendo de cómo me fuera en ese torneo iban a decidir si me quedaba realmente en Tigres en tercera o así, o si ya me iban a regresar a mi casa. Pero yo no iba de titular en ese torneo, yo iba de banca y justo ahí pasó un problema con los compañeros que iban de titulares, los castigaron y no jugaron el torneo, eran delanteros y ahí di el brinco, me dijeron que iba a jugar”, comentó el atacante.
En ese torneo, Pulido anotó el gol de la victoria en el primer partido, pero no fue el único. En los próximos partidos Alan se convirtió en pieza clave para que el equipo se convirtiera en campeón y con eso ganarse un lugar en la tercera división de Tigres.
“En el primer partido nos fue muy bien, ganamos 2-1, yo metí el gol del gane y ya pues bien contento con mi papás y me sentí muy feliz con aspiraciones para más porque venían partidos importantes. Venían grandes partidos y en ese torneo metí como cinco o seis goles, fuimos campeones y ya después de ahí le dijeron a mi hermano que sí me quedaba en tercera”, dijo Pulido.
Con el tiempo Alan subió a la segunda división y tan sólo seis meses más tarde llegó a la Primera A, en donde continuó trabajando.
Pero el anhelo de pequeño se cumplió finalmente cuando Daniel Guzmán asumió la directiva del plantel y lo subió a la primera división; el sueño de Pulido era toda una realidad.
“En ese lapso pasó como uno o dos años que no tuve nada de vacaciones, de tercera brinqué a segunda, de segunda a vacaciones y me hablaron que me regresara porque iba con primera. Después llegó Daniel Guzmán y él me subió a primera división. Ya estuve entrenando con ellos, primera pretemporada y él ya me pudo debutar, lo que aspiraba de chiquito”, comentó emocionado el delantero.
Tras su llegada a la primera división, Alan ha logrado sacar la garra y en poco tiempo coronarse con la selección mexicana en diferentes competencias como en el mundial Sub-20, en donde lograron el tercer lugar. En el campeonato de la liga mexicana en 2011 anotó el tercer gol y obtuvo el pase olímpico para la selección azteca en el torneo previo; ahí figuró con cinco tantos.
La gloria que vive el futbolista en cada anotación es la misma con la que vibran los miles de seguidores en su estado natal, lo que considera su mayor recompensa.
“Uno lo hace lo mejor que puede para poner en alto a su país, a su estado. Estoy muy contento recibiendo el apoyo de ellos, la verdad es indispensable el apoyo que me han demostrado y espero siga yo dando esas alegrías para mi ciudad, mi estado y mi país que me han apoyado y eso es lo más bonito, poner en alto a tu país, al estado en donde creciste y esa es mi mayo recompensa”.
A pesar de los problemas de inseguridad por los que atraviesa su estado natal y el resto del país, Alan Pulido sabe que el futbol siempre es un escaparate que amortigua las situaciones negativas y regala momentos de alegría.
“Yo me pongo muy contento en realizar lo que a mí me gusta hacer, lo que siempre soñé de chiquito y más que todo que todo un estado te apoya, todo un país, yo creo que eso es importante y claro que me motiva. Ahorita Tamaulipas está sufriendo mucha delincuencia y yo creo que con esto del fútbol mucha gente se enorgullece, que a pesar de lo que está pasando, surgen de ahí grandes jugadores, personas que ponen en alto el nombre de todo el estado, de toda la ciudad y yo creo que eso los motiva a seguir adelante y de que siempre hay una esperanza”, dijo.
“Que no nada más hay cosas malas, también surgen cosas buenas por el deporte, muchos jugadores que han debutado, Julio Gómez, Peña, Salazar, obviamente estas grandes actuaciones hace que los demás volteen para abajo, a los más jóvenes que vienen de las fuerzas básicas, que viene de selecciones para ver si tienen futuro”.
CON MIRA A LOS OLÍMPICOS
El 31 de marzo, la selección mexicana de futbol Sub 23 le regaló al país la alegría de regresar a una justa olímpica después de ocho años de ausencia.
La participación impecable del conjunto azteca, que ganó todos sus partidos del torneo preolímpico Concacaf, le valió el boleto a Londres 2012.
Alan Pulido, por su parte, se convirtió en el gran goleador mexicano de la competencia al anotar cinco tantos: tres a Honduras, uno a Trinidad y Tobago y otro más a Canadá. Haber sido parte del triunfo de la selección es una experiencia que quedará marcada para toda su vida.
“Muy contento, representar a todo tu país, a toda la gente que te está viendo es muy bonito. Uno como jugador, vivir todas esas experiencias que a futuro te van a dar muchas cosas. Al final se cumplió el objetivo de calificar”, indicó el felino.
Y es que no se trata sólo del reconocimiento popular, también de la realización personal, pues de pequeño nunca imaginó que llegaría a este nivel. Ahora conforme pasa el tiempo Pulido se fija metas cada vez más grandes.
“De chiquito nunca pensaba en todo esto, pero como fuimos avanzando paso a paso, y creo que obviamente me iba poniendo objetivos, ir a nacionales, quedar campeón goleador, representar a todo Tamaulipas, después a la selección ya con Tigres, la verdad es que esos objetivos a corto plazo se fueron haciendo realidad y ahora uno sueña con muchas cosas más, pero sabemos que es difícil, no es nada gratis, nadie te regala nada, pero con el trabajo, el esfuerzo se van cumpliendo los objetivos”.
Entre sus metas a corto plazo se encuentra la de asegurar su pase a los Juegos Olímpicos, ya que aunque tuvo una participación destacada dentro del torneo previo, no se confía, pues sabe que nadie es indispensable. Por tal razón, Alan Pulido no baja la guardia y se enfoca en seguir teniendo un buen papel dentro de su plantel y de esa manera tener la oportunidad de que su nombre aparezca en la lista definitiva de convocados a Londres.
“No me siento seguro en Londres, tuve un buen funcionamiento en el preolímpico, pero fue funcionamiento de todo el equipo, no considero que fue a base de mí, fue a base de mis compañeros que realmente aportaron todo lo que saben y a mí me tocó la fortuna de marcar goles, pero me mantengo con la misma humildad, con el mismo deseo de ahora hacerlos con Tigres, yo creo que sería absurdo pensar que ya tendría un lugar asegurado porque nadie es indispensable en la selección, yo creo que te ganas un lugar a base del trabajo y viene una lista definitiva más adelante que va a estar peleada porque viene grandes jugadores y hay que remar contra corriente, así que no hay que relajarse en nada”, dijo el atacante.
Los Juegos Olímpicos le darían a Pulido no sólo la oportunidad de representar a México, también podría ser el trampolín que lo lleve a los equipos del viejo continente.
“Todo torneo con selección es una vitrina en donde todo mundo te está viendo y grandes directores técnicos de otro país, de Europa, yo creo que voltean. Con el ‘Chicharito’ ellos han visto que hay grandes jugadores importantes dentro de México y claro que voltean al país para ver a jugadores que viene de abajo y a uno le queda seguir trabajando”, comentó.
En febrero el periódico inglés “The Mirror” publicó el interés del Manchester United por el atacante felino y horas más tarde el club confirmó la publicación al mostrar en su portal de Internet la fotografía del tamaulipeco dentro de “la lista de los 10 rumores” que son los jugadores que serían pretendedidos por Los “Red Devils”.
Hasta el momento nada ha sido concretado y por ahora Alan Pulido está concentrado en regalarle a los aficionados felinos el bicampeonato de la Liga Mexicana de Futbol, pero mantiene vivo el anhelo de unirse a la privilegiada lista de mexicanos que militan en las ligas europeas y algún día compartir la cancha con sus ídolos actuales del balompié David Villa y Cristiano Ronaldo
“A corto plazo mi meta es el bicampeonato con Tigres, eso es para lo que estoy trabajando con mi equipo y hacer un buen trabajo en el club para ser tomado en cuenta para Londres, yo creo que ese sería mi objetivo a corto plazo y ya en un futuro como todo jugador mexicano sueño estar jugando en Europa. Vienen grandes cosas, viene el mundial y uno sueña con esas cosas, pero sabemos que no es nada fácil, hay que seguir trabajando con el mismo de-sempeño que lo hemos estado haciendo”, puntualizó el atacante de Tigres.