Por considerar que es el sentir de muchos mexicanos, a continuación reproduzco algunos párrafos del comentario que una persona que escribió en la página de internet de El Universal, bajo una nota que se titulaba “Conmociona a Estados Unidos la muerte de Torre Cantú”.
“Señor presidente, la delincuencia no trata de apoderarse de la nación… ya estamos en su poder y ni usted ni sus colaboradores parecen darse cuenta…
“Sí, estamos en manos del crimen organizado, pero del INSTITUCIONAL y el ilegal. Somos las piezas de caza de dos grandes grupos de depredadores, los que legitimamos con nuestros votos en los tres niveles de gobierno y los que al margen de toda regla social, también han creado su imperio y que en cierto modo, tienen mucho que ver con el imperio legal.
“Los que NO somos políticos de nivel, ni empresarios poderosos, ni jerarquía laboral o religiosos, igual que los que no estamos en la infraestructura del crimen organizado; somos los que día a día nos levantamos con la esperanza de que todo cambie, que haya justicia, que no se despilfarre el dinero del pueblo en anuncios gubernamentales estúpidos que nadie cree, en programas sociales que buscan el favor del voto.
“Ese es el gran crimen que debiéramos combatir, la mentira, la demagogia y a esa clase política que nos tienen secuestrados a su merced con apoyo de los grandes empresarios y los grandes medios de comunicación”.
Ahí queda para el análisis…
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Las declaraciones de Mauricio Fernández, luego de la detención de Francisco Martínez Cárdenas en San Pedro, suenan a burla:
“Paco me ayudaba a juntar lana, que era voluntaria de 5 mil a 100 mil pesos, puntualmente me ayudaba a recolectar el dinero que utilizaba para grupos de inteligencia y en su momento a los grupos rudos, pero era parte de los voluntarios, nunca nos cobró nada”, dijo el edil sampetrino.
Qué descaro. Acepta que era de su gente y que le pedían dinero a los “antreros” por conservar la tranquilidad del área.
¿Cuál es entonces la diferencia entre eso y los que hace el crimen organizado? ¿Hasta cuándo las autoridades federales van a solapar lo que hace el alcalde de San Pedro a quien también se le asoció con “El Chico Malo”, detenido por el Ejército Mexicano?
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Cuando se hizo la Macroplaza, un hijo del ex gobernador Alfonso Martínez Domínguez apareció como dueño de un centro comercial subterráneo en el mero corazón de este parque.
En su momento nadie protestó a pesar de que cientos de propietarios fueron desalojados de sus casas y negocios, pero a este “junior” le quedó ese lugar que vale millones de pesos.
Actualmente ese sitio está abandonado y es guarida de delincuentes nocturnos sin que el municipio parezca preocuparse.
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Un día después de que el alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, se fue de vacaciones se registraron 20 bloqueos en las calles del área metropolitana. Un día después de su regreso, el 24 de junio, hubo otros 12.
¿Coincidencias?
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En cuanto a las vacaciones de dos semanas que se autorecetó Larrazábal durante el Mundial de Sudáfrica, los que tienen buena memoria recuerdan un caso similar, aunque por cuestiones totalmente diferentes. Era 1986 cuando Don Luis M. Farías se enfermó y tuvo que acudir a Texas a tratarse médicamente, estuvo fuera casi un mes.
La primera quincena lo suplió el entonces secretario del Ayuntamiento, Arturo Suárez Luna, y al décimo sexto día entró al relevo el entonces alcalde suplente de Monterrey, don Benjamín Reyes Retana; entonces la Ley Orgánica Municipal se aplicó tal cual y la ciudad mantuvo su autoridad legal sin mella alguna. Ahora, con la fiebre mundialista de Larrazábal, el orden legal y el respeto a la ciudadadanía se jugó literalmente muy ad hoc con el mundial de futbol… con los pies.
Otro caso parecido es el de Ricardo Canavati, quien era alcalde de Monterrey hace cuatro años y pocas veces se presentaba a su oficina.
Como quien dice, era un alcalde “virtual”.
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En su afán de mostrar que sí están trabajando, las autoridades de la Policía Ministerial pasaron sobre los derechos humanos de cinco detenidos cuando la mañana del miércoles 23 de junio permitieron que un reportero de Televisa entrevistara a dos de ellos en vivo y sin restricciones.
La escena fue por demás desagradable, ya que los implicados comenzaron a echarse culpas y eso derivó en un espectáculo al más puro estilo de Laura en América… pero en serio, no con actores pagados.
Y no es que uno defienda a los delincuentes –estos están acusados de robo de autos y hasta se enfrentaron con soldados a balazos– pero ponerlos de pechito para levantar el rating de la de por sí pésima televisión regia, pues no se vale.
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En julio podría haber cambios es la coordinación de la bancada del PAN en el Congreso y eso llevaría a Víctor Fuentes a ocupar el lugar que actualmente tiene Hernán Salinas.
Pero este cambio también podría traer otros en áreas como comunicación… seguiremos informando.