Los Tigres, en efecto, son herederos de los inolvidables Jabatos de Nuevo León que en el torneo de liga de la Segunda División 59-60 andaban de capa caída en lo financiero, pues su mal paso alejó a los aficionados de la taquilla. Ello obligó a su directiva a concretar el 19 de diciembre de 1959 el traspaso al Patronato de la Universidad de Nuevo León que, a través de Fomento Deportivo Universitario, se dispuso a manejar el Club Nuevo León. Pero éste no contó con la ayuda ni del gobierno estatal de Eduardo Livas Villarreal, como sí lo había prometido el anterior titular del Ejecutivo, Raúl Rangel Frías, e inclusive el Rector de la UNL, Eduardo A. Elizondo no reconoció ningún nexo con el club y mantuvo ajena a la Máxima Casa de Estudios en el manejo del equipo. Pero de que fueron los primeros bengaleses de la historia en nuestro futbol, no hay duda.
La directiva que arrancó esta etapa inicial de los Tigres la presidió Ernesto Romero Jasso, con Federico Garza Tamez como Vicepresidente. Fue Secretario el Rodolfo González y Tesoreros Rogelio Villarreal. Ocuparon los cargos de Vocales el Noe G. Elizondo, Eligio Quiroga y Rubén Barragán. Fungieron como Consejeros el Daniel Mir, Alberto Guevara y el Mariano G. Somonte.
Del 19 de diciembre de 1959 al 7 de marzo de 1960 se hicieron las gestiones formales ante la Rama de la Segunda División para obtener la autorización oficial y competir con el nombre de Tigres además de los colores azul y oro. Y ésta llegó justamente en vísperas de la celebración del primer Clásico de Clásicos, en la penúltima jornada, que tuvo como escenario el Tecnológico de Monterrey, el domingo 13 de marzo de 1960. Mal debut, desde luego, para los sucesores de los verdiblancos, ya que los Rayados ganaron por 2-0 con anotaciones de Agustín “Chiras” Prieto y José Antonio “Moro” Juárez, de penal, lo que los puso en la antesala del ascenso a Primera División que lograron en su misma cancha una semana después al vencer 3-0 al Orizaba veracruzano.
Los Tigres, dirigidos por Manolo Pando, se presentaron con Miguel “Cabrito” Rodríguez en la portería; en la defensa: Marcos Perales, Jesús Sánchez, Nachito Hernández y Luis Rodríguez; en la línea media alternaron Roberto “Gringa” Vega, Roberto Bernal y Carlos Quiroz, con los delanteros Juan “Loquillo” Fidalgo, Enrique “Chino” Yassín y Héctor “Pijola” Pequeño.
CAMPAÑA 60-61
Con nueva directiva presidida por Ernesto Romero Jasso y Luis Lauro Treviño como Secretario, Tigres se presentó en la campaña 60-61 con deseos de resarcir el déficit de 80 mil pesos de la anterior, por lo cual inició con muchas ganas al ser reconocidos como Tigres y con Manolo Pando aún en la dirección técnica. Pero perdió por 2-0 contra Pumas. Alineación: Francisco “Silbato” Ayala, Fernando Salgado, Pablo Thompson e Ignacio “Zorro” Vargas, Ángel “Tigre” Gómez y Roberto “Gringa” Vega, Rafael “Chirin” Bobadilla, Enrique Solares, Aurelio “Pablotas” Calvillo, Manuel Rosales y Mauricio “Zatco” Gallega.
En la jornada 19 renunció Manolo Pando y fue sustituido por el jugador “Chojos” López, ganando 2-1 al Querétaro con goles de “Chino” Yassín y “Zarco” Gallaga, pero luego volvieron a dar tumbos, formándose el patronato pro Socios en que se incorporaron Ramón Cárdenas Coronado, Daniel Mir y Mariano G. Somonte. terminando los Tigres en décimo lugar con 16 juegos ganados, de 38 disputados; siete empates y 14 derrotas, 66 goles a favor y 62 en contra. Las pérdidas económicas ascendieron a 200 millones de pesos.
Confiados en la contratación del famoso entrenador brasileño Joaquín Pacífico Bezerra los felinos arrancaron la temporada 61-62 con dos ex rayados pundonorosos: Rodolfo Torres Ruiz y Julián Briseño, además del regreso del jugadorazo Héctor “Pijola” Pequeño, lesionado todo el torneo anterior. Pero el técnico, cesado en la jornada siete, con cero victorias, resultó un fiasco desde el primer partido que perdió ante Tepic por 3-1 en el Tecnológico de Monterrey, con gol local de Eusebio “Chebo” Muñoz. Alineación: Francisco “Silbato” Ayala; Francisco “Paco” Montes, Pablo Thompson, Manuel Rosales y Jesús Sánchez; Ángel “Tigre” Gómez, y Francisco López; Mauricio “Zarco” Gallaga, Eusebio “Chebo” Muñoz, Enrique “Chino” Yassín y Aurelio “Changa” Quezada. Miguel Peña Gómez entró al quite en la dirección técnica de la jornada ocho en adelante con un equipo mediocre que terminó en décimo tercer lugar, con 9 triunfos, 6 empates y 15 derrotas; 49 goles a favor y 58 en contra.
CLASICO DE EXHIBICIÓN
En la misma campaña tuvo lugar, el 18 de enero de 1962, un Clásico de exhibición en el Tec que ganó el Monterrey por 4-1, con actuación sobresaliente de los Rayados Claudio Lostanau, Humaytá y Alfredo “Fello” Hernández y Raúl Chávez, con arbitraje de Juanito Quintanilla. Tigres, dirigido por Peña Gómez y que anotó por conducto de Alejandro Cayetano, alineó así: Humberto “Colorado” Gama; Pablo Thompson, Francisco “Paco” Montes y Jesús “Vampiro” Sánchez; Ignacio “Zorro” Vargas y Rodolfo Torres Ruiz; Mauricio “Zarco” Gallaga, Héctor “Pijola” Pequeño; Enrique “Chino” Yassín, Alejandro Cayetano y Antonio Quezada. Suplentes: Rosales por Torres Ruiz, Alfredo Garay por Pequeño y “Silbato” Ayala por Gama.
Finalmente, en medio de grandes pérdidas y a punto de desaparecer, la Universidad de Nuevo León asumió el reto de un futuro incierto, al anunciar Romero Jasso el 14 de junio de 1962 que ahora sí los Tigres representarían a la Máxima Casa de Estudios como Club de Futbol de Universidad de Nuevo León. Miguel Peña Gómez siguió como entrenador sin dar resultados hasta que el Universidad no pudo con la nómina ni con el apoyo de algunos industriales y el 26 de septiembre cedió la franquicia al grupo de empresarios que encabezaba el entusiasta transportista Alejandro “Tano” Belden, con la asistencia de Sergio Salinas, quien anunció como nuevo entrenador al peruano Augusto Arrasco y a los nuevos jugadores Jesús “Chuta” Medina, Salvador “Zorrito” Vargas y Luis “Cuervo” López.
Así fue como los primeros Tigres se fueron del futbol regresando la estafeta y su sitio a los verdiblancos Jabatos de Nuevo León. Y no sería sino cinco años después que nacería otra vez otro equipo Tigres, de a deveras, plenamente reconocidos como tales y que recibieron total apoyo para hacer crecer la afición en su nuevo Estadio Universitario inaugurado en mayo de 1967, alcanzarían la cima de la popularidad tras ascender al máximo circuito en mayo de 1974.