
Durante la Guerra de Reforma que sucedió entre 1857 y 1861, México estaba dividido entre dos grupos: los liberales y los conservadores. Esta polarización existe en pleno año 2022, pero según la historiadora e investigadora Celia del Palacio, tales conceptos no tienen el mismo significado que en el siglo XIX.
Con la reedición de “No me alcanzará la vida”, su primera novela publicada en el 2008, las nuevas generaciones podrán ver cuáles eran las razones que tenían tanto los liberales como los conservadores de aquella época y entender por qué no tienen el mismo sentido que en la actualidad.
La escritora estuvo en la pasada edición de la Feria Universitaria del Libro UANLeer en donde presentó su libro en compañía de Mariana García Luna y Esperanza Buenrostro.
“Alguien dijo alguna vez que la primera vez, la historia se repite como tragedia y luego como comedia. Sí, se repite, pero no es exactamente lo mismo, pues me parece que estos conceptos de liberal y conservador que se están retomando ahora, están vacíos de sentido, porque ya no sabemos que significa ser liberal, ¿no?, y el conservador simplemente es aquel que no está de acuerdo conmigo”.
Consideró que estas ideas pueden llegar a ser hasta peligrosas, porque la gente solamente repite sin saber qué es lo que está defendiendo exactamente, pues en su opinión, ellos solamente defienden a una persona, que es el actual presidente de la República.
“Ahí no hay manera de discutir con razones y no nos ponemos de acuerdo, porque hay un vacío de sentido y el problema es que la polarización sigue, y a lo mejor cada vez más violenta; esperemos que no lleguemos a los extremos de aquella época.
“Me da mucha tristeza que esto esté pasando ahora y cuando yo escribí la novela pensé que eso ya había pasado en el siglo XIX y me sorprendía cómo se peleaban entre familiares, pero ahora que vemos lo que ocurre como que podemos sentirnos más cerca de ese momento”, señaló Celia.
Y en un párrafo de “No me alcanzará la vida” se lee: “¡Qué difícil era perderse en la ciudad después de haberse encontrado en ella! Qué difícil era mantenerse en silencio ante los sucesos que deberían haberlos unido. La Constitución había terminado por separar a las familias, levantar muros infranqueables entre los amigos, organizar rebeliones y asonadas entre los seguidores de todos los bandos.
“El obispo lanzó una pastoral atacando a los juramentados. Y los jóvenes liberales habían respondido con una carta atrevida y escandalizante que circuló como folletín. Sofía susurraba llena de admiración al leer cómo sus amigos se atrevían llamar a la pastoral ‘documento farisaico’ y ‘mugido de las bestias apocalípticas’.
EL PERSONAJE LA ENAMORA
En medio de la Guerra de Reforma, surge el amor entre la joven viuda Sofía Trujillo, quien, recién llegada a Guadalajara, conoce a Miguel Cruz-Aedo, poeta y militar apasionado por la libertad.
— ¿Te has preguntado cómo será esto dentro de un siglo o dos? La gente se podría interesar en nosotros-afirmaba Miguel Cruz-Aedo—, ¿Qué tal si a alguien le importa en cien años este manuscrito y trata de recuperarlo?, continuaba preguntando mientras abanicaba las cuartillas de su novela que habían empezado a circular entre los íntimos.
“La introducción se había publicado en el primer número de El Ensayo Literario, la nueva revista del grupo, y los capítulos siguientes habían cosechado benévolas críticas de sus amigos en las sesiones de La Falange”, así inicia el capítulo 7 situado en julio de 1852 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Del Palacio, mencionó que esta historia empezó cuando realizó su tesis de licenciatura en Letras sobre las Sociedades Literarias de Guadalajara del siglo XIX y cuando vio una foto del personaje, se enamoró de él y quiso escribir una novela en la que él fuera el protagonista.
“Fue una vivencia muy personal y muy profunda que yo tuve desde que conocí a estos personajes, y que sentí la necesidad que otras personas los conocieran, que conocieran su labor política y literaria; y me parecía que no eran lo suficientemente reconocidos, ni siquiera en Guadalajara y mucho menos en otros lugares.
“Entonces, fue una vivencia personal, pues yo misma me enamoré del tipo, de Miguel Cruz-Aedo y creo que se nota en la novela”, admitió la también autora de “Hollywood era el cielo”, sobre la vida de la actriz Lupe Vélez y “Leona”, sobre Leona Vicario.
En “No me alcanzará la vida” ubica al lector en el siglo XIX y también en la época actual, ya que a través de cartas “S”, le escribe a su hermano Manuel sobre una investigación histórica que está realizando en Guadalajara y que coincide con las características y la labor de Celia.
“Creo que tiene mucho de mí. Yo creo que esa novela como más personal de las que he escrito y pues fue mi primera novela, y desde que empecé a investigar a estos personajes, al mismo tiempo que estaba haciendo la tesis y que fue un trabajo académico, estaba pensando en la novela, fue como simultáneo desde entonces.
“Y yo decía: este personaje (Cruz-Aedo) es un personaje de novela, no se puede quedar en la investigación nada más, yo quiero que trascienda y que alguien más lo conozca”, manifestó Celia, quien es doctora en Historia por la UNAM y miembro del Sistema de Investigadores de la Mexicana de la Ciencia y del PEN Club Internacional.
Señaló que, desde su tesis, su gran fuente de información fueron los periódicos del siglo XIX que consultaba en Guadalajara en la Biblioteca Pública del Estado del Jalisco.
“A mí me tocó la gran suerte de poder consultar todavía estos periódicos en la biblioteca pública del estado que es ahora la biblioteca `Juan José Arreola´ de la Universidad de Guadalajara y ahí estaba el ensayo literario completo.
“Además, pude hacer una reedición de esa revista años después, ya que la Secretaría de Cultura de Jalisco, nos ayudó a hacer una edición facsímil del ensayo literario para conservar esa revista”, destacó.
Por otro lado, el personaje de “S”, le escribe a su hermano quien vive en París, para contarle sobre sus avances en la investigación histórica, también surge de una cuestión personal, ya que esta novela, Celia se la dedica a su hermano Jaime, quien también es escritor.
“Mi hermano Jaime es alguien que ha sido muy importante en mi vida, él también es escritor y tiene varias novelas, y era como un agradecimiento, un homenaje, pues siempre estuvo y ha estado cuando lo he necesitado, es casi como mi padre.
“Toda la vida, le escribía esas cartas cuando él estaba en Europa y le escribía cartas con mis reflexiones personales, sociales, políticas, lo que sea, y él me contestaba siempre. Teníamos una relación epistolar muy cercana, y ahora él vive en México y es más fácil comunicarnos”, compartió Celia Del Palacio.