Formadas en línea recta, un grupo de niñas está listo para iniciar sus actividades extra curriculares; con una inocente sonrisa lucen el coqueto moño rosa que lleva cada una en su cabeza, haciendo la perfecta combinación con el llamativo uniforme del mismo color. La delicadeza de las pequeñas, de apenas tres, cuatro, cinco y seis años, aún se puede percibir en sus miradas, pero esa fragilidad no tarda en cambiar cuando a sus manos llega un bate, un guante y una bola.
Trece niñas dejaron atrás sus clases de ballet para adentrarse al mundo del softbol y formar el primer equipo de la categoría premoyote, hecho totalmente de mujeres en Nuevo León.
Se trata del equipo Sierra Madre, de San Pedro Garza García, que desafiando todo pronóstico vio la luz hace apenas dos meses, pero ya participan en su primer torneo de las Ligas Pequeñas de Beisbol, conocido como “Nuevos Talentos”.
SE CRISTALIZA UN SUEÑO
“Me gusta mucho batear, agarrar bolas y también aventarlas”, dice con voz suave Valeria, una pequeña que con apenas cinco años de edad, sostiene el bat con el profesionalismo de un adulto, pero la entrega de una niña.
Ella, junto a otras 12, forma parte del equipo de Sierra Madre, la única escuadra conformada 100 por ciento por niñas de la categoría premoyote en Nuevo León.
Hace poco más de un año, Virginia Socorro Saldaña Ramos tuvo un sueño: crear un equipo formado completamente por niñas de tres a seis años.
Inspirada en sus hijas Valeria y Daniela, “Coco”, como también la llaman, decidió formar el equipo desde hace poco más de dos meses, por lo que comenzó a invitar a las amigas de la clase de ballet de sus niñas, quienes de inmediato optaron por suplir las zapatillas por los tenis deportivos.
“Tengo dos niñas, una de tres años y otra de cinco años y ellas tenían la inquietud de entrenar y de jugar softbal y empecé a invitar amiguitas de las demás niñas que entrenan conmigo. Invitamos a amiguitas de mis hijas del ballet, empezamos con cuatro niñas, fue subiendo, llegaron dos hermanitas, llegaron otras dos y se fueron integrando poco a poco y así se fue corriendo la voz”, dijo la profesora “Coco”.
En el campo Sierra Madre de San Pedro, en donde se reúnen martes y jueves de 19:00 a 20:30 horas, las pequeñas aprenden lo esencial del deporte, desde lanzar una bola hasta batear.
Los entrenamiento son rigurosos pero flexibles a la vez, debido a que las niñas no superan los cinco años edad y aunque apenas se están adentrando en la disciplina, el entusiasmo que presentan supera al de cualquier profesional.
El único requisito que se les pide para ingresar es el de estar interesado, ya que el equipo les proporciona las herramientas para practicar, que van de acuerdo a la edad de las pequeñas.
“Lo único que se necesita son ganas porque aquí les prestamos guantes, bates especiales, pelotas especiales porque no es cualquier pelota, son unas pelotas de esponja, guantes chiquitos, la verdad es que para empezar, sólo que vengan a entrenar, que pidan informes”, mencionó la entrenadora.
Para cuidar la integridad de las niñas y la seguridad de los padres, los aditamentos como los bates, guantes y pelotas se han adaptado a las necesidades de las menores: el bate está fabricado de aluminio, pero es mucho más liviano que el normal; los guantes no están hechos de cuero sino de un plástico resistente y no usan pelotas duras.
“Al principio los papás de algunas chiquitas como que no venían muy confiados, pero ya conforme vieron que había otras niñas, pues ya se fueron animando más al ver que no corrían riesgos”, indicó Saldaña Ramos.
Dirigir un equipo de softbol, 100 por ciento femenil es todo un privilegio para “Coco” Saldaña, ya que en su experiencia se ha dado cuenta de que si una mujer quiere practicar este deporte es porque realmente le gusta y no porque fue obligada, lo que garantiza que aplicará todo su esfuerzo.
“Las niñas son más aguerridas porque ellas vienen porque les gusta, es más por el gusto propio, en lugar de que los papás los hayan traído a la fuerza”, comentó la entrenadora.
Y aunque algunos la podrían calificar de sexista, lo cierto es que el equipo Sierra Madre tiene sus puertas abiertas a todo menor que guste practicar softbol, sin importar su sexo.
“Si hay algún niño interesado podría venir, yo siempre he entrenado softbol femenil, pero si un papá quiere traer al niño, está bienvenido”, puntualizó Socorro Saldaña.
Formar un equipo completamente de niñas parecía un sueño utópico para algunos homólogos de “Coco”, pero el anuncio con “bombos y platillos” que se le dio al equipo Sierra Madre, dentro de la inauguración de las Ligas Pequeñas en Monterrey, les demostró que ya era toda una realidad.
“Algunos entrenadores como que no me la creían al principio, pero ya que vieron a las niñas, ya que las vieron en la inauguración de ligas pequeñas, ya vieron que era en serio, cuando las anunciaron como el primer equipo, pues ya me han apoyado porque estábamos presentando ante los directivos de ligas pequeñas”, dijo Socorro Saldaña.
Desde muchos años atrás la existencia de equipos mixtos en el softbol y beisbol de Nuevo León ha sido la oportunidad para que el sexo femenino se desarrolle dentro de los deportes dominados por los hombres, pero tal parece que cada vez más los espacios a las mujeres se están abriendo y el equipo Sierra Madre es un claro ejemplo de ello.
“Se siente bien padre porque para empezar mis hijas se sienten soñadas, el día del desfile, desfinar con puras niñas, estar en ese campo que ellas lo veían inmenso, verles sus caritas de que les gusta porque ellas están aquí por que les gusta, la verdad yo desde que empecé a entrenar había soñado con entrenar a un equipo de niñas chiquitas y la verdad le estoy echando un chorro de ganas”, puntualizó la entrenadora.
RETO EN PUERTA
Debido a que no existe una liga de softbol en el estado, recientemente el equipo de Sierra Madre fue invitado por las Ligas Pequeñas de Beisbol a participar en el torneo de “Nuevos Talentos”, la competencia en la que participan los pequeños que no fueron seleccionados en sus respectivas ligas premoyotes.
La invitación fue inmediatamente aceptada por la entrenadora, ya que es la oportunidad ideal para que sus niñas comiencen a foguearse en el juego.
Se tiene previsto que el torneo dé inicio en abril, por lo que las menores ya se preparan para competir.
“Ellas ya quieren jugar, cuando les platiqué sobre el torneo me dijeron que sí y a cada rato me preguntan ¿profe, cuándo vamos a jugar? están bien emocionadas y las mamás también”, indicó la entrenadora Coco Saldaña.
Aunque sabe que el reto de vencer a equipos de varones será complejo, más que por el género, por el tiempo de entrenamiento, Coco Saldaña sabe que su equipo dará un buen papel y conforme avance la competencia podrán sacar la casta.
“No vamos a ganarle a los equipos de los niños, es la idea, pero tenemos muy poco tiempo entrenando, pero las niñas no le tienen miedo a las pelotas, batean bien, no hay otra forma de que aprendan más que jugando. Ahorita sí nos vemos en desventaja contra equipos de niños, pero yo lo veo en unos tres meses y vamos a estarles dando pelea”, dijo Saldaña Ramos.
Para el equipo de Sierra Madre la invitación de la Ligas Pequeñas de Beisbol fue todo un privilegio; sin embargo, esperan que en un futuro se formen más equipos integrados por niñas o mixtos para realizar un torneo, así como se desarrollan en Estados Unidos y tal vez llegar a representar a México en una competencia internacional.
“Yo quisiera que esto empiece, que más ligas se animen o que me lleguen más niños aquí a hacer varios equipos, hacer un torneo de niñas, hay torneos más adelante. En Estados Unidos hay torneos de invitación para esa categoría, mi idea es que las niñas sigan avanzando, ojalá siguiera el mismo grupo porque las niñas traen muchas ganas, las mamás también, no me fallan a entrenar. Yo quisiera que este grupo siguiera y en 11 y 12 que ya hay un mundial que tuviéramos la oportunidad de representar a México y hacer un buen papel”, dijo Coco Saldaña.
APOYO INCONDICIONAL
En Ligas Pequeñas, las mejores porras siempre están formadas por las madres de familia, aquellas que no sólo acuden a los juegos, sino también están al pie del cañón en cada entrenamiento.
Irene Llano Villanueva e Imelda González Pico son ejemplo de ello. Ambas acuden cada martes y jueves al campo de la Liga Sierra Madre para apoyar a sus hijas.
La idea de que sus retoños practicaran softbol siempre estuvo presente, pero nunca tan fuerte como hasta ahora, cuando se enteraron de que se formaría un equipo exclusivo de niñas.
“Me enteré por medio de una sobrina mía, supe que ella iba a hacer un equipo para niñas de cuatro años en adelante, yo me emocioné bastante y las traje”, comentó Llano Villanueva
“Todo fue coincidencia, porque mi hija mayor me dijo que clases de baile no quería, que quería algo con energía. Coincidí con ‘Coco¡ en las clases de baile y como ella es entrenador, me comentó que iban a empezar los entrenamientos de soft”, dijo González Pico.
Y es que las madres no tiene temor a que sus niñas sean lastimadas, pues saben que es un riesgo que se puede correr, pero la idea de que se están abriendo mayores espacios para las mujeres es de gran motivación, aunado al compañerismo que se fomenta.
“Se puede hacer un compañerismo muy lindo, van aprendiendo juntas y desventajas no le veo ninguna, al contrario, son puras cosas positivas. Si en algún momento les va a tocar jugar con niños ellas lo van a tener que sobrellevar”, indicó Imelda González.
“Cuando yo jugaba, a veces no me metían porque el equipo era de niños y pensaban que no podía. Ahorita yo veo se dan cuenta de que aún siendo niñas, pueden practicar casi cualquier deporte, que no tienen límites, no porque sea practicado por mayoría niños ellas no pueden y les da mucha seguridad”, mencionó Irene Llano, quien de joven practicó beisbol.
La liga Sierra Madre ya hizo historia en el softbol neolonés al convertirse en el primer equipo de su tipo en la entidad, pero más allá de la marca perdurable, lo que busca es que las niñas puedan desarrollar su máximo potencial en el juego del bate y la pelota.