Muy, pero muy desagradable resultó saber que los primeros trabajos de la llamada reconstrucción de vialidades dañadas por Álex no resistieron ni el más leve “escupitajo” de la naturaleza.
El delegado de la SCT, Zeferino Salgado Almaguer, anunció con bombo y platillo que ya había concluido las obras en la av. Ignacio Morones Prieto, a la altura de Gonzalitos.
Más tardó en poner panorámicos para anunciarnos tal hazaña, cuando una leve llovizna, registrada al inicio del mes de la patria, dejó en claro que se trataba de una obra “chambona”.
Me intrigó la respuesta del delegado, Seferino, a los medios: “Al parecer había un venero” y de inmediato me vino a la mente los embates del huracán Gilberto, de los cuales fui testigo la madrugada del 17 de septiembre y la muy mediática tormenta Álex, registrarda el 1 de julio del año 2010.
Lo que Gilberto se llevó hace 22 años, las autoridades en su momento realizaron las obras a lo largo de Constitución y Morones Prieto, pero más de dos décadas después no podemos estar cometiendo los mismos errores y hacer “más de lo mismo”. Quienes ocupan cargos importantes en el ramo de las obras públicas como el delegado de la SCT, Zeferino Salgado y el secretario estatal de Obras Públicas, Lombardo Guajardo, hoy tienen la enorme responsabilidad de reparar los daños, no pueden “hacer más de lo mismo”.
Ya nos caímos en el pozo con Gilberto y Álex y esperaría que no nos volvieramos a caer, pero creo que no es así y no será así. Los trabajos entregados por la SCT ponen de manifiesto que no hay ningún cambio en la aplicación de ingeniería civil y que sólo están rellenando las arterias afectadas por Álex y eso es muy peligroso.
Alguien debería supervizar las obras que llevan a cabo los gobiernos federal, estatal y municipales como los expertos de ingeniería civil de la UANL, el Tec de Monetrrey, la UDEM o la UR para que no se cometan los errores que las lluvias del fin de semana del 3 y 4 de septiembre dejaron al descubierto.
De no haber la voluntad de instituciones y organismos públicos y privados, sería conveniente la creación una contraloría social y que sea el pueblo quien le pise los talones a gobernantes que están “haciendo más de lo mismo”.
Y más de lo mismo no sólo significa llevar a cabo trabajos de relleno de carpetas asfálticas dañadas, no, también significan más muerte y destrucción porque esos trabajos no resistirán los embates de un nuevo meteoro del tamaño de Álex o Gilberto.
Pareciera que son puro cuento todo lo que anuncian los panorámicos, donde ha destacado el protagonismo, pero no la eficiencia de las obras, lo peor del caso es que Seferino no queda mal, quien queda mal ante los regiomontanos es Felipe Calderón. Seferino no le quedes mal al Presidente, él te lo agreadecerá y los regiomontanos disfrutaremos de estas vialidades, pero hagan buen trabajo, no nos hagan pensar que en pleno mes patrio y a dos años de concluir la administración calderonista ha iniciado el “Año de Hidalgo”.
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