Cada que la fecha del Clásico Regio se acerca, no es novedad que la afición en la ciudad de Monterrey comienza a enfocar su atención en ello.
La edición 139 nos dejó un encuentro en el que los Rayados se vieron muy superiores a Tigres, con un marcador de 4-2 que refleja lo que sucedió en el campo.
Esta victoria del Monterrey ajustó el historial de los derbis regiomontanos que actualmente se encuentra con 49 triunfos para los felinos, 47 para los albiazules y 42 empates. Además del 45 que no culminó por una batalla campal en la cancha del Tecnológico.
Pero en esta ocasión, los ánimos quedaron un poco encendidos gracias al partido que se diputó un fin de semana antes en la ciudad de San Antonio, Texas, donde igualmente el Monterrey se alzó con la victoria.
El ambiente se palpaba distinto en los alrededores de la colonia Azteca y la avenida Pablo Livas. Las banderas comenzaron a verse fuera de los autos que se acercaban al inmueble mundialista.
Todo comenzó desde la previa, con la recepción de los autobuses. Los locales, como es costumbre, recibieron el transporte de los jugadores de Rayados con bengalas, toda clase de pirotecnia y cánticos.
El puente en la lateral de la avenida Las Torres que encamina al estadio, lucía repleto desde dos horas y media antes del silbato inicial.
Pero no todo fue saldo blanco y color, pues un aficionado de la U de Nuevo León recibió un par de golpes en su caminar por esa zona. Primero un hombre que se acercó al auriazul y le propinó un puñetazo en la cara, después un barrista golpeó con su bandera al mismo sujeto.
Fuera de eso, la fiesta de la afición albiazul estuvo llena de pasión. Humo. Pólvora, así como pancartas y todo para darle color a esa forma tan única de vivir un Clásico Regio.
Todo custodiado por un fuerte operativo de seguridad desplegado que involucró policías municipales de Guadalupe, San Nicolás y Monterrey, además de presencia de Fuerza Civil.
Por otra parte la afición felina tuvo su punto de reunión en el estacionamiento del Zoológico La Pastora, a un costado del estadio, desde donde partieron en caravana solamente con sus voces y entrando a las inmediaciones del inmueble.
De a poco las butacas eran ocupadas por la afición. Las sensaciones eran de tensión, nerviosismo, emoción. Todas esas emociones que pueden envolver el clásico más pasional de México y que reunió 51 mil 983 personas en el Estadio Monterrey (para la raza que ya piensa en el Mundial).
En la cancha, los equipos regalaron un encuentro dinámico, entretenido y lleno de emociones, aún más para la ‘La Pandilla’.
Poco tardó en abrirse el marcador con una incorporación de Erick Aguirre por banda derecha que metió un servicio al área chica, mismo que fue rematado por Germán Berterame.
Sin embargo, el balón pegó en el travesaño, pero al rebote llegó un joven de apenas 19 años llamado Iker Fímbres, que así como si nadie lo viera venir empujó la pelota al fondo de las redes entre las piernas de Nahuel Guzmán y Guido Pizarro.
Los locales tomaron confianza y volvían a atacar, mientras que la visita se intentaba organizar en bloques para posteriormente desdoblar, pero no lo pudieron conseguir.
Antes de la media hora de partido, Sergio Canales cobró un tiro libre pegado a la línea de la banda derecha, dentro del corredor del área.
Nahuel esperaba un servicio al área, por lo que se despegó de la línea de gol alrededor de un metro. Esto fue aprovechado por el español que sorprendió a todos y con un zurdazo espléndido, de alguien de categoría, colgó el balón del ángulo del segundo poste.
Una anotación que quedará marcada para siempre en el aficionado rayado y que sin duda provocó un estallido en el gigante de acero. Con este, el ibérico llegó a tres goles en clásicos en apenas un año en la ciudad, colocándose a uno de Rogelio Funes Mori, máximo goleador del Club de Futbol Monterrey.
Por si fuera poco en el oscuro regreso de Guzmán al coloso de Guadalupe, en una salida imprudente derribó a Lucas Ocampos, quien se encargó de cobrar el penal sin voltear a ver al portero, como lo hizo alguna vez en el Sevilla.
Una fiesta pintada totalmente de azul y blanco que coronaba con un 3-0 casi inesperado.
El balón se lo cedieron al equipos de Veljko Paunovic, que en dos aproximaciones, lograron acortar la ventaja.
Primero el capitán Pizarro con un gol medio atropellado a servicio raso de Juan Brunetta que llegó a segundo poste entre varias piernas albiazules, para regresarle el oxígeno a la afición felina.
Luego apareció el 10. André Pierre Gignac llegó a cobrar un penal derivado de una mano de Fidel Ambriz, mismo que fue cambiado por gol por el francés.
Este fue su gol número 14 en el duelo fraternal y agranda la brecha como el máximo goleador de la rivalidad, además, de convertirse en su primer gol de penal en la cancha guadalupense.
El medio tiempo llegó con un poco de incertidumbre entre la afición del Monterrey. Con ese temor un empate que solo iba a engrandecer las personalidades de la U de Nuevo León.
Así comenzó el segundo tiempo, con Ozziel Herrera y Gignac teniendo las más claras para empatar el partido, pero no pudieron y se quedaron solamente cerca.
Pero toda llama de esperanza la apagó el muchacho Fímbres con un derechazo potente que superó a Guzmán que con su lance, hizo más vistoso el gol para volver a retumbar el inmueble con un ensordecedor grito de gol.
Más allá de lo que puedan decir los directores técnicos, fue muy notorio la superioridad de Rayados. Las incorporaciones de los laterales al ataque, el aprovechamiento del espacio de Canales y Ocampos, así como el parado defensivo.
Si bien existe la posibilidad de volverse a encontrar en la liguilla, mientras eso no suceda, los Rayados terminarán el año 2024 sin haber conocido la derrota ante el conjunto de Tigres.
La distancia entre ambos equipos en el historial se ha acortado, aunque existe una ligera diferencia a favor de los de San Nicolás de los Garza, apenas son dos encuentros a favor.
Lo que quedó demostrado en esta edición del derbi, es que con la inversión que se ha realizado en ambos equipos, misma que les ha ayudado a convertirse en protagonista, el Clásico Regio es el más pasional del país.
Aún falta ver si en este Apertura, se vuelven a encontrar en liguilla, así como lo hicieron en el torneo pasado y en el Clausura 2023.