
Faltaban pocas horas para que terminara la Navidad, y parecía que Santa Clos había concluido su trabajo, pero antes de retirarse hizo una escala en el Estadio Universitario para darles a miles de fanáticos un regalo “incomparable”: el quinto campeonato de Tigres.
Tras 18 días de espera entre la semifinal y la final, en pleno 25 de diciembre se escribió una nueva página en la historia de la escuadra auriazul, que se impuso ante el América en un partido de 120 minutos de delirio y una tanda de penales cardíaca.
André-Pierre Gignac, Juninho y Guido Pizarro se convirtieron en los tres Reyes Magos que siguieron el camino a la quinta estrella con sus tres anotaciones, mientras que Nahuel se volvió el ángel guardián de la portería al atajar como un crack todos los cobros de pena máxima del rival.
Fue así como Tigres consiguió su también tercer título de Liga en los últimos cinco años, y celebró de manera excepcional los primeros mil partidos del Tuca Ferretti en México; mientras que el América sumó otro fracaso a su Centenario.
Navidad azul y oro
Miles de familias regiomontanas cambiaron el tradicional recalentado por una “Navidad Incomparable”.
Desde horas antes de la gran final del fútbol mexicano, los aficionados comenzaron a abarrotar el “Uni”, con la esperanza de salir con el mejor regalo navideño que un aficionado podría pedir: un campeonato para su equipo.
Personas de todas las edades, familias enteras, parejas y amigos se hicieron presentes para apoyar a la escuadra de San Nicolás, hasta alcanzar los 41 mil 615 asistentes (cifra oficial).
Todos luciendo diferentes modelos de las casacas auriazules; algunos apoyados con banderas, otros con caras pintadas, y los más extravagantes, con disfraces y máscaras.
Entre los presentes había unos cuantos despistados que esperaban un “milagro de navidad” e intentaron conseguir boletos en taquilla, pese a que las mantas de “boletos agotados” lucían en todo su esplendor sobre las mismas desde hace un par de semanas.
Esta situación fue aprovechada por los revendedores, que cotizaron los boletos del encuentro hasta en seis mil pesos.
Los vendedores ambulantes también hicieron “su agosto” en ventas. Entre lo más demandado, estaban las banderas y los gorros estilo Santa Clos, pero con los colores del equipo local.
En una considerable menor proporción arribaron los seguidores americanistas, que estuvieron expuestos a abucheos y rechiflas por parte de la afición local.
En los alrededores del Estadio, se desplegó un fuerte operativo de seguridad, integrado por 2,290 elementos de seguridad, entre policías, tránsitos, inspectores, rescatistas, Fuerza Civil, Policía Militar y Gendarmería, además de la seguridad interna del inmueble.
Alrededor de las 5 de la tarde, para amenizar la espera de los aficionados “tempraneros”, el grupo Pesado se encargó de dar un mini concierto de aproximadamente 30 minutos, en los que interpretaron sus éxitos.
Las canciones gruperas cambiaron a los cánticos de los Libres y Lokos apenas comenzó el protocolo de la Liga MX para dar inicio a la histórica final del futbol mexicano.
120 MINUTOS DE DELIRIO
Apenas Jorge Isaac Rojas dio el silbatazo inicial y la locura se desató en el Estadio Universitario.
Sin importar la localidad donde se encontraran, los aficionados no dejaron de alentar al equipo en su encrucijada por la quinta estrella, todo con el objetivo de hacer pesar la localidad sobre los de Coapa.
El encuentro fue intenso desde el primer minuto, y la tensión en la cancha aumentaba conforme los minutos avanzaban y no se abría el marcador.
Por parte de la afición, los constantes errores arbitrales provocaron constantes mentadas contra el juez del partido, como la roja que le perdonó a Michael Arroyo por una plancha contra Ayala y un empujón de Sambueza a Ismael Sosa.
Los 90 minutos de tiempo reglamentario no fueron suficientes para que alguna de las escuadras rompiera las redes del rival, pues los pocos tiros a gol de cada equipo eran interceptados por los porteros o iban directo a travesaño.
El primer tiempo extra, Tigres lo inició con 10 hombres, después de la expulsión de Torres Nilo por doble tarjeta amarilla.
Fue hasta el 94’ que parecía que el partido se definía, cuando el novato Edson Álvarez abrió el marcador con un cabezazo, dándole la ventaja al América.
Tan sólo cuatro minutos después, Rubens Sambueza tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja al estar sólo en el área, pero falló.
El error le dio un respiro a los auriazules, sobre todo cuando el capitán azulcrema se hizo expulsar al 101’.
Ante esto, el director técnico del América, Ricardo La Volpe, incitó una pelea desde la banda al hacerse de palabras con Gignac.
Al encararse el francés y el argentino, se desató una batalla campal entre ambos equipos, en la que hubo puñetazos, patadas, llaves y empujones, unos contra otros.
El silbante quedó en medio del problema, pero pese a sus esfuerzos no pudo hacer nada para separar a los jugadores.
Miembros del cuerpo técnico y hasta el “Tuca” Ferretti tuvieron que intervenir para poder terminar con el problema, que dejó a ambos equipos con dos hombres tras la expulsión de José Rivas, de Tigres, y los americanistas Paolo Goltz y Ventura Alvarado, quien se encontraba en la banca.
La expulsión de Goltz evidenció aún más el mal trabajo arbitral, pues un día después la Comisión Disciplinaria decidió suspender la expulsión del jugador al considerar que fue “manifiestamente errónea”.
Al 118’, cuando parecía que Tigres estaba muerto, Jesús Dueñas hizo el “milagro de la navidad”, convirtiendo un centro por derecha de Jürgen Damm en un esperanzador gol que dio el empate a la escuadra de San Nicolás, prolongando el encuentro a penales.
Los Americanistas no daban crédito.
Desde los 11 pasos, André-Pierre Gignac, Juninho y Guido Pizarro cobraron uno a uno las penas máximas.
Por parte de los azulcremas, William Da Silva, Silvio Romero y Javier Güemez buscaron seguir con vida, pero cada uno de sus tiros se topó con las manos de Nahuel Guzmán. Uno por izquierda, otro por el centro, y otro por derecha.
Rojas dio el silbatazo final, la afición dio rienda suelta a sus gritos y la lluvia de cerveza no se hizo esperar.
CELEBRACIÓN INCOMPARABLE
Tras 120 minutos cardiacos que culminaron en el mejor regalo de navidad que Tigres le pudo dar a su afición, la ansiada quinta estrella, la escuadra auriazul salió a celebrar a la Macroplaza.
El equipo salió del Estadio Universitario con dirección al Centro de Monterrey, y tras una travesía de aproximadamente una hora y media, arribaron ante miles de hinchas que los esperaban impacientes.
Las calles del primer cuadro de la ciudad estaban paralizadas gracias al gran número de carros y personas que acudieron a la celebración.
Fuerza Civil y la policía municipal desplegaron un operativo para salvaguardar la seguridad de los asistentes.
Porras, gritos, rechiflas, banderas ondeantes, aplausos y hasta lágrimas de felicidad predominaban entre los miles de presentes.
Acompañados de un “Tuca” sin bigote y su trofeo, y al ritmo del clásico de Queen “We are the Champions”, el plantel salió al escenario instalado en la Explanada de los Héroes alrededor de la 1:30 horas de este lunes.
“¡Gracias Tigres!” fue el breve mensaje que dio el “Inge” Rodríguez, antes de que Israel Jiménez le quitara el micrófono para gritar un “¡Sómos campeones raza!”
Nahuel Guzmán, Andy Delort, “Guty” Estrada, Guido Pizarro y Andre Pierre Gignac no dejaron de bailar, tomarse selfies y poner el ambiente arriba del escenario.
Ricardo Ferreti, quien además festejó mil partidos dirigidos en México, agradeció a la afición por su apoyo.
“En nombre de todos nosotros queremos agradecer el apoyo de ustedes, queremos agradecer el apoyo incondicional e incomparable”, comentó ante una agradecida afición, que no dejaba de corear “¡Es el equipo del bigotón!”
Minutos después de las 2:00 horas, el equipo se retiró del lugar, excepto Nahuel Guzmán, que continuó celebrando con la afición por varios minutos después.
El equipo pasó al Palacio de Gobierno para tomarse la fotografía oficial con el Gobernador Jaime Rodríguez, el Rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Rogelio Garza, así como los directivos del club.
FUE UN ROBO: LAVOLPE
El director técnico del América, Ricardo Lavolpe, cuestionó severamente el arbitraje de la final, al considerar que la balanza estaba en contra de las Águilas.
“Mañana tendrían que poner ‘Compensación del árbitro ayuda a los Tigres’; no lo van a poner… te dabas cuenta que la balanza estaba un poquitito en contra nuestro”.
“Siempre dicen que nos ayudan y hay varios partidos que no, es un mito que hay que dejar de lado, porque el robo de hoy es robo”, señaló.
Dijo estar molesto porque Tigres es un buen equipo que no necesitaba la ayuda del árbitro.
Argumentó que el árbitro se equivocó en la amonestación a Rubens Sambueza por protestar, mientras que “todos los demás, el arquero de ellos, Gignac y todos reclamaban y nunca amonestó”.
De este encuentro, Lavolpe destacó que su equipo terminó invicto y demostrando que tiene categoría.
“Yo felicito a mi equipo porque puso todo, jugó en una cancha que es difícil y con categoría, volvimos a los penales y perdimos”, mencionó.
A DETALLE
TIGRES
NAHUEL GUZMÁN: “Puede ser que sea un resultado heroico por cómo se dio todo, no por la tanda de penales. En desventaja, el equipo nunca se rindió, nunca bajó los brazos y tuvo su premio. Cada uno aportó su granito de arena y por suerte nosotros convertimos y nos llevamos el premio.
“Fue lindo, pero hubiera estado más lindo ganar más tranquilos”.
GUIDO PIZARRO: “Gustan estos partidos porque se juegan con el corazón. Le ganamos al árbitro, al equipo de ellos, a todos”.
AMÉRICA
ORIBE PERALTA: “Desgraciadamente no nos alcanzó, la verdad estoy muy triste, en los dos partidos tenía muchas ganas, mucha ilusión de poder conseguir el título y me voy orgulloso por el esfuerzo que hicieron mis compañeros.
No estaba al 100 por ciento, no pude ayudar a mis compañeros como normalmente lo hago y estoy muy triste. Es así esto y después de que ellos empataron tenían el estado anímico mejor para cobrar los penales y nosotros no.”
MOISES MUÑOZ: “Siempre que se pierde una final queda uno insatisfecho, pero bueno, de alguna manera (estoy) tranquilo por lo que se hizo en la cancha. Se nos escapa la victoria en el último minuto del partido, ni modo, ahora nos tocó perder a nosotros”.
TIGRES VS. AMÉRICA
3 – 0
(en penales)
Resultado
Tigres 1-1 América
(2-2 global)
Goles:
0-1 Edson Álvarez (95’)
1-1 Jesús Dueñas (119’)
Árbitro:
Jorge Isaac Rojas Castillo
Auxiliares:
Juan Joel Rangel Maya, Mario Jesús López Carrillo
Cuarto árbitro:
Fernando Guerrero Ramírez
TARJETAS
AMARILLAS
TIGRES: Pizarro (21’), Torres Nilo (67’), Ayala (100’), Gignac (105’)
AMÉRICA: Valdez (34’), Sambueza (51’), Arroyo (59’), Aguilar (91’),
Quintero (105’), Samudio (117’).
TARJETAS
ROJAS
TIGRES:
Torres Nilo (89’) y Rivas (105’)
AMÉRICA:
Sambueza (101’), Goltz (105’)
y Alvarado (105’)
ALINEACIÓN
TIGRES
DT: Ricardo Ferretti
1. Nahuel Guzmán
14. Iván Estrada
(27. Alberto Acosta 92’)
4. Hugo Ayala
3. Juninho
6. Jorge Torres Nilo
29. Jesús Dueñas
19. Guido Pizarro
25. Jürgen Damm
20. Javier Aquino
(11. Damián Álvarez 54’)
18. Ismael Sosa
(24. José Rivas 91’)
10. André-Pierre Gignac
AMÉRICA
DT: Ricardo La Volpe
23. Moisés Muñoz
18. Bruno Valdez
2. Paolo Goltz
21. Paul Aguilar
6. Miguel Samudio
21. José Guerrero
(282. Edson Álvarez 83’)
7. William Da Silva
30. Renato Ibarra
14. Rubens Sambueza
11. Miguel Arroyo
(5. Javier Güemez 107’)
24. Oribe Peralta
(9. Silvio Romero 78’)