Digno de una telenovela de la tarde, lo que se vivió el sábado 13 de abril y los días consiguientes con Nahuel Guzmán quedará para la historia del futbol mexicano.
El ambiente para un derbi regiomontano era inmejorable, digno de uno de los clásicos más importantes en el país y que más expectativa ha levantado en los últimos años en el territorio nacional.
En el campo dos nóminas poderosas, una afición apasionada, y un glamoroso estadio aún con confeti por la eliminación al Inter de Miami de Lionel Messi y compañía.
Los Rayados del Monterrey llegaron al partido fortalecidos anímica y futbolísticamente, muy distinto al momento que vivía Tigres después de perder las aspiraciones de un Mundial de Clubes tras la eliminación en su propia cancha ante Columbus.
En la cancha los jugadores respondieron. Un encuentro vibrante, intenso, de ida y vuelta, con lluvia de goles, y la polémica que no puede faltar en un duelo de esta magnitud.
Pero el tema no fue lo sucedido sobre el pasto, pues al minuto 28, el portero del Monterrey, Esteban Andrada, le hace notar al árbitro central César Arturo Ramos que hay un láser pegándole en la cara, por lo que el silbante explícitamente pide atención para la zona detrás del otro lado del estadio.
Es posterior a ello que las cámaras de seguridad del inmueble enfocan hacia la zona señalada por el argentino y es cuando se descubre que en el palco que se le prestó a la directiva de los felinos se encontraba Nahuel Guzmán utilizando el láser.
Fue hasta el término del partido cuando personal del inmueble filtró el video de las cámaras de seguridad en las que se registra a Guzmán apuntando no solamente a Andrada, sino también a Sergio Canales, como lo evidenció una fotografía.
Un hecho inédito y sin precedentes en el futbol mundial. Un futbolista activo (no lo minimiza que estuviera lesionado), que desde un palco apunta con un láser a futbolistas rivales.
De Nahuel Guzmán se han visto muchas acciones. Desde meterse con la afición, intimidar en los penales a los cobradores, gritar e insultar a los árbitros hasta hacerse de palabras con técnicos, jugadores y de más, pero lo que hizo ese sábado, rebasa todo lo anterior que se podría decir, “son cosas de futbol”.
Lo que hizo el argentino fue algo nuevo. La madre de las ‘Nahueleadas’.
Es por ello que las reacciones no tardaron en llegar, pues ya no era un tema cancha. Minutos después de terminado el partido, Andrada publicó una historia en Instagram con la imagen de Guzmán con la lucecita y una leyenda poco amigable.
En su cuenta de X (antes Twitter), el portero felino pidió disculpas públicas al darse a conocer el hecho, mismas que fueron replicadas por el club.
Con el paso de las horas, José Antonio ‘Tato’ Noriega apareció en los programas deportivos a nivel local y nacional para dar su versión de los hechos, añadiendo que fue insultado por el guardameta y por Antonio Sancho, director deportivo del Club Tigres.
De acuerdo a fuentes, el argentino fue retirado del palco en cuanto fue descubierto por las autoridades, pero el problema siguió en la zona mixta afuera de los vestidores cuando se enfrentaron ambos directivos.
“Al final del partido, en un acto nuevamente suscitado por Nahuel que agrede a gente de nuestro lado, solo salgo a decirle ‘respeto por favor, no vas a venir a insultar en nuestro estadio’.
“Toño (Antonio Sancho), en lugar de calmar, me empezó a gritar que me metiera a mi vestidor. Afortunadamente sí, es video con audio, todo esto que te relato está incluido en el documento que enviamos a la liga”, expresó Noriega en una entrevista.
En este punto, lo que pasó en la cancha con los seis goles, los 100 minutos jugados, el empate sobre la hora y todo lo sucedido en el rectángulo verde, ya estaba olvidado.
Después del partido, Rayados tuvo descanso de dos días, por lo que regresaron a los entrenamientos hasta el martes, día en que Andrada habló por primera vez del caso que vivió, señalando que no le aceptaría disculpas hasta que fueran en persona.
“Me sorprendió, somos colegas de la misma profesión, pero bueno, si te gusta provocar bancátela, pero bueno, luego me dijeron que fue él y nada, fue la reacción después del partido y ya. Se disculpó conmigo, me mandó mensaje, pero bueno, si me lo pide personalmente, seguramente se lo voy a aceptar”, dijo Andrada.
Hasta este momento, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) a través de la Comisión Disciplinaria, solamente habían anunciado que abrirían una investigación derivada de los hechos.
El último en hablar fue Sancho, quien aunque mencionado en las declaraciones del ‘Tato’ se había mantenido en silencio, y solamente declaró para contravenir la versión de Noriega, diciendo que son cosas que pasan.
“Primer punto, Nahuel y el láser: Que sepan, él está arrepentido por lo que pasó. Por supuesto que no estamos de acuerdo con lo que sucedió, él lo sabe, tenemos códigos y reglamentos internos, se va a hacer una sanción interna como siempre ha sido y manifestado.
“Se me hace una falta de respeto el simple hecho que como una cuestión ética después de 30 años en el medio y también hacia la institución que se insinúe que nosotros sabíamos o estábamos atrás de esto.
“Con eso paso al segundo punto que: referente a lo que pasó en los vestidores que se me hace alguien de fútbol y sabemos cómo es esto, no pasó nada. Tan es así que no hubo reporte de la Comisión Disciplinaria, son cosas de fútbol y se quedan en la cancha”, expuso el directivo tigre.
Los medios acapararon por días toda la atención de este suceso. Portadas, notas, reportajes, videos e imágenes de lo que aconteció esa noche en el Estadio BBVA (Estadio Monterrey para la raza mundialista y de la Kings League).
Incluso uno de los periodistas y literatos más reconocidos de habla hispana como Juan Villoro, habló sobre el caso en una visita a la ciudad de Monterrey donde estuvo presente en la exposición temporal ‘El futbol como pretexto’.
“Antes que nada, tiene una notable trayectoria, pero necesariamente por eso, este tipo de actitudes no las necesita. Tiene una estatura que debería estar por encima de lo que hizo en el Clásico Regio. La sanción tiene que ser fuerte, así que tiene que ser una suspensión de meses”, expresó Villoro.
La novela tuvo que llegar a su fin con la sanción impuesta al ‘patón’. 11 partidos de suspensión. La segunda sanción más severa que se ha sufrido en el futbol mexicano, solamente por detrás de Carlos Hermosillo en la 86-87 por una pelea campal.
Ni siquiera una agresión a un árbitro, como la de Pablo Aguilar a Fernando Hernández en 2017, fue tan severa, pues le dieron diez partidos al paraguayo, lo que desencadenó en un histórico parón de los árbitros.
Si bien no se puede decir que Nahuel se salió con la suya, al menos la mitad de este castigo de 11 juegos, los cumplirá lesionado y en el panorama más favorable regresaría para el siguiente torneo, cuando se tenía previsto que defienda el arco durante unas posibles semifinales en esta misma temporada.
Sin duda, la Liga MX y la FMF impusieron una sanción fuerte para un hecho nunca antes visto, tanto que ni siquiera está previsto como tal en el Reglamento de Sanciones, pero que sí se le pudo adjudicar otros tantos apartados para llegar a esa cifra de partidos.
Obviamente la plana mayor de los organismos mexicanos de futbol tomó la presión mediática a favor para imponer esa sanción ante uno de los porteros menos queridos del futbol mexicano, o al menos eso dijo el también suspendido Robert Dante Siboldi en conferencia de prensa.
“No sé si hay persecución, pero sí creo que este equipo ha generado en estos años mucho malestar en muchas personas que no le van al equipo, están esperando un tropiezo para agarrarse de eso y aprovechar”.
Ya en el partido de la jornada 16 de este Clausura 2024, los Libres y Lokos organizaron un minuto de aplausos en apoyo a Guzmán, acompañado de un sonoro abucheo al himno de la Liga MX y a su protocolo, que en este torneo ha sido a favor de la igualdad.
Aplaudido por la afición auriazul, abucheado por el resto del país, pero sin duda dentro del campo Nahuel podría entrar en al menos un top 5 de los mejores porteros que ha tenido este balompié y sus cinco títulos de liga lo respaldan.
En sus primeros años lo vimos cometer errores infantiles en sus salidas o controles de balón que le costaron puntos o eliminatorias a Tigres, lo que no sabíamos es que aquellas serían las más pequeñas de las ‘Nahueleadas’.