
El Estadio Universitario, casa de los Tigres en San Nicolás de los Garza, abrió sus puertas de manera oficial en mayo de 1967. Fue hasta julio del mismo año que el equipo de fútbol de la universidad pudo competir en segunda división, comenzando de esta manera la historia de un inmueble que ha vivido algunas de las mejores y también de las peores cosas que un club puede pasar en el campeonato nacional.
Pese al cariño de los aficionados de Tigres hacia el Estadio Universitario, mucho se ha hablado sobre la posibilidad de una nueva casa para el conjunto auriazul; sin embargo, cada vez que parece que empezará la construcción de un nuevo estadio, el proyecto termina en nada.
En abril de 2021, durante su campaña electoral, Samuel García, entonces candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo León, se comprometió a impulsar la construcción de un nuevo estadio para los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. García afirmó que era el momento ideal para este proyecto, ya que Sinergia Deportiva y la UANL habían prorrogado su convenio.
La propuesta consistía en ubicar el estadio frente a la universidad, en terrenos ocupados por vías de tren, que serían reordenados para tal fin. Destacó que buscaría la colaboración de la empresa, el gobierno y la universidad para llevar a cabo esta iniciativa.
“Vamos a buscar con la empresa, con la gente de gobierno y con la universidad. Yo ya me comprometí, ya vi dónde; enfrente de la universidad están los terrenos que ahora son vías de tren. Vamos a reordenar las vías y dame este espacio para un gran parque urbano en San Nicolás, y ahí enfrente de la universidad pondremos el nuevo estadio”, aseguró el entonces candidato de MC.
Ese mismo año, en el mes de diciembre, García Sepúlveda reveló que para enero del siguiente año comenzaría la construcción del nuevo estadio de los Tigres con “la primera piedra”. El ahora mandatario estatal adelantó, además, que un inversionista, junto con la universidad y otras instituciones, estaban dentro de este ambicioso proyecto.
“Acabo de hablar con Sinergia Deportiva, ya tenemos que empezar el nuevo estadio porque, además, los estadios de ahora ya no son un simple estadio y una cancha; ahora tienen tiendas, restaurantes, y este, como es de la universidad, va a tener aulas. En enero vamos a poner la primera piedra del nuevo Volcán”, adelantó.
Llegó 2022 y la promesa del nuevo estadio continuaba. Para el 13 de enero, el gobernador publicó en sus redes sociales el siguiente mensaje: “Hoy es el día. Vamos por ese estadio de los Tigres, hoy a las cuatro de la tarde haremos el anuncio”.
Entonces convocó a los medios de comunicación en la puerta 10 del Estadio Universitario para anunciar la edificación de un nuevo inmueble para los de la Autónoma de Nuevo León.
“Estoy emocionado de saber que se viene el mejor estadio del país a Nuevo León. Hoy me queda muy claro que juntos somos parte de la solución: equipo, gobierno, universidad, los presidentes municipales, Juego de Pelota, congreso, todos vamos a hacer realidad este nuevo estadio tan anhelado. Desde antes de la campaña soñábamos con este estadio, dijimos que íbamos por un nuevo estadio para un nuevo Nuevo León; hoy ponemos la primera piedra, se firma el primer documento jurídico por medio del cual comienza este estadio”, afirmó Samuel García en el anuncio oficial del proyecto.
Después se hizo la presentación de la construcción del estacionamiento del nuevo Estadio Universitario, en un evento que estuvo presidido por autoridades gubernamentales como el propio Samuel García, así como dirigentes de la UANL, CEMEX y Club Tigres.
En este primer anuncio no se especificó la fecha de entrega de la obra, así como tampoco fueron claros en cuánto presupuesto público se invertiría en el estacionamiento. Acompañando la construcción del nuevo estacionamiento (que se decía duplicaría la capacidad del actual en Ciudad Universitaria), se edificaría también un nuevo complejo deportivo para el INDE.
“Juego de Pelota INC”, empresa fundada en Delaware, Estados Unidos, y con sede en Nueva York, era la encargada de desarrollar estas iniciativas. Esta compañía está a nombre de César Octavio Esparza Portillo, uno de los principales participantes en la presentación del nuevo estadio de Tigres, quien aseguró en su momento que los trabajos de edificación del nuevo estadio comenzarían una vez que las obras del estacionamiento y el complejo del INDE estuviesen terminadas.
Se tenían altas expectativas para este proyecto, y es que, de tantas cosas que se dijeron sobre el estadio, se aseguró que serviría para recibir los mejores eventos del mundo, entre ellos partidos de la NFL, lo que da una idea de lo colosal que era este proyecto.
“Este estadio va a provocar algo recíproco, que van a llegar aquí los mejores eventos del mundo, como juegos de NFL. Un estadio con cancha retráctil que traiga los mejores eventos para que ahora los texanos vengan aquí a consumir”, dijo Samuel García en el anuncio oficial del nuevo estacionamiento.
Otra de las cosas que se prometieron acerca de esta construcción es que el estadio tendría otras funcionalidades además de albergar los partidos de Tigres. Como el mismo Samuel García llegó a describir la obra: “este estadio es todo menos estadio”, ya que, según el gobernador, la intención era instalar aulas en el inmueble para carreras de tecnología e inteligencia artificial en la universidad.
Sin embargo, antes de tomar la tarea en San Nicolás de los Garza para el nuevo Estadio Universitario, esta firma estuvo involucrada en tres proyectos de construcción de estadios que no llegaron a nada: el Estadio Sostenible de Yucatán, la Arena Michoacán y la Nuova Arena di Verona, en Italia. Pese a que estos proyectos fueron anunciados en 2020, los trabajos de construcción ni siquiera arrancaron.
En 2019 se anunció la construcción de la Arena di Verona, en Italia, proyecto que estaría bajo la responsabilidad de Juego de Pelota, que prometía ser un inmueble sustentable e impulsado con inversión privada, pero los trabajos de obra no se realizaron.
En el caso del estadio que estaba destinado a construirse en Mérida, César Esparza confirmó que esta edificación también sería sustentable y llevada a cabo con inversión privada. Sin embargo, desde el anuncio oficial el 9 de septiembre de 2020, el proyecto de esta edificación no ha arrancado, únicamente recibiendo una “licencia de uso de suelo”.
Lo mismo ocurrió con el proyecto planeado para Morelia, que consistía en un estudio de viabilidad para la construcción de un estadio en la ciudad. Por este estudio, el promotor de Juego de Pelota firmó un contrato de 6 millones de pesos con el Gobierno del Estado de Michoacán a mediados de 2020. No obstante, la realización de este trabajo también quedó “colgada” en el tintero.
Fue hasta febrero de 2023 que el gobernador del estado dio a conocer, a través de sus redes sociales, un memorándum firmado por el gobierno de Nuevo León, la UANL, el municipio de San Nicolás de los Garza, CEMEX, Club Tigres y Juego de Pelota, confirmando de esta manera que el estadio abarcaría un espacio de 210 mil metros cuadrados, con una capacidad de 65 mil usuarios.
Además, según palabras del propio mandatario, este proyecto de múltiples propósitos iba a contar con tecnología avanzada en materia de estadios e infraestructura, además de incluir usos mixtos, áreas deportivas, de oficina y emprendimiento, todo esto con un costo de ocho mil doscientos millones de pesos.
“Estamos listos para mandar al Congreso el comodato de donde se va a alojar para que podamos invertir ocho mil doscientos millones de pesos y lograr este gran proyecto”, expresó García Sepúlveda en un video publicado en X.
El trabajo fue pausado debido a que el Congreso local no autorizó los terrenos para su construcción. Sin embargo, en junio de 2023 el Congreso aprobó la cesión de terrenos donde se construiría el complejo, pero a cambio se debían cumplir algunas condiciones, como que la UANL debía donar el resto del espacio que se necesitaba para la realización de la obra, ya que los terrenos cedidos por el Congreso no eran suficientes.
A inicios de noviembre de 2023, el proyecto del nuevo estadio de los Tigres fue cancelado por el Congreso del estado debido a que la Universidad Autónoma de Nuevo León y la empresa Juego de Pelota no presentaron evidencia sobre la donación de un área de más de 40 mil metros cuadrados, espacio necesario para la construcción del inmueble.
La evidencia de que la UANL entregaría el resto de los terrenos para la edificación del nuevo Estadio Universitario debía enviarse antes del 30 de noviembre, pero esto no ocurrió.
Más adelante, el 30 de noviembre de 2023, Samuel García declaró en una entrevista que el proyecto del nuevo estadio de los Tigres se trataba de una iniciativa privada que no dependía de él. Según comentó, el gobierno estatal proporcionó el terreno, los permisos y los comodatos necesarios, pero la construcción y financiamiento del estadio estaban a cargo de inversionistas privados.
El proyecto, que posteriormente pasó a ser liderado por CEMEX luego de que la empresa Juego de Pelota se separara del asunto, continuó contemplando la construcción de un estadio con capacidad para 65,000 espectadores en Ciudad Universitaria, donde se encuentra el actual Estadio Universitario. Se estimaba que la inversión podría superar los 1,500 millones de dólares, con las labores de construcción comenzando en 2025, tras un año de planeación.
Finalmente, en enero de 2024, Samuel García informó que la construcción del nuevo estadio de los Tigres estaba en proceso, aunque no estaría listo para el Mundial de 2026.
“El diseño puede cambiar, pero va a ser muy parecido al que ya teníamos. ¿Qué está haciendo CEMEX? Ya se trajo un director de una planta para ser la cabeza del proyecto. En ese equipo están la universidad, Sinergia, el gobierno del estado y el diseñador. Prácticamente tienen el proyecto”, comentó.