
Demetrio M. Velasco escribe textos del campo y la ciudad, de la vida y la muerte, de ayer y hoy.
En su nuevo libro Un Ford Thunderbird 74 y otros cuentos (Literálika Editorial, 2021) el escritor nacido en Reynosa, Tamaulipas, recurre a sus memorias para presentar esta colección de relatos cortos en los que proyecta sus experiencias y le agrega su particular visión del mundo, con algunos hechos que trae desde la infancia y algunas anécdotas que conoció ya de mayor. Velasco Figueroa reinterpreta sus vivencias como una forma de expresar en letras su formación en el rancho, por un lado y, por otro, la vida agitada que lleva en Monterrey, desde hace décadas.
De niño acompañaba en los trabajos del campo a su papá que tenía que producir la tierra que le fueron legadas. Él lo acompañaba en las largas jornadas y escuchaba los relatos que le contaba durante esas horas de convivencia, entre milpas y soledad. Y la imaginación bullía.
“Algunas son historias que escuché de niño, en Reynosa, en mi casa, en casa de mi abuela. Algunas de mi abuelo, que no conocí, el papá de mi padre. Le tocó la Revolución Mexicana y se lo llevaron de leva, y de ahí surge un par de cuentos. A mi papá le escuché decir historias de joven, como el de ‘Sal y verás mi rostro’, de una anécdota de miedo que me contó y me dio para escribir con algo de misterio o terror”.
“De otra conversación con mi padre salió Una noche sin luna, porque él tenía como hobby buscar tesoros enterrados. Si le contaban que había almas en pena o se aparecía alguien, él se lanzaba a investigar, porque le llamaban la atención esos temas y de ahí salió este texto que pretende ser humorístico”, dice en entrevista Velasco, de 64 años.
Algunos otros cuentos tienen una variante de entorno de ciudad, como el de “Siempre ha sido muy chismosa, tu hermana”, y “Un fin de semana largo en Tampico”, que bordean el tema del suicidio.
“He vivido durante años en Monterrey, aquí está establecido mi trabajo y mi familia. La forma en que me surgen estas historias de la ciudad son también provocadas por el entorno, las noticias, comentarios voces que escucho por ahí y que me han servido como material. Es marcado el contraste con lo que escribo en el campo, aunque creo que la inspiración me viene de lo mismo que es contar algo original”.
“La muerte aparece en casi todos los textos, ya sea con suicidas o gente que quiere morirse, que se murió o que son fantasmas. El cuento que le da forma al libro, el de ‘Un Ford Thunderbird 1974’, me recuerda que tenía 17 años, era joven y el carro era muy característico de la época y es el que trae uno de los personajes de este relato”, menciona.
El libro surge de su acercamiento a Literálika donde primero participó en un círculo de lectura y después en un taller de cuento, donde escribió algunas de las narraciones que aquí se presentan.
Este es el primer libro completo del autor después de haber publicado un par de cuentos en una antología previa.
Inicialmente le propusieron autopublicar Un Ford Thunderbird…, pero rechazó la idea, aunque luego acordó que Literálika lo presentara en formato digital, después de un proceso de selección en el que fueron cambiados los títulos y algo de redacción.
El libro tiene, además los cuentos “Chucha”; “Lupe, el carnicero”; “Por su madrecita santa, ¡no me cuelgue!”; “Un hombre de poca fe”; “Catalina; Ya no me quiero morir”.
El autor escribe actualmente una novela, ambientada en Reynosa, sobre el movimiento estudiantil de 1968, que espera terminar pronto.