
Las integrantes del colectivo Cúmulo de Tesla consideraron que había que darle visibilidad a un grupo de mujeres que han hecho importantes aportaciones a diversas disciplinas como el arte, la ciencia, el deporte, la política, entre otras, y decidió hacer un compendio en “Mis pies tienen raíz”, teniendo a Sor Juana Inés de la Cruz como el eje central de este proyecto.
El libro, ilustrado por Atenea Castillo, reúne una breve semblanza de mujeres y colectivos de mujeres, y el título “Mis pies tienen raíz” está inspirado en la “Canción del jardinero” de María Elena Walsh.
“El Cúmulo está conformado mayormente por mujeres; estamos todas -y nuestros compañeros hombres- en el tenor de toda esta cuestión del feminismo, y una cosa que nos pareció muy interesante es que cuando estábamos leyendo otros libros respecto a mujeres, compilaciones similares a esta, casi siempre las retratan como heroínas, personas sumamente rebeldes.
“Pensábamos en estas otras niñas que a lo mejor no tienen estas características, que sientan no pueden resaltar en la historia, o hacer cosas muy rebeldes o muy heroicas, pues son niñas de la vida real digamos, entonces partimos desde ahí, nuestra principal idea fue retratarlas como personas normales y con historias que habían sido invisibilizadas”, señaló Cisteil Pérez, del Colectivo Cúmulo de Tesla.
En la selección figuran: Silvia Pinal, Elena Garro, Marisol, Maria Luisa Bemberg, Belkis Ayón, Prudencia Ayala, Laura Méndez de Cuenca, Fátima de Madrid, Wanda Díaz, Graciela Agudelo, Gabriela Mistral, Eloísa Díaz, Margot Moles, Ma. Andresa Casamayor, Juana Azurduy, Angélica Gorodischer , Ana Roqué y María Elena Walsh, así como los colectivos Mujeres Impresoras y Cocineras Peruanas.
Mencionó que su principal objetivo era incluir mujeres y colectivos de mujeres desde que tengan vínculos con muchas mujeres más, algo similar que hacemos en el Cúmulo de Tesla.
Agregó que el criterio que utilizaron para hacer la selección, fue desde una perspectiva de diversidad, ya que en el libro los lectores pueden encontrar diversidad de edades, de disciplinas, de nacionalidades.
“Y casi todas las mujeres que están ahí, tenían en la mira eso, que era llegar mucho más lejos a grupos que posiblemente también estaban invisibilizados en sus épocas, y ese es otro de los puntos que, desde nuestra perspectiva, sí se logra.
“La mayoría ya fallecieron, y nosotros contamos detalles de cuando ellas eran muy jóvenes, niñas incluso; y sí incorporamos un par de mujeres que al menos todavía están vivas que son: la actriz Silvia Pinal y Wanda Díaz, quien es una investigadora astrónoma”.
Consideró que la aportación que hicieron a la historia es muy importante y que puede ser ejemplo para otras niñas o para otras personas.
“Hay una que fue una heroína, y estamos hablando de Juana Azurduy y que al morir prácticamente estaba en el abandono y la idea era ponerla a ella en el lugar que debió haber estado siempre”, apuntó.
Sobre el título comentó que “Mis pies tienen raíz” va muy bien con el concepto que tiene el libro.
“Las mujeres estamos con los pies bien puesto sobre la tierra, estos vínculos que se han formado entre mujeres, y también las mujeres con la naturaleza, con la ciencia y con lo que hicieron en su momento, entonces para nosotras fue un título muy representativo y significativo”.
Por su parte, Atenea Castillo la ilustradora y pintora veracruzana, compartió cómo fue su proceso creativo con los retratos de las mujeres que realizó para “Mis pies tienen raíz”.
“Yo empecé mi participación fue a unos meses de haber iniciado la cuarentena, en realidad yo nunca tuve un trato directo con el colectivo, siempre fue mediado por la editora Maia Miret, que me iba como dirigiendo, que me iba compartiendo los textos y las investigaciones que trabajó el colectivo y fue a partir de esto que pude empezar mi proceso en la elaboración de las ilustraciones.
“Todos son retratos excepto en un par de casos sobre los colectivos de mujeres, ahí hay un par de páginas que son sobre las Cocineras Peruanas que desarrollaron la gastronomía muy típica peruana en conventos en la zona de Arequipa, así como en el caso de las Impresoras, que no se centra en un retrato, pero en el resto de las mujeres, sí”, manifestó Atenea.
Explicó que el tema central de cada ilustración es el retrato y alrededor hay elementos que aluden a la obra de la mujer en cuestión, y para ello tuvo que revisar el material que le enviaba el Cúmulo de Tesla y hacer sus propias investigaciones.
“Trabaje a un buen ritmo, tenía que trabajar con cierta velocidad, pero me daba un tiempo para meterme en cada una, y siento que con cada una pude conectar a un nivel más allá de mi trabajo como ilustradora, es decir a un nivel emocional que me permitía elaborar la imagen.
“Tal vez podría mencionar a Angélica Gorodischer, una escritora argentina, disfruté mucho el retrato de Elena Garro, el de Sor Juana Inés de la Cruz, el de Prudencia Ayala; Marisol que es una artista plástica, entonces me identifico porque se dedica a lo mismo que yo.
“El de Silvia Pinal también porque hice una apropiación de una pintura de Botticelli; y el de María Elena Walsh por los retos plásticos que me implicaban”, indicó Castillo, quien 2016 obtuvo el premio de selección en la 3ª Bienal de Arte de Veracruz, categoría Creadores con trayectoria.