Aunque su clima es adverso y altamente impredecible, además de que es uno de los países más caros del mundo -solo por debajo de Suiza y Noruega-, Islandia cuenta con un sinfín de opciones y atractivos para toda clase de viajeros.
Estas son cinco razones por las que recomiendo visitarla.
LAS MARAVILLAS DE LA NATURALEZA
Indiscutiblemente cuando alguien menciona Islandia lo primero que piensa es en volcanes, glaciares, cascadas y frío, ideas que son en su totalidad ciertas y muy características.
Sin embargo, sus paisajes naturales y escenarios que parecen “el fin del mundo” atrapan con facilidad la atención tanto de locales como turistas y cabe resaltar que alrededor de ese país se filmaron escenas de la popular serie Game of Thrones.
Además, es muy fácil gozar del “clima islandés” en su plenitud: sol, lluvias, ventisca, aguanieve y granizo, todo en un día, mientras que en el invierno, que abarca la mayor parte del año, las montañas se “pintan de blanco”.
Entre los puntos turísticos que sobresalen está el volcán de Geldingadalir, el cual hasta la fecha sigue activo, la península de Snæfellsnes que posee la montaña y cascada de Kirkjufell –uno de los lugares más fotografiados del mundo-, así como las agujas rocosas de Lóndrangar.
Entre los sitios más destacados también están el Parque Nacional de Dimmuborgir, cavernas creadas a partir de una intensa actividad volcánica, la Laguna Glaciar de Jökulsárlón en la que reside el iceberg más grande de Europa y la Playa de Arena Negra de Reynisfjara, considerada como una de las atracciones más peligrosas y que ha cobrado la vida de varios turistas.
Asimismo, existen más de 10 mil cascadas que adornan las extensas carreteras, siendo las tres más populares: Goðafoss, Dettifoss y Skógafoss, mismas donde también se pueden apreciar arcoíris con facilidad.
AURORAS BOREALES
También conocidas como luces del norte, son un fenómeno en forma de brillo o luminiscencia que se presenta en los cielos nocturnos, principalmente en aquellos pertenecientes a zonas polares.
Junto a sus formas y estructuras que cambian constantemente, los colores dependen de las partículas solares y el nivel de energía que esos átomos o moléculas alcanzan, siendo el oxígeno el principal responsable de sus principales gamas.
El verde/amarillo se produce a una longitud de onda energética de 557.7 nanómetros, mientras que el rojo/morado lo produce una longitud menos frecuente, al tiempo que el nitrógeno puede producir tonalidades azuladas y púrpuras.
Se pueden apreciar estas anormalidades en cinco puntos distintos: Brú, Norðurfjörður, dos en Stöðvarfjörður y la última en Hveragerði.
Incluso, múltiples agencias de viaje, siendo una de ellas Reykjavik Excursions, ofrecen más de una decena de tours alrededor del país a fin de presenciar el “espectáculo luminoso” en su plenitud.
A su vez, existe una aplicación llamada “My Aurora” que incluye un mapa global y estimación de probabilidades dependiendo de la zona.
UNA CAPITAL LLENA DE VIDA
Aunque puede ser “poca cosa” si la comparas con nombres de la talla de Praga, Brujas o Riga, la ciudad de Reikiavik ostenta suficientes atractivos para hacer memorable tu estadía en Islandia.
Comenzando por la calle de Laugavegur, que significa “camino de aguas termales” es la principal arteria comercial y una de las más antiguas de su centro histórico, misma que se extiende hasta por dos kilómetros.
En ella se puede encontrar un sinfín de restaurantes, tiendas de souvenirs y boutiques, además de albergar los principales bares y centros nocturnos como lo son: Lebowski’s, Bravó, Dillon, Kiki y el Magic Ice.
Por su parte, la iglesia luterana de Hallgrímskirkja es el principal punto de referencia, su torre puede ser vista desde casi cualquier rincón de la ciudad y es prácticamente obligatorio tener una foto ahí.
En el apartado cultural cuentan con los museos de Perlan, Árbaer, Tales from Iceland, Aurora Reikiavik, así como el Centro de Conciertos y Conferencias Harpa, que funge como sede permanente de la Orquesta Sinfónica y la Ópera Islandesa.
PERFECTO PARA PRACTICAR INGLÉS
A pesar de tener su propio idioma -el islandés-, la mayoría de los habitantes dominan y hablan fluido el inglés, debido a que este se enseña desde los primeros niveles escolares.
Aunado al boom turístico que han tenido en la última década y que esta lengua es considerada “el idioma de los negocios”, podría afirmar que este es uno de los pocos requisitos si deseas viajar al país.
Curiosamente, existe un prolongado debate entre las generaciones longevas y los jóvenes sobre este tema, ya que los primeros han llegado a mostrarse en descontento de hablar un idioma extranjero en su propia casa, mientras que los segundos aceptan con mayor facilidad la situación.
SIN PREJUICIOS SEXUALES
Siguiendo la tendencia de los países europeos más desarrollados, la diversidad sexual en Islandia está ampliamente normalizada y cuenta con un amplio historial de apoyo a las libertades civiles.
Cabe resaltar que el 1 de febrero del 2009, la nación escandinava pasó a la historia al tener la primera jefa de estado abiertamente gay en la forma de la ex primera ministra, Jóhanna Sigurðardóttir.
Asimismo, la homosexualidad es legal desde 1940, mientras que el 27 de junio del 2010 se convirtió en el noveno país del mundo en reconocer el derecho al matrimonio igualitario, situación que permite el turismo matrimonial.
Una de las pruebas más notorias de que viven sin prejuicios o tabúes es la Calle Arcoíris de Reikiavik que simboliza la aceptación hacía la comunidad LGBT+ y en poco tiempo se ha vuelto uno de los puntos más fotografiados de la ciudad.
Además, en diversos poblados pude apreciar como la bandera del orgullo con sus tradicionales rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta estaba ondeada en múltiples hogares, incluso más que la de Islandia.