En una velada histórica, llena de emociones y un ambiente familiar en el Palacio Sultán, la Zona Sur se impuso 6-3 a la Zona Norte en 11 episodios. De esta manera, la serie final, al igual que en 2011, arrancará en casa del equipo que represente a los sureños.
Con el pizarrón empatado a tres carreras, en la parte alta de la entrada 11, Freddy Guzmán, de los Delfines del Carmen, ejecutó un squeeze play perfecto por el rumbo de la inicial para que timbrara César Suárez la cuarta carrera, que significó la de la diferencia.
La ventaja se acrecentó para los sureños cuando, en la misma undécima, Carlos Rivera dio rola a las paradas cortas y, en el tiro abierto de Domingo Castro a la inicial, anotaran José Chávez y el propio Guzmán.
Fue un juego de altas descargas de emoción, en el cual el pitcheo lució sobre los poderosos órdenes al bat.
Bárbaro Cañizares inauguró la pizarra con tablazo de línea que superó la barda del jardín izquierdo con el que se llevó por delante a Freddy Guzmán.
Los sureños agregaron una más en la parte alta de la segunda con doble de Carlos Rivera al prado central con que envió al plato a Mario Iván Santana.
El Norte se hizo presente en el pizarrón en la conclusión de la segunda con sencillo de Saúl Soto al izquierdo con el que llegó barrido en la registradora Karim García.
En la quinta los de casa agregaron una más con jonrón solitario de Saúl Soto por el izquierdo y en la sexta baja emparejaron el pizarrón a tres con otro bombazo solitario de largo alcance, esta vez de Mario Valenzuela.
Con 27 ponches entre ambas selecciones, se impone un nuevo récord en Juego de Estrellas, el anterior era de 16, que se dio el año pasado en el parque Francisco I. Madero de Saltillo.
Desde 1966 un Juego de Estrellas no se iba a extra innings, en aquella ocasión un combinado venció a los Tigres capitalinos 6-4 en 10 entradas en el desaparecido Parque del Seguro Social. Este fue el octavo Clásico de Media Temporada en la historia de la LMB que se va a los episodios extra.
José Luis “Borrego” Sandoval tuvo acción en su convocatoria 21 al clásico de media temporada, con lo cual incremente el récord de todos los tiempos en cuanto a llamados. El legendario parador en corto se retirará al final de la campaña con los Diablos Rojos.
El pitcher ganador fue Jailén Peguero, con dos rollos de trabajo, permitió un hit, dio una base por bolas y ponchó a tres enemigos. El derrotado fue Wilkins Arias, luego de dos rollos con cuatro hits aceptados, tres carreras, dos limpias, una base por bolas y un ponche.
EL JUGADOR MÁS VALIOSO
El Jugador Más Valioso fue Freddy Guzmán, de los Delfines del Carmen, quien se fue de 6-2 con una producida, la carrera de la diferencia y dos carreras anotadas.
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En el Juego de Futuras Estrellas, la zona Sur venció 8-5 a la Norte.
El ataque más importante del juego se dio durante la fatídica séptima entrada. Durante el inning de las emociones, y cuando el marcador se encontraba empatado a tres, Gabriel Gómez conectó doblete, más tarde fue enviado al plato con hit de Abraham Robles. Instantes después, el racimo fue coronado con Rigoberto Armenta, quien conectó sencillo productor que llevó a Irwing Wilson y Alan Espinoza a home.
Este encuentro que involucró a los mejores jugadores jóvenes de cada organización de la Liga Mexicana, reunió a gran cantidad de aficionados, además de scouts que estuvieron pendientes de todos y cada uno de los peloteros que fueron convocados a este importante evento de relevancia internacional.
El pitcher ganador de este encuentro fue el lanzador diestro Carlos Félix, quien trabajó como relevo. Por su parte el pitcher que sufrió la derrota fue Óscar Hurtado, quien en dos tercios de labor aceptó dos hits y tres carreras. El pitcher Andrés García se apuntó el juego salvado luego de retirar los últimos dos tercios del juego, además cerrando con ponche.
El Jugador Más Valioso del evento fue el infielder de los Leones de Yuactán, Rigoberto Armenta. El sonorense registró una excelente jornada ofensiva bateando de 5-2 con tres carreras empujadas, además conectó cuadrangular que se fue al fondo del jardín derecho cuando se jugaba la parte alta de la segunda entrada.