En el ámbito de los historiadores, investigadores y archivistas, existe el término comúnmente usado como “archivos o documentos muertos”, debido a que tiene que permanecer dentro de una bodega o en otro sitio por tiempo indefinido, pero para Esther Cruces Blanco, directora del Archivo General de Indias, de Sevilla, España, esta idea debe cambiar.
“Por desgracia yo he sufrido ese comentario a lo largo de mi vida y lo sigo escuchando hasta ahora, pero no hay papeles muertos, hay documentos antiguos, pero lo que dice un documento nunca está muerto, bien vivo que está, y a algunos les puede doler lo que ahí se diga, pero vivos están”, aseveró.
La doctora en Historia por la Universidad de Málaga, expresó lo anterior, durante el Encuentro que sostuvo con historiadores, cronistas y archivistas de Nuevo León en Colegio Civil Centro Cultural Universitario el pasado 23 de enero, como parte del programa de actividades “Israel Cavazos Garza: 100 años en 100 días” y dentro del marco del 90 aniversario de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Señaló que uno de los retos del Siglo XXI es la necesidad de los archivos de gestión para que no se pierda en el futuro lo que se ha logrado hasta el momento y para gestionar la vida de los ciudadanos en la materia que sea.
“Los archivos municipales en América, en España, son complementos fundamentales de la documentación que existe en los archivos generales o de otra categoría.
“Por lo tanto, no se puede hacer la historia de ningún gran rincón o pequeño rincón de América, sin el Archivo General de Indias, o sin los archivos nacionales o generales y con los archivos municipales “.
Consideró que se debería tener una definición general de lo que es un archivo, ya que puede haber diversas perspectivas sobre este.
“Creo que la percepción que se puede tener de estas instituciones, varía en función de los intereses de quienes a ellos se acerca o de la percepción de la mentalidad colectiva. Por lo tanto, se ha de ha de sacar la definición de los archivos, de sus intereses que pueden ser de un momento actual o, de un propio investigador o cronista.
“Si ese es el interés con el que cada uno de nosotros nos podamos acercar a los archivos y documentos en función de un tema subjetivos, pero como aquí también se ha dicho, tenemos que extraer estos conceptos generales de ¿qué son los archivos? ¿ qué hacen ? ¿ para qué sirven?”,
Cruces Blanco destacó la importancia que los estudiantes universitarios tengan acceso a las fuentes documentales.
“Creo que en la actualidad se está perdiendo una formación básica, porque yo lo he estado observando desde los archivos que he ido dirigiendo, y hay que insistir en lo que son herramientas básicas del método científico, que es la epistemología y la heurística, es decir ¿cómo se buscan fuentes?
“Todo no vale para todo, o todo no nos interesa; y luego, cómo son interpretadas pero con criterios técnicos, científicos, éticos, entonces insistiría en estos elementos de formación de los usuarios de los archivos, que no dejan de ser los historiadores, científicos, y la academia tiene mucho que ver en este aspecto”, apuntó.
En este encuentro entre historiadores, cronistas y archivistas, organizado por la Fundación Ildefonso Vázquez Santos, se expusieron varios puntos sobre el trabajo de quienes son guardianes de la historia.
Todos coincidieron en que se debe hacer un frente común para conservar en buen estado los documentos históricos, así como su digitalización para que los ciudadanos puedan acceder libremente a ellos.
Participaron en este evento moderado por César Morado, coordinador del Centro de Estudios Humanísticos de la UANL: Juan Carlos Tolentino, presidente de la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística; Alberto González Porras, presidente de la Asociación Estatal de Cronistas de Nuevo León “José P. Saldaña”; Leopoldo Espinosa Benavides, cronista de Monterrey y Juana Margarita Dominguez, directora del Archivo Histórico de Monterrey.