Tras derrotar a los Xolos de Tijuana en la Final de la Copa del pasado 4 de noviembre, el Club de Fútbol Monterrey se convirtió en el primer equipo en la historia de los torneos cortos en poseer simultáneamente la Liga MX, Concachampions y la Copa MX.
Si bien la consecución de los tres títulos es un “triplete circunstancial” por la cancelación del Clausura 2020 y la postergación de la justa continental y copera por el Coronavirus, esta situación le concede al conjunto de la Sultana del Norte el derecho a proclamarse “rey de copas”.
Este es el camino que los Rayados siguieron en cada competición para enmarcar su nombre en el balompié nacional y acercarse a la hazaña del Cruz Azul en la temporada 68-69, quienes ganaron todo en ese año futbolístico.
EL ÚNICO INTERNACIONAL DE NL
La única alegría de la irregular etapa de Diego Alonso al mando de “La Pandilla” llegó en la Liga de Campeones de la CONCACAF, la cual conquistaron ante su acérrimo rival, los Tigres de la UANL, tomando revancha de lo ocurrido en la Final Regia del Apertura 2017.
Llegar precisamente a esa final del Apertura 2017, que perdieron en casa, le dio al Monterrey la oportunidad de clasificar a la Concachampions, que años después les dio “la que más brilla”.
Rayados comenzó su participación en la Liga de Campeones enfrentando al Alianza FC de El Salvador, en Octavos de Final, y después de una serie para el olvido, un penal cobrado por “Nico” Sánchez en el Estadio BBVA significó el pase a la siguiente ronda.
En Cuartos de Final les tocó medirse ante el Atlanta United, flamante campeón de la Mayor League Soccer (MLS) que no pudo contener la artillería regiomontana y fue goleado 3-0 en la ida. Aunque en la vuelta los pupilos del uruguayo perdieron por un solitario gol, el global de 3-1 les favoreció y avanzaron sin problema a las semifinales.
Ya instalados en las semifinales, nuevamente se enfrentaron a un rival norteamericano y esta vez fue el Sporting Kansas City, quienes se vieron superados de inicio a fin en la serie y recibieron 10 goles -cinco por partido- de parte de siete jugadores distintos: Dorlán Pabón, Avilés Hurtado, Jesús Gallardo, “Nico” Sánchez, Rogelio Funes Mori, Rodolfo Pizarro y Miguel Layún.
En la Final los esperaba su máximo rival, el cual ansiaba obtener su primer campeonato internacional y venía inspirado por la Final de Liga que siempre recordarán mediante la frase “en tu cancha y con tu gente”.
La inédita “Final Regia Internacional” arrancó en un lleno y estruendoso Estadio Universitario, donde la táctica imperó y el planteamiento de ambos entrenadores fue jugar a no equivocarse.
Al minuto 43, un tiro de esquina ejecutado por el colombiano Dorlán Pabón fue aprovechado por el capitán “Nico” Sánchez que con un sólido testarazo anotó el único gol del encuentro y se convirtió en el único jugador del club en anotar en todas las series.
Para la vuelta, el Estadio BBVA estaba puesto para un partido en el que se jugaría más que orgullo y en el que los fantasmas del Apertura 2017 aún rondaban. Además, los pupilos de Ricardo Ferretti contaban con las estadísticas a su favor, ya que eran el equipo que más victorias tenía en el nuevo inmueble rayado desde su inauguración en el 2015, aunque Monterrey tenía la oportunidad de cobrar revancha y eliminar de tajo la “carrilla” generada tras la Final del 2017.
Una vez más el zaguero argentino Nico Sánchez, se hizo presente en el marcador a los 26 minutos con un penal y sumó su quinto gol ante los universitarios, convirtiéndolos en su máximo cliente desde que arribó al fútbol mexicano.
Aunque los locales dominaron la posesión y no dejaron de buscar la anotación de la tranquilidad, la figura del arquero Nahuel Guzmán se hizo presente y sostuvo los embates.
En los últimos minutos del tiempo reglamentario, un golazo de André-pierre Gignac enmudeció al “Gigante de Acero” y apretó el cierre del encuentro, sin embargo, la defensa albiazul despejó toda oportunidad de peligro y el marcador quedó 2-1.
Al escuchar el silbatazo final, la afición rayada estalló en júbilo y el Club de Fútbol Monterrey sumó su cuarta Liga de Campeones Concacaf, mientras que su acérrimo rival prolongó su sequía en la Concachampions a tres subcampeonatos.
LA REVANCHA DE MOHAMED
Con un plantel valuado en 88 millones de euros, los Rayados arrancaron el Apertura 2019 como la nómina más cara del fútbol mexicano y reforzaron su etiqueta de favoritos al título con el “fichaje bomba” del delantero holandés Vincent Janssen, procedente del Tottenham.
Sin embargo, el funcionamiento del equipo dejó mucho que desear y cinco derrotas en las primeras 10 fechas del campeonato provocaron que la afición coreara “Fuera Alonso” en cada partido de local y así, tras la edición 123 del Clásico Regiomontano se les “concedió” el deseo.
El odiado rival los derrotó 2-0 en el Estadio BBVA, puso el último clavo en el ataúd y dos días después el entrenador uruguayo fue despedido. En su reemplazo llegó un viejo conocido del Club con sed de revancha y una promesa por cumplir: Antonio Mohamed.
El nombramiento del argentino causó división entre los aficionados, ya que a pesar de que en su etapa se vio una propuesta de juego atractiva, las dos finales perdidas en 2016 y 2017 seguían en el recuerdo de la hinchada albiazul. Sin embargo, la directiva tenía claro que el “Turco” ya conocía al plantel y eso podría ayudar para un rápido despertar en la Liga y así tener posibilidades también de llegar bien al Mundial de Clubes de Qatar.
El primer objetivo era claro: entrar a la Liguilla. El “Turco” entendió el mensaje y sus muchachos obtuvieron 11 de 15 puntos posibles y en la última fecha clasificaron a la “Fiesta Grande” como octavo lugar.
En la primera ronda les tocó medirse ante Santos Laguna, primer lugar de la fase regular. Ante la sorpresa de propios y extraños, los Rayados golearon 5-2 a los de Torreón en la ida y al empatar 1-1 en la vuelta avanzaron y protagonizaron una edición más de la “maldición del superlíder”.
Ya en semifinales el Necaxa fue su siguiente rival, al que dominaron en la ida de principio a fin y lograron anotarle dos goles, aunque con su única llegada los “Rayos” consiguieron la anotación de visita que dejó la serie abierta.
En el juego de vuelta en Aguascalientes, los pupilos de Mohamed colgaron el cero y con un solitario gol de Funes Mori en el tiempo agregado lograron algo más que “rescatar el torneo” y se clasificaron a la Final, donde se medirían ante el Club América, máximo ganador de la Liga MX.
Antes de disputar el campeonato local, los regiomontanos viajaron a Qatar a disputar el Mundial de Clubes, torneo en el que jugaron sin miedo ante el considerado mejor equipo del mundo, el Liverpool de Inglaterra, y aunque fueron eliminados por los “Reds”, obtuvieron el tercer lugar tras derrotar en penales al Al-Hilal de Arabia Saudita.
Ya de vuelta en México llegó el momento de Mohamed para redimirse: sacarse la espina de las dos finales perdidas y cumplir la promesa a Farid: su hijo fallecido en 2006 y fiel aficionado de Rayados a quien le hizo la promesa de hacer campeón al equipo de sus amores.
En un repleto “Gigante de Acero” los capitalinos se pusieron arriba en el marcador con un autogol y obligaron a los locales a remontar, misión que cumplieron por medio de Stefan Medina y un golazo de chilena de Funes Mori, anotaciones que les permitieron viajar con una ventaja de 2-1 a la Ciudad de México.
El escenario de la vuelta no podía ser mejor: un Estadio Azteca a reventar que históricamente ha albergado partidos de alarido, recinto donde el “Turco” alzó la copa en el Apertura 2014 cuando dirigía a los de Coapa.
Tan solo 41 minutos bastaron para que la escuadra americanista remontará la serie con tantos de Sebastián Viñas y Richard Sánchez, y pusiera en jaque a los Rayados, situación que revivió los fantasmas de finales perdidas.
El timonel argentino hizo gala de su experiencia, mandó a sus pupilos a “matar o morir” y gracias a que los de casa les cedieron la iniciativa consiguieron la anotación de la tranquilidad, cortesía de Funes Mori, quien aprovechó una pifia de la defensiva azulcrema.
Ya igualada la serie, la final se fue a tiempos extra y después de 30 minutos sin goles todo se definiría desde los once pasos. En una proeza épica y premio a una Liguilla espectacular, los Rayados derrotaron 4-2 al América y Leonel Vangioni, un favorito de la afición, cobró el penal decisivo y rompió una sequía de diez años sin título liguero.
El 29 de diciembre del 2019 quedó marcado como el día en que Antonio Mohamed por fin lo consiguió: la quinta estrella para el Club de Fútbol Monterrey, el perdón de la hinchada rayada y la promesa al cielo para el pequeño Farid, además de su tercera Liga MX, lo que le permitió unirse a un selecto club de entrenadores que se proclamaron campeones con tres equipos distintos.
EL MEJOR DE LA COPA
La edición 2019-20 de la Copa MX presentó un cambio de formato: pasaría a ser un torneo anual en el que la fase de grupos se jugaría de finales a julio a noviembre y la eliminación directa entre enero y abril.
Rayados compartió el grupo 2 junto a los Cafetaleros de Chiapas y la Universidad de Guadalajara (UdeG) y con 12 goles a favor y tres en contra ganaron sus cuatro partidos, incluyendo un 6-0 ante los chiapanecos en el que Vincent Janssen marcó su primer “hat-trick” desde que arribó a México.
Con esto, calificaron a la siguiente ronda como el equipo con mejor desempeño en primera fase y contrario al campeonato liguero del Clausura 2020, donde protagonizaron una raquítica campaña como campeón defensor, en la Copa mostraron una faceta dominante.
En octavos se midieron ante el Celaya, quienes entregaron un partidazo y a pesar de anotar tres goles, los regiomontanos hicieron cuatro y los superaron 4-3 en la ida, pero en la vuelta del Estadio BBVA golearon 3-0 y finiquitaron la serie para un global de 7-3.
Ya instalados en cuartos tocó enfrentar a Santos Laguna, rival con el que suele protagonizar duelos de alta intensidad. Sin embargo, en esta ocasión sostuvieron enfrentamientos para el olvido y un solitario gol del juvenil José Alvarado en la Sultana del Norte significó el boleto a semifinales del Monterrey.
El adversario más incómodo para los Rayados fue Bravos de Juárez en la semifinal. En tierras fronterizas y con un rival jugando con un hombre menos desde el minuto 78, se vieron sorprendidos por dos goles en los últimos seis minutos del partido, situación que orilló a los albiazules a remontar sí o sí.
En el partido de vuelta lograron conseguir ambas dianas, por lo que la llave se definiría en penales. Aunque fallaron el primer cobro, los siguientes seis fueron tirados de manera excelsa, mientras que los juarenses erraron dos veces y “La Pandilla” clasificó a su segunda final copera en la década.
La Final de la Copa MX estaba programada para el 8 y 22 de abril, sin embargo, ante la pandemia del Coronavirus que paró al fútbol nacional por más de cuatro meses obligó a postergar los enfrentamientos hasta el 21 de octubre y 4 de noviembre.
El obstáculo a superar para sumar un nuevo trofeo eran los Xolos de Tijuana, escuadra que previo al arranque del Guard1anes 2020 sumó más de 10 refuerzos y con el pasar de las fechas se convirtió en una de las decepciones de la temporada.
A pesar de su pésimo momento en Liga, contaban con un antecedente positivo en instancias definitivas ante los regiomontanos: la eliminación en Cuartos de Final del Clausura 2018, el cual culminó con la primera etapa de Mohamed como técnico del Monterrey.
La ida se jugó a puerta cerrada en el Estadio Caliente debido a la crisis sanitaria del Covid-19, y en menos de 20 minutos los Rayados se pusieron arriba en marcador por la vía penal, cobrado por el especialista “Nico” Sánchez, esa fue la única anotación del juego.
Al igual que en la frontera, el juego de vuelta destacó por la ausencia de goles, los porteros tuvieron buenas actuaciones y fue hasta los últimos 10 minutos que se registraron emociones cardiacas.
Nuevamente un penal a favor de “La Pandilla” les permitió romper el cerrojo, pero en esta ocasión lo cobró Janssen, para posicionarse como goleador del torneo, pero en menos de un minuto los Xolos empataron el encuentro con un golazo y solo necesitaron de uno más para empatar la serie y llevar la definición al punto penal.
Monterrey tuvo una nueva pena máxima, sin embargo, no pudieron ampliar el marcador, ya que Jonathan Orozco, ex arquero albiazul, atajó el disparo de “Nico” que significaba el 3-1 global, aun así, concluyó el partido y Rayados se proclamó campeón de la Copa MX.