
Más vale tarde que nunca…
Después de que vivieron una odisea en el Clásico 106, que involucró una estafa, boletos falsos y una fotografía viral, Julio Cisneros y Arnulfo Cortés ya pudieron visitar el Estadio BBVA Bancomer.
Hora Cero presentó la historia de los jóvenes que protagonizaron la que fue considerada la fotografía más conmovedora del Clásico Regio, que retrató al par de cuñados vistiendo la casaca de equipos contrarios, pero paseando en los alrededores del estadio, imagen que contrastó con el entorno de violencia que se vivió, así como la estafa de la que fueron víctimas cuando un conocido les vendió boletos falsos para el encuentro, por lo que aunque estaban ahí ese día para ver el Clásico, no los dejaron entrar y poco faltó para que los detuvieran por tratar de usar esos boletos.
Gracias al Club de Futbol Monterrey, y a las gestiones de Hugo Mario Cantú, el coordinador de Responsabilidad Social dentro de la institución albiazul, Julio y Arnulfo se “sacaron la espina” y pudieron asistir a la casa de Rayados cuando recibieron a las Chivas, en el encuentro de la jornada 11 del Torneo Clausura 2016.
Ya sin el ambiente hostil del Clásico, ambos pudieron disfrutar tranquilos del partido, el cual terminó en derrota 3-1 para el equipo de casa.
“Es una diferencia muy grande, ya se puede caminar tranquilo”, reconoció Arnulfo, quien pese a que portaba la playera de Tigres, no fue víctima de insultos como en el anterior encuentro, mas no pasó inadvertido para los asistentes.
Ya que tuvo la oportunidad de conocer el estadio, comentó que le pareció “bien”, y mientras continuaba apreciándolo, dejó escapar una risa nerviosa.
Julio fue el más feliz por poder ver al equipo de sus amores, y desde que arribó al inmueble no dejó de sonreír. Comentó que su papá se puso “celoso” por no poder asistir.
El aficionado agradeció al club de Futbol Monterrey por haberle brindado la oportunidad de asistir al encuentro. No pierde la esperanza de algún día poder asistir a un entrenamiento para poder conocer en persona a sus ídolos.
Sobre el estafador que les vendió los boletos, ya no supieron nada de él. Ahora sólo esperan algún día olvidar ese trago amargo, y asistir al juego contra Chivas ayudó un poco.