Su pasión por el ajedrez comenzó como un juego, acomodando las figuras, pero a sus 18 años Aurora Stella Esquivel de León tiene 50 medallas de torneos en este deporte y es la primera mujer en Nuevo León con un grado de Master Internacional.
“Empecé a los seis años a acomodar las piezas, a mis ocho años recuerdo que el maestro Florentino Garméndez le daba clases de ajedrez a mi hermano y como estaba más chica sólo me sentaba al lado, pero después a mi hermano no le gustó y me comenzaron a dar clases”, recuerda la joven.
El gusto por este juego lo heredó de su padre, Joaquín Esquivel Rivera, dice Aurora, pues a su papá también le apasiona el ajedrez y desde pequeños recibieron la enseñanza de él. A partir de los 12 años comenzó su carrera en los torneos donde su participación ha sido constante.
“En una ocasión llegó un chavo a la secundaria con un tablero de ajedrez, me preguntó si sabía jugar y le dije que sí y no recuerdo si le gané, de ahí me integré al equipo de la escuela y participé en mi primer concurso estatal y lo gané, después me fui a un nacional y creo que hice un buen papel, quedé en décimo lugar”, dice con satisfacción.
Desde los 12 años hasta los 17 años ha participado en los concursos regionales y estatales donde ha obtenido el primer lugar, este tiempo ha comprendido la secundaria, la preparatoria y parte de la universidad.
“Estudié en la preparatoria 15 Florida bilingüe de la UANL, participé en un torneo Panamericano, hice la mitad de los puntos, me enfrenté a maestras internacionales, éramos 40 participantes y quedé en el 15 lugar. En prepa jugaba con los de la facultad y quedaba campeona”, señala la ajedrecista quien ganó el primer lugar en la Universiada Nacional 2008.
ME GUSTAN LOS NúMEROS
Además del ajedrez, Aurora disfruta de los deportes, en especial del futbol soccer, softbol y el basquetbol, pero también le gustan los números, motivo que la llevó a elegir la carrera de Electrónica y Comunicaciones en la facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica en la UANL, donde cursa el cuarto semestre.
“Me gusta todo lo que sean números, los juegos del Sudoku por ejemplo; lo saqué de mi papá. Me gustan mucho las matemáticas y la física, primero quería estudiar Ingeniería Civil pero después me pusieron en la preparatoria un video de esta carrera, pero era relacionado con la construcción y no era lo mío, por eso me decidí por FIME.
“Elegí la especialidad de Electrónica y Comunicaciones porque es un área que sigue avanzando y me interesa. Me gusta mucho ir a la escuela, me gusta estudiar, casi no me gusta faltar a la escuela y me pongo al corriente en las clases; llevo todas las materias pasadas en primera oportunidad, algunas sí han sido difíciles, pero hay maestros que explican bien y la clave es practicar mucho”, menciona.
DECISIONES
Aurora explica que le gusta el ajedrez porque es un juego donde puede rendir todo su esfuerzo, el resultado y los logros sólo depende de ella; también confiesa que ha aprendido a tomar decisiones en su vida personal ya que es una disciplina que se basa en análisis y visualización de las consecuencias de cada movimiento.
“Me gusta porque te agiliza la memoria, te ayuda a tener una mejor visión, las combinaciones son como sabrosas, me ayuda a analizar, a ver las consecuencias pero también las diferentes opciones y elijo la que es mejor a futuro.
Actualmente se prepara con el entrenador particular cubano, Justo Triano, con quien practica alrededor de 12 horas a la semana.
Aurora practica todos los días para poder llegar a su meta. En noviembre del año pasado participó en la Olimpiada Mundial en Alemania.
“Tomo las clases en la oficina de mi papá o a veces en mi casa, antes jugaba con mi papá, pero ahora le gano, no juego con nadie de mi familia. A veces juego contra la computadora y en ocasiones le gano o también veo videos de juegos.
“Mi meta en el ajedrez es ser gran maestra, por ahora soy maestra internacional (título que ganó en el Campeonato Mundial Absoluto) y me estoy preparando para ser la gran maestra de México, para llegar a esto tengo que participar en varios torneos y tener un rating específico”, dice con emoción pues actualmente en México no hay ninguna mujer con este grado y probablemente en un año alcanzará su sueño.