
Eulalio González permanece en el imaginario colectivo, es un ícono de la cultura del Noreste gracias a “El Piporro”, el personaje que es recordado hoy en día por sus fanáticos y por los jóvenes que lo han descubierto a través de las películas como “Ahí viene Martín Corona”, “Torero por un día”, “La nave de los monstruos”, entre muchas otras.
Desde el pasado 10 de marzo se exhiben en la Cineteca Nuevo León sus inseparables botas, el sombrero, la cuera tamaulipeca y otros objetos como fotografías y posters que fueron proporcionados por la familia para la realización de esta muestra organizada por Conarte.
En la inauguración de la muestra estuvieron presentes: Verónica González Casas y Thelma Cora Garza Salinas, presidenta y directora de Promoción Cultural de Conarte , respectivamente; Elvira, Tini y Eliana González, hijas de “El Piporro” y Paola Livas, jefa de exposiciones del Centro de las Artes.
“Qué emoción se queda corto. Estamos fascinadas y yo pensé que se me iban a salir las lágrimas, es algo que no te imaginas. Digo, mi papá fue tan cero figura pública en el ambiente familiar, que nunca acaba de sorprendernos, ahorita ya es una leyenda, es un mito urbano. Ya trascendió la barrera del tiempo.
“Nos queda claro que hay criaturas de 20 años que se saben canciones de él; eso no puedes calcularlo, es un fenómeno que se da o no se da y realmente estamos con el ojo abierto pensando qué bendición tan grande porque él nació para brillar. Realmente mi papá fue una estrella y no es presunción, mi papá nos llegó a decir; ‘yo no soy un actor, lo que pasa lo que yo hago es de una estrella’; él se quedó en un plano de sencillez, siempre”, manifestó Elvira González.
A nivel cultural, Eulalio González deja una herencia no sólo para los nuevoleoneses o a los norteños en general, sino para todos los mexicanos que disfrutaron de sus películas al lado de Pedro Infante, Andrés Soler, David Reynoso, Sara Montiel, Lorena Velázquez, por mencionar algunos actores y actrices que trabajaron con “el rey del taconazo”.
“Lo que dejó como un parteaguas fue, generar sin proponérselo, un personaje que se vuelve un prototipo. El norteño ahora tiene una presencia que es reconocible en todo el resto del país.
“Eso por un lado; y por otro lado, la herencia de mi papá siempre va a ser que provoca que, si eres de Mérida o de Tijuana, o de donde sea, te haga gracia aún ahorita y te ponga de buen humor y yo creo que eso vale mucho, porque a la risa nunca se le hace el feo”, enfatizó.
Y sobre la vis cómica que tenía el “Piporro”, Elvira consideró que era muy natural y el humor que manejaba era para todo el público.
“En realidad hablaba un idioma que él concebía como que así hablaba su personaje y ese señor no tenía malicia, es decir, tenía unas características como encontradas: porque por una parte, en sus canciones se menciona cuántos se tomó, a quién mató; hay episodios que hoy por hoy ya no son aceptables, sin embargo están dichos desde una plataforma de ingenuidad que te hace gracia”, expresó.
UN HOMBRE CON ESTRELLA
El oriundo de Los Herreras, Nuevo León, era un ser lleno de energía, pues siempre gozó de buena salud y vivía al máximo cada momento de su vida, según recuerda su hija.
“Mi papá vivía una vida tan normal que no tenía ningún ritual. Entre todas las cajas que estuvimos abriendo para esta exhibición, me topé con muchísimas cosas que no es factible exhibirlas, pero son cuadernos esquela que compras en la papelería, llenos de letras, por ejemplo estábamos en un restaurante y de repente agarraba una servilleta y sin dejar de platicar, empezaba a escribir y cuando se levantaba para irnos y yo le decía: papá, dejaste la servilleta.
“Era muy espontáneo y nunca dejó de ser tragonsísimo porque mi papá se comía un plato de menudo a las cinco de la mañana saliendo de una boda y luego dormía como bebé. Fue alguien muy sano ¿de donde sacaba la energía? simplemente tenía un espíritu muy libre y no lo limitaba nada, ni tenía dudas de que el cuerpo l le fuera a fallar, fue alguien que sobre la marcha dio lo que podía sin ningún entrenamiento.
En ese sentido, destacó que compuso 300 canciones, sin ser académico, tampoco estudió actuación, pero el director de cine Miguel Zacarías le auguró que él iba a ser una estrella.
“El señor Zacarías vivió hasta los 98 años y a esa edad lo felicitó cuando mi papá cumplió 80 diciéndole: ‘¿ Qué te dije cuando éramos jóvenes? que ibas a ser una estrella’”, recordó Elvira González.
Paola Livas, curadora de “En medio de un campo verde” Archivo Personal de Eulalio González “Piporro”, un artista que tuvo una trayectoria que abarcó diversas disciplinas, como la música, el cine y la televisión; y la primera parte del recorrido muestra fotografías de sus primeras películas.
“Empezó a hacer películas en 1951 y más adelante, mostramos sus primeras apariciones toreando, porque también fue torero; su debut como cantante y un momento muy importante que es cuando se consolidó el personaje de “El Piporro”.
Por su parte, el alcalde de Los Herreras Nuevo León, Luis Tijerina, López dijo que el Museo de EL Piporro tiene un avance del 50 por ciento y esperan inaugurarlo antes que termine el año.
“El museo lo llevamos ahorita al 50 por ciento, recientemente estuve con el señor gobernador, Samuel García, y el museo va hacia adelante, no tengo una fecha tentativa ahorita, pero creo que este mismo año y vamos a hacer una gran fiesta”, y la exposición que hace Conarte está fenomenal.
“En medio de un campo verde” permanecerá hasta el mes de mayo de 2022.