El miércoles 30 de octubre ganaron los Tigres a Toluca por un gol a cero y sumaron 27 puntos para acariciar su ingreso al grupo de los 8 campeonables del torneo de apertura 2019, mientras que, ese mismo día, los Rayados de Monterrey vencieron a Pachuca por 3-2 a fin de seguir manteniendo vivas las esperanzas de colarse a la liguilla, al facilitárseles la siguiente jornada por recibir en el estadio BBVA a un débil Veracruz.
El gol de Carlos Salcedo al minuto 82, a centro de Jürgen Damm ante los toluqueños fue oxígeno puro en las aspiraciones de los felinos, pues el empate les habría complicado el sueño del bicampeonato, ya que la mediocridad de la liga o la inconsistencia de los contendientes permite que se dé la definición de la liguilla casi hasta el final. Inclusive los equipos punteros no están seguros de su posición semana tras semana.
Esa incertidumbre es una garantía de éxito económico y un aliento en las expectativas de los conjuntos que no han hecho bien las cosas a lo largo del torneo, pero también representa un punto negativo a la hora de juzgar la calidad de los equipos. Así, en las últimas jornadas hay algunos rezagados a mitad de la tabla que aún pueden sumar los puntos necesarios para meterse al play off aunque sea mediante el goal average o promedio de goleo frente a sus pares.
Por eso la jornada de fin de mes valió oro puro para los cuadros de la Sultana del Norte porque los Tigres se situaron en el quinto sitio de la tabla general, pero a un tiro de piedra de León (27), Tijuana (24) y Pumas de la UNAM, este último con los mismos 21 puntos del Atlas. Pero no están lejos Morelia y Rayados con 20 unidades, e inclusive a esas alturas no se daban por vencidos aún Pachuca (18) ni Cruz Azul o San Luis a pesar de la pobreza que significan navegar con 17.
Obviamente vale la pena tomar en cuenta los altibajos de la antepenúltima fecha, pues Querétaro y Tigres se jugaban su permanencia entre los primeros cinco de la tabla, en espera de no quedar cercados por Pumas y el deseo de éste de pasar sobre el Puebla, así como de la ambición del Atlas de vencer a San Luis, mientras que el choque de América contra Santos representó la pelea por el liderato general. Igualmente a Necaxa le representó un duro hueso de roer recibir la visita de Pachuca igual que al León la de Morelia y a Tijuana viajar a Ciudad Juárez para equlibrarse en su paso por llegar a la liguilla.
Sin embargo, la emoción irá in crescendo para los de casa, pues los Rayados visitarán a Tijuana el viernes 8 y los Tigres recibirán a Pachuca el sábado 9, de modo que los resultados de estos días revestirán de importancia el escenario de su último partido, después de la fecha FIFA, cuando los albiazules reciban al Atlas el 23 de noviembre y los felinos se midan a los Indios en Ciudad Juárez el 24.
Estamos ciertos de que todavía el caldo de la emoción hervirá el sábado 24 pues hasta entonces podría darse el reacomodo definitivo de los clasificados, si tomamos en cuenta lo que valen los puntos en esta instancia para Necaxa que visita al Puebla el viernes 23 y para el León que juega en Tijuana el mismo día. Pero lo mismo puede decirse de Pumas que va a Pachuca y de Santos que vuela a Toluca, sin descartar cómo pinte el panorama para Quéretaro al recibir al Morelia, mientras que domingo los Tigres cerrarán el telón de las especulaciones el domingo 25 en Ciudad Juárez.
Como se ve, nuestro torneo futbolero tiene un filón de posibilidades económicas y de vaivenes sentimentales en las expectativas de los clubes y sus seguidores, aunque deje mucho qué desear respecto a la calidad y consistencia de los más adinerados como Monterrey, Tigres, América y Cruz Azul que no hacen pesar sus millones de dólares a la hora de saltar a la cancha a lo largo de las 19 fechas.